«Porque yo no hilo lana / porque yo estoy amenazado cada día / por órdenes de arresto / y mi casa está expuesta a las visitas policíacas / a las pesquisas / a las «operaciones de limpieza» / porque me encuentro en la imposibilidad / de comprar papel / grabaré todos mis secretos / en […]
Versos del poema Escrito en el tronco de un olivo. Autor, el poeta palestino Tawfi Zi-Yad.
Fusilan a Palestinos y Palestinas de todas las edades en Gaza disparando desde detrás de la muralla de alambre de espino. No lo ocultan, no asesinan y entierran en fosas comunes sin que nadie lo vea, los sionazis asesinan mostrando sin escrúpulos lo que hacen a los ojos de los gobiernos del gran capital.
En la Gran Marcha del Retorno y Contra el Bloqueo a Gaza los sionazis han escogido con miras telescópicas a 250 Palestinos y Palestinas de todas las edades para fusilarlos, y a otros 24.000 para herirlos de gravedad, dejándoles secuelas a muchos de ellos para el resto de su vida.
El último fusilado ha sido un niño de 4 años. Estaba con su padre, alejado a cientos de metros de los asesinos, pero un francotirador lo escogió como objetivo y lo mató. Su padre, Yaser Abi Abed también fue herido en una pierna. El asesino se mostrará satisfecho, misión cumplida, pues todos los que han participado en los fusilamientos han recibido por su actividad criminal felicitaciones de Netanyahu y sus ministros, la tarea conlleva un sobresueldo que los gobiernos europeos facilitan incumpliendo los Acuerdos, Tratados y Resoluciones en Derecho, siempre internacionales. Qué paradoja, quienes se dicen demócratas incumplen, son cómplices, y quienes cumplen con el Derecho a la paz son asesinados.
Si la colonización es condenada en la ONU; si la construcción de asentamientos coloniales en territorio ocupado es considerado en los Acuerdos de Ginebra como Crimen de guerra; si asesinar a cientos y miles de personas desarmadas es considerado en la Justicia Internacional como Genocidio; si los firmantes de todo lo que establece el derecho a defenderse y la obligación de los demás a defender al agredido no cumplen con la Ley, ¿nos quieren hacer pensar unos que somos afortunados porque no nos toca el lugar de las víctimas porque si nos tocase harían lo mismo con nosotros? No es para estar orgullosos de ser españoles, europeos, occidentales bajo regímenes tan poco cumplidores de sus obligaciones, y tan dispuestos a matar lo que es declarado como principios éticos humanitarios.
Nos habíamos quedado en el fusilamiento del niño de 4 años, pero antes la tropa colonial sionazi había asaltado una casa en la ciudad de Tulkarem, y al salir de ella encontraron en la acera de enfrente a un grupo que se había parado a ver lo que hacían, y con la misma soltura de un criminal convencido los asaltantes dispararon matando a Muhammad Hosian Habali, un joven palestino discapacitado que no pudo escapar.
A la vez las tropas coloniales entraban en las Nablus, Qalquilya, Al-Jalazoun, Hebrón y Tubas, y la población palestina les hacía frente con piedras, no dispone de otras armas -ningún gobierno occidental mencionado ayuda a su autodefensa- y el ejército israelí asesinó a un joven en Hebrón y logró secuestrar a otros 20 jóvenes en éstas localidades. Conforme realizaban sus crímenes y secuestros en las ciudades mencionadas otro grupo militar sionista ocupó el patio de la mezquita de la Cúpula de la Roca, en Jerusalén, como una provocación más.
La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios ha hecho conocer que en los 13 días que van del 20 de noviembre al 3 de diciembre el ente israelí ha atacado 11 veces a la población Palestina, y que hasta esa fecha durante todo 2018 ha lanzado con protección militar a sus colonos contra los palestinos una media de 5 veces por semana. Además el informe declara que se ha apropiado o ha destruido 33 edificios de Palestinos en Cisjordania para luego expulsar a los habitantes. Sólo en el mes de noviembre las tropas de colonización han secuestrado 260 Palestinos, muchos de ellos menores; han causado 232 heridos; han fusilado en Gaza a 21, 14 en la Gran Marcha por el Retorno y 7 en bombardeos, además en Cisjordania han fusilado a 3. En éste mes de noviembre, además de todo eso, las tropas coloniales han atacado granjas y destruido casi centenar de olivos. Los crímenes del régimen israelí son diarios, entre los días 12, miércoles, y 13, jueves han fusilado a otros 5 Palestinos y han secuestrado y metido en prisiones a más de 40, el castigo es continuo, y hay una explicación: fusilan al los Palestinos y Palestina porque son una fuerza política, la presencia de la población señala a régimen ocupante, el pueblo Palestino resulta un agente político que interviene en el panorama mundial, del pueblo Palestino depende en gran medida la política del imperio. Ésta conexión nos dice la importancia que tiene el pueblo que se resiste a su colonización. Porque las cifras son frías y al poco desaparecen de la memoria, hay que acompañarlas de una explicación sobre el origen y el propósito final que las integre. Hacer desaparecer a un pueblo que se resiste y a su historia, ya sabemos que es una labor criminal de quien la realiza y de quien colabora.
En los casos descritos más arriba vemos que todo el despliegue militar obedecía al plan continuo de provocación. Netanyahu, como todos los anteriores representantes del sionismo, necesita de la inestabilidad permanente, véase su instalación: el ente israelí se construye sobre el genocidio, la expulsión del Pueblo Palestino y la destrucción del testimonio que representa su cultura en todas sus formas, para instaurar mediante el terror cotidiano el nuevo modelo de sociedad basada en el racismo, la xenofobia, y la teología por la que se atribuyen el título de «pueblo elegido por Dios», y la realización de tal propósito la apoyan en 60 leyes con las que anulan derechos al Pueblo Palestino, además de coronarse con la Ley del Estado Nación, ejemplo de nazismo que después de la Alemania nazi el mundo entero había condenado.
También se adueñan del concepto «negociación»y falsifican la realidad, de potencia colonial que se sostiene de siempre en la monarquía imperial inglesa, el imperio estadounidense, pasando por la Alemania nazi, abandonando a los judíos a cambio de su apoyo a la colonización de Palestina, y más tarde en la corrupción de gobiernos árabes y la colaboración de los gobiernos europeos. ¿Negociar? Palestina para el capital es un juego de dados trucados, por eso siempre parecen apostar, y lo que vemos es que siempre sale lo mismo: Palestina, el Pueblo Palestino, paga con su tierra y sus mártires. Y el gran capital, imperialista y sionista piden que los palestinos jueguen otra vez: «siéntate y juega, tira los dados tu mismo». ¿Quién los puede creer?
Ramón Pedregal Casanova es autor de los libros: «Gaza 51 días», «Palestina. Crónicas de vida y Resistencia», «Dietario de Crisis», «Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero», y «Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios». Presidente de la Asociación Europea de Cooperación Internacional y Estudios Sociales AMANE. Miembro de la Comisión Europea de Apoyo a los Prisioneros Palestinos.
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