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Fondos insuficientes atentan contra combate al sida

Fuentes: IPS

El compromiso de donar 11.700 millones de dólares para refinanciar el Fondo Mundial de lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria en los próximos tres años resulta insuficiente y amenaza con revertir los avances logrados en el combate a estos males. Dicho compromiso se asumió el martes, cuando se esperaba llegar a 20.000 […]

El compromiso de donar 11.700 millones de dólares para refinanciar el Fondo Mundial de lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria en los próximos tres años resulta insuficiente y amenaza con revertir los avances logrados en el combate a estos males.

Dicho compromiso se asumió el martes, cuando se esperaba llegar a 20.000 millones de dólares en las campañas contra las tres enfermedades infecciosas más mortales del mundo.

Esa diferencia de 8.300 millones «causará la muerte de millones de personas por enfermedades que de otro modo serían tratables. Ya no serán viables los ambiciosos programas por país, que podrían ser la diferencia entre la vida y la muerte», dijo Jennifer Cohn, asesora de políticas sobre VIH/sida en Médicos Sin Fronteras.

El Fondo Mundial, financiado por entidades públicas y privadas, da dinero a distintos países para que apoyen programas de tratamiento y prevención de las tres enfermedades.

Se estima que estos programas han salvado unos 5,7 millones de vidas, resultados que el director ejecutivo del Fondo Mundial, Michel Kazatchkine, dijo no se esperaban ni siquiera hace tres años.

Pero a consecuencia del subfinanciamiento del miércoles, a Kazatchkine le preocupa que estos logros puedan revertirse.

Si la suma comprometida ahora es la última palabra de los donantes, no alcanza ni para satisfacer las demandas más ínfimas para el próximo trienio ni para cumplir los Objetivos de Desarrollo de las Naciones Unidas para el Milenio, enfatizó.

A fin de ampliar los programas del Fondo se propusieron tres escenarios de financiamiento para el periodo 2011-2013. Cada suma corresponde a diferentes calendarios para el logro de los objetivos de salud.

Si no se alcanza la suma mínima, los países no podrán expandir sus programas tan rápido como esperaban, por lo que seguirá muriendo gente, dijo Kazatchkine.

Incluso ahora, «hay personas que mueren de enfermedades prevenibles y tratables», señaló.

«Ésta es la realidad del mundo: la gente que no tiene acceso a atención muere por enfermedades, y esto es un escándalo», dijo.

Aunque no se eliminarán programas a consecuencia de la escasez de fondos, se considera que el esfuerzo por ampliar el trabajo del Fondo es necesario para lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio, definidos en 2000 por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas con 2015 como fecha límite.

El sexto de ellos es combatir el VIH/sida, la malaria o paludismo y otras enfermedades, entre ellas la tuberculosis.

Los expertos estiman que para 2015 se puede lograr una reducción de un tercio en las muertes por tuberculosis, excepto en aquellas causadas por cepas resistentes a los fármacos. Y también una cobertura universal de mosquiteros –para protegerse contra los mosquitos que transmiten el paludismo– incluso para 2012.

Lo más destacable es la perspectiva de poner fin a las muertes por paludismo en los próximos cinco años. De lograrse, esta erradicación será uno de los mayores triunfos contemporáneos en materia de salud.

Pero como el Fondo Mundial es la mayor fuente multilateral de financiamiento de los esfuerzos contra las tres enfermedades, a los funcionarios de la salud y a las organizaciones no gubernamentales les preocupa que la escasez de recursos para los próximos tres años pongan en riesgo las posibilidades de éxito.

Según Kazatchkine, si no se reciben más compromisos, habrá que tomar decisiones difíciles, que podrán afectar la salud y el medio de sustento de millones de personas.

Por ejemplo, Carol Nawina Nyirenda dijo que un país puede tener que optar entre buscar recursos para financiar un programa contra la tuberculosis o uno contra el VIH/sida. Pero ambos males están estrechamente vinculados: la tuberculosis es la principal causa de muerte entre quienes viven con VIH/sida.

Nyirenda, coordinadora nacional de la Iniciativa Comunitaria para la Tuberculosis, el VIH/Sida y la Malaria en Zambia, declaró a IPS que la brecha de financiamiento tendrá efectos reales para las poblaciones locales.

Por cada dos personas que reciben tratamiento contra el VIH/sida, otras cinco se infectan. Tal como están las cosas, el Fondo Mundial podrá continuar brindando recursos para tratar a las primeras dos personas.

«Pero ¿qué ocurrirá con las cinco nuevas infecciones?», preguntó.

Sin los recursos necesarios, «el Fondo Mundial no podrá manejarlas», se respondió.

Según ella, esto tendrá consecuencias de largo alcance. Buena parte de los avances logrados en el combate al VIH/sida puede atribuirse a la reducción del estigma social que rodea a la enfermedad, lo que ha allanado el camino para que la gente se haga los análisis y busque tratamiento.

Pero si esas personas no reciben tratamiento volverá el estigma, dijo a IPS.

A veces las personas pasan entre uno y dos años en listas de espera para someterse a los tratamientos, explicó.

Si esta situación se vuelve más dominante, o estas personas no reciben tratamiento del todo, otros en su comunidad se sentirán desalentados, preguntándose qué sentido tiene realizarse análisis, dijo Nyirenda.

Y si no se tratan morirán precozmente, agregó.

«La brecha es preocupante. Nos guste o no, va a morir gente», dijo a IPS.

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=96590