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Fin del terrorismo… a medias

Fuentes: Rebelión

España: más de cuatro millones de parados. Entre abril y junio de 2011 se tramitaron 16.464 desahucios. 160.000 familias españolas permanecen inmersas en procesos de ejecución hipotecaria. En miles de hogares ninguno de sus miembros trabaja o cobra algún tipo de prestación. Los comedores sociales están colapsados y las ONGs carecen de recursos para atender […]

España: más de cuatro millones de parados. Entre abril y junio de 2011 se tramitaron 16.464 desahucios. 160.000 familias españolas permanecen inmersas en procesos de ejecución hipotecaria. En miles de hogares ninguno de sus miembros trabaja o cobra algún tipo de prestación. Los comedores sociales están colapsados y las ONGs carecen de recursos para atender necesidades básicas por culpa del empobrecimiento…

España: las condiciones laborales – para aquellos que todavía tienen un empleo – son cada vez más precarias, y se está retrocediendo a muchos años atrás en cuanto a protección legal al trabajador. Los pequeños empresarios están ahogados mientras son lícitas indemnizaciones millonarias para ciertos ejecutivos. Se entregan cantidades ingentes de dinero público a los bancos, los mismos que tuvieron una responsabilidad fundamental en la crisis que desangra a los españoles (no a todos)…

España: el Estado vende armas a países sospechosos de estar vulnerando los derechos humanos. Represión policial con violencia al movimiento 15M en diferentes ciudades. Detenciones de artistas por considerar sus letras subversivas. Se discrimina a las formaciones políticas no mayoritarias no pudiendo concurrir éstas en igualdad de condiciones. Absoluto desprecio a la memoria histórica y a los asesinatos acaecidos durante la dictadura. Impunidad para un expresidente implicado en una decisión que costó innumerables vidas en Irak. Los casos de brutalidad policial durante la «democracia», varios de ellos con resultado fatal, pasan al olvido…

España: la tortura y muerte de animales como negocio, espectáculo o deporte es lícita y recibe importantes subvenciones por parte de la administración. Se incumplen sistemáticamente normas respecto al estado de los animales en los zoológicos o a su transporte en los destinados a convertirse en comida. Se ignoran las denuncias sobre la situación que padecen en determinados circos que se establecen en nuestras ciudades y se criminaliza al movimiento en defensa de estos seres.

España: a la educación y a la sanidad públicas se les aplican cada vez más recortes. Se privatiza todo lo privatizable y hasta lo que no podría serlo nunca por constituir un servicio esencial. Políticos renombrados insultan y mienten acerca de los ciudadanos que expresan de forma pacífica su hartazgo, desilusión y rabia ante un sistema generoso en injusticia y desigualdad que los oprime, explota e ignora cuando mayor asistencia necesitan. En Madrid es delito buscar comida en un contenedor.

¿Celebramos que ETA decida dejar de matar? Sí, porque el asesinato no puede ser argumento ni objetivo. Pero no hay razones para una alegría completa. El terrorismo sigue existiendo. Afortunadamente llega el final de una de sus manifestaciones. Queda, sin embargo, el ejercido por el Estado. Que no por maquiavélico y amparado por leyes es menos pródigo en terror. Ahora sabemos que no nos matará una bala o una bomba de ETA. Pero lo cierto es que hay más formas de ser extorsionados o de que nos destrocen la vida.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.