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¿Hay veteranos de inteligencia de las fuerzas armadas de Israel ayudando en Uganda cazar a activistas LGTB (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales)?

Fuentes: 972mag

Traducido del inglés para Rebelión por J. M.

Un informe de investigación revela que una compañía israelí está implicada en el suministro de programas de información espía para el Gobierno de Uganda, que se utilizan para perseguir a activistas LGBT en el país.

 

En la actualidad, en Uganda, las relaciones homosexuales son ilegales. Los legisladores de Uganda están tratando de ilegalizar las actividades LGBT, incluidas las organizaciones mismas. Los activistas son perseguidos, así como los medios de comunicación alternativos LGTB, y hay denuncias de violencia generalizada contra los miembros de la comunidad.

Un reciente informe de investigación del sitio web Sheera Frenkel reveló que la compañía israelí NICE Systems, junto con la empresa italiana Hacking Team, estaba involucrada en el suministro de software espía a diferentes países -incluida Uganda- que según Buzzfeed, (basada en correspondencias publicadas por Wikileaks) hizo uso de la tecnología para rastrear a los activistas LGBT.

¿Quiénes son los principales actores en esta historia?

NICE es una empresa israelí fundada en 1986 por un grupo de exsoldados pertenecientes a la prestigiosa Unidad 8200 de Israel, parte de las unidades de inteligencia de las FDI. Antes de que la empresa comenzara a crear productos para el mercado civil trabajó en el desarrollo de sistemas de comunicaciones para las industrias de seguridad y los servicios de inteligencia.

Hacking Team es una empresa italiana que ofrece soluciones para la recopilación de información para los organismos de gobierno. La compañía creó un programa de recolección de inteligencia, que se instala directamente en cualquier dispositivo electrónico. En julio de este año, Wikileaks publicó correspondencia que revela que ciertos organismos en Israel están interesados ​​en programas de esa empresa, aunque no está claro si fueron comprados y utilizados.

En su página web, Hacking Team se compromete a no exportar su tecnología de acopio de información a cualquier persona que lo pueda utilizar para violar los derechos humanos. Sin embargo, y según Frenkel, los representantes de Hacking Team no se molestaron en comprobar cómo se usarán sus programas, a pesar de los numerosos informes sobre las medidas represivas que se utilizan contra la comunidad LGBT en Uganda.

 

Para los disidentes de los regímenes opresivos, y específicamente para los miembros de la comunidad LGBT, el hecho de que los organismos gubernamentales reúnan información de inteligencia sobre individuos particulares no sólo frustra sus actividades, sino que los pone directamente en peligro. Lo vimos el año pasado, después de que un grupo de veteranos de la Unidad 8200 publicase una carta en la que admite que como parte de su servicio chantajearon a palestinos gays a cambio de información o con el fin de convertirlos en colaboradores.

 

La incorporación de soldados a la empresa privada después de su liberación del ejército es un fenómeno bien conocido, que se basa en las estrechas relaciones entre la industria de seguridad -incluyendo las empresas privadas- y el ejército israelí, ya sea en los ensayos que hace el ejército utilizando la tecnología desarrollada por empresas privadas, o a través de la experiencia militar utilizada por empresas privadas para desarrollar la propia tecnología.

Los tratados de comercio internacional de armas definen la recopilación de inteligencia como «tecnologías de doble uso», o sea que pueden utilizarse tanto para necesidades civiles como militares. Cuando se venden en el mercado, estas tecnologías son supervisadas ​​para tener en cuenta su potencial peligroso. Debido a los peligros de suministrar esta tecnología a regímenes que pueden utilizarla contra la población civil, es imprescindible exigir que las empresas de desarrollo y comercialización de tecnología de recolección de inteligencia asuman la responsabilidad de su producto y se aseguren de que no termine en las manos equivocadas.

Este caso es un ejemplo de que la tecnología de espionaje, vendida a los violadores de derechos humanos, puede ser utilizada para la persecución violenta de las comunidades oprimidas, por no hablar de cualquier ciudadano a quien se le despojó de su derecho a la privacidad. Estos organismos gubernamentales se benefician con la compra de herramientas eficaces para el control de la población, mientras que las empresas privadas se benefician de las violaciones de derechos humanos.

 Tanya Rubinstein es directora del proyecto «Hamushim», como parte de la Coalición de Mujeres por la Paz. Este artículo fue publicado originalmente en hebreo en Haokets.

Fuente: http://972mag.com/are-idf-intelligence-vets-helping-uganda-hunt-down-lgbts/111442/