El juez estadounidense James Brady dictó hoy una orden de liberación para Albert Woodfox, exmiembro de los Panteras Negras que cumplía condena en una cárcel de Luisiana (sur de Estados Unidos) en la que ha pasado 43 años en régimen de aislamiento, el más largo período de confinamiento en solitario de la historia del país, […]
El juez estadounidense James Brady dictó hoy una orden de liberación para Albert Woodfox, exmiembro de los Panteras Negras que cumplía condena en una cárcel de Luisiana (sur de Estados Unidos) en la que ha pasado 43 años en régimen de aislamiento, el más largo período de confinamiento en solitario de la historia del país, por el asesinato de un funcionario de prisiones.
Woodfox, de 68 años, era el único miembro que quedaba en prisión del grupo Los tres de Angola, todos negros y miembros de la organización afroamericana inspirada por Malcom X, y permanecía confinado en una celda desde el 18 de abril de 1972.
Brady, magistrado de la localidad de Baton Rouge, ha decidido que, dada la avanzada edad del reo, su delicada salud y «la falta de confianza en que el Estado celebre un tercer juicio justo», la mejor opción era dejarle en libertad, según los medios locales.
La orden, además de prohibir un tercer proceso contra Woodfox, asegura que no tuvo una defensa justa. Brady mantiene que las autoridades estatales no actuaron correctamente durante el proceso judicial y recuerda que todos los testigos están muertos, según ha explicado por teléfono George Kendall, el abogado de Woodfox. El reo sufre de fallos renales, problemas en el corazón y hepatitis C.
El preso ya había sido juzgado y condenado en dos ocasiones anteriores, junto a sus dos compañeros, Robert King y Herman Wallace, por la muerte en 1972 del funcionario de prisiones Brent Miller durante una revuelta en la Penitenciaría Estatal de Luisiana, conocida popularmente como Angola. King y Wallace fueron liberados en 2001 y 2013, respectivamente. King murió un año después a causa de un cáncer terminal.
A pesar de la decisión del juez, los simpatizantes de Woodfox, que recibe el apoyo de la sección estadounidense de Amnistía Internacional, temen que la decisión sea apelada por el Estado de Luisiana. Un portavoz de la Fiscalía del Estado afirmó que el fallo será recurrido «para estar seguros de que este asesino se queda en prisión y está disponible para responder por sus acciones».
Cuando se produjo la muerte de Miller, Woodfox se encontraba en la prisión acusado de robo armado, y durante estos años siempre ha mantenido que se le acusó «en falso» como una vendetta por crear una célula de los Panteras Negras en prisión y por «denunciar las injusticias» de la cárcel.
Woodfox fue acusado en 1973 de asesinato en segundo grado, pero la acusación fue revocada en 1992, entre otras razones, por la ineficacia de su abogado y se desestimó la acusación. En 1993, Woodfox fue acusado por segunda vez y condenado en 1998. En 2008, un tribunal federal desestimó la segunda acusación por los mismos motivos.
Según The New York Times, un juez federal escribió en un informe que la cantidad de tiempo que estos hombres habían pasado en prisión rebasaba todos los límites y que no podía encontrar «nada remotamente comparable en los anales de la jurisprudencia americana».
Se calcula que hay unos 80 mil 000 presos en todo EE UU en celdas de confinamiento, en las que pueden pasar hasta 23 horas al día sin hablar o ver a un ser humano.