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Ante la muerte de Ramón Fernández Durán

Ha muerto un hombre digno

Fuentes: Virus Editorial

La mañana del pasado 10 de mayo Ramón Fernández Durán nos abandonaba tal y como él había decidido hacerlo, repartiendo cariño entre aquellos que le han rodeado y afrontando el último tramo de su vida con la misma lucidez con que en otros momentos ha tenido que enfrentar decisiones difíciles e importantes; en este caso […]

La mañana del pasado 10 de mayo Ramón Fernández Durán nos abandonaba tal y como él había decidido hacerlo, repartiendo cariño entre aquellos que le han rodeado y afrontando el último tramo de su vida con la misma lucidez con que en otros momentos ha tenido que enfrentar decisiones difíciles e importantes; en este caso la más dura de todas: abandonar definitivamente una vida realmente rica e intensa. Para Ramón, decir y hacer ha sido siempre una misma cosa y esa ha sido su actitud en los tres últimos meses tras decidir no prolongar un tratamiento de quimioterapia que se presentaba como una simple agonía, y marcharse amando, pensando y compartiendo sus reflexiones con tod@s nosotr@s.

Con él se va alguien a cuyo pensamiento recurriremos durante mucho tiempo, y de quien seguramente mucha gente se preguntará a menudo sobre su opinión ante los acontecimientos que nos quedan por vivir.

A la vez, Ramón dejó marcado en todos aquellos espacios de los que formó parte o a los que contribuyó, un profundo sentimiento de lo colectivo. Por sabiduría y por humildad, siempre fue consciente de que todo lo escrito corría el riesgo de ser una acumulación de palabras fósiles, sin los proyectos y las personas que en sus últimas semanas de vida le han rendido homenaje. Ha dejado una huella profunda y nos ha dejado en herencia la seguridad de que sólo desde lo colectivo podremos seguir construyendo reflexiones y formas de resistencia ante los retos que se nos presenten, empezando por el un momento tan difícil y decisivo como el actual.

En el caso de Virus editorial, tenemos una deuda muy especial con él. Durante años, Ramón depositó en Virus la confianza que nos permitió plasmar en libros buena parte de su creación intelectual. Textos imprescindibles e insustituibles que siguen siendo una aportación inestimable para entender el mundo en que vivimos, y que si hoy son un punto de referencia para entender los acontecimientos de urgencia, en el futuro serán ineludibles a la hora de conocer la historia de la que somos testigos. Con Ramón se va un compañero de viaje, que creyó como pocos en la valía de esta editorial.

Alguien dijo que digno es aquello que merece ser conservado. De Ramón Fernández Durán merece serconservada su actitud, su labor, su ejemplo. Ha muerto un hombre digno, y con él su capacidad de luchar y de amar, de pensar y de hacer Es mucho lo que se va con él, pero también mucho lo que se queda. Se va un hombre digno y se queda la necesidad de pelear por una vida que merezca la pena ser vivida.

Con todo el cariño, el colectivo vírico

Otros textos de despedida de Ramón Fernández Durán:

Ramón Fernández Durán, referente del ecologismo (obituario de Tom Kucharz y María González Reyes, en nombre de Ecologistas en Acción, publicado en El País)

Berlín, Ramón, Madrid (Jacobo Ribero, en la web de Diagonal)

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de los autores mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.