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Más denuncias de WikiLeaks sobre torturas

La anatomía de la bestia

Fuentes: Barómetro Internacional

Aunque Julian Assange no puede salir de la embajada de Ecuador en Londres (porque en tal caso sería detenido por las autoridades británicas, extraditado a Suecia y de allí a Estados Unidos, que le quiere hacer pagar caro sus revelaciones), el sitio web WikiLeaks ha reanudado la publicación de documentos secretos del Departamento de Defensa […]

Aunque Julian Assange no puede salir de la embajada de Ecuador en Londres (porque en tal caso sería detenido por las autoridades británicas, extraditado a Suecia y de allí a Estados Unidos, que le quiere hacer pagar caro sus revelaciones), el sitio web WikiLeaks ha reanudado la publicación de documentos secretos del Departamento de Defensa estadounidense, caratulados como «TOP SECRET», que sacan a luz el sistema criminal de torturas que impera en la base de Guantánamo, en los centros de detención en Irak y en prisiones secretas de la CIA desparramadas en varios países.

WikiLeaks comenzó a publicar a fines de octubre más de 100 nuevos archivos clasificados o de acceso restringido del Pentágono, en los que se establecen las normas y procedimientos de las detenciones bajo custodia militar de EEUU y las técnicas de interrogatorio bajo torturas practicadas en esos centros desde hace más de una década. Los documentos incluyen los Procedimientos Operativos Standard de los campos de concentración en Irak y Guantánamo, manuales de interrogatorio y órdenes de cambios en los procedimientos de las detenciones e interrogatorios.

Según un comunicado de Assange, estos documentos sobre la «Política de detenidos de EEUU» muestra la anatomía de la bestia en los procedimientos aplicados después del 11 de septiembre (de 2001).

Varias de estas «políticas de detenciones» se refieren a Camp Bucca, el mayor centro de detenciones en Irak, a la cárcel de Abu Ghraib, ubicada al oeste de Bagdad, su capital, a Guantánamo, ese puñal clavado en el costado de Cuba, y a instalaciones penitenciarias del ejército estadounidense instaladas en Europa con la anuencia de los gobiernos de esos países.

Según otro de los documentos revelados, en 2008 se eliminó el requerimiento de grabar las sesiones de los interrogatorios en algunas de las prisiones, después de hacerse públicos videos y fotos sobre las torturas inauditas practicadas en Abu Ghraib. El presidente Obama revocó esa orden.

Una de las técnicas utilizadas, según un documento del año 2005, es la de «aproximación al amor emocional», que explota los sentimientos del detenido hacia por sus familiares, sus compañeros o su patria. Otra técnica es la de «infundir miedo severo», en que el torturador, en voz alta y amenazadora, procura convencer al detenido que le esperan sufrimientos espantosos y no tiene otra opción que «cooperar». Todo esto además de la técnica del ahogamiento, o «submarino» (waterboarder), que se utilizó en profusión. También se van a publicar nuevos documentos relativos al centro de torturas conocido como «Campamento Delta», en la bahía de Guantánamo, y otros acerca de los métodos rutinarios empleados en centros de detención en Irak.

Esta nueva tanda de revelaciones se suma a los cerca de 250 mil mensajes secretos de la diplomacia estadounidense revelados por WikiLeaks a fines de noviembre de 2010, que provocaron una conmoción mundial. Un especialista en estos temas, el analista Rómulo Pardo Silva, estimó que «la tortura, la desaparición, el encarcelamiento sin llevar a los detenidos ante los tribunales son recursos de la política de Estados Unidos, que es la negación de los DDHH entendidos en la legislación internacional y que utiliza para sus planes de expansión mundial».

Plan de la CIA para derrocar a Rafael Correa

Este tema ha tenido una insospechada (o quizá no tanto) derivación internacional.

Se recordará que Julián Assange se refugió en la embajada de Ecuador en Londres, después de haber sido objeto de acusaciones absurdas (de delito sexual) en Suecia, país que está reclamando su extradición para a la vez, según es vox populi, extraditarlo a EEUU. En una actitud inadmisible, el gobierno de David Cameron amenazó con ingresar con fuerzas policiales a la sede diplomática donde Assange está refugiado desde el 19 de junio, para detenerlo. Una protesta internacional de vastos alcances, y particularmente de los países americanos, expresada en la UNASUR y en la OEA, con la única y sintomática oposición de EEUU y de Canadá, impidió que se perpetrara esta violación descarada de la norma de la inmunidad diplomática de las embajadas, de la Carta de la ONU y del derecho internacional. Assange sigue en la embajada ecuatoriana (en mal estado de salud, según se ha sabido). El gobierno de Ecuador propuso a Gran Bretaña que se le permita salir y alojarse en la embajada ecuatoriana en Estocolmo, para desde allí responder a las acusaciones de la justicia sueca, pero se enfrentó a una nueva y obcecada negativa del gobierno británico. En esas condiciones, Assange sigue realizando su labor de denuncia internacional.

En este cuadro ha surgido una novedad. El 26 de octubre el presidente ecuatoriano Rafael Correa reveló que la CIA tiene planes para impedir su reelección en los comicios del próximo 17 de febrero 2013, citando como prueba un artículo publicado por el ex embajador británico en Uzbekistán, Craig Murray, en su página web personal. El portal de noticias ecuatoriano Ecuavisa.com reproduce el planteo efectuado por Correa en su cuenta Twitter, en el sentido de que el ex embajador británico dijo en su artículo que la CIA invierte 87 millones de dólares, en su mayoría fondos del Pentágono, para influenciar las elecciones ecuatorianas, y que esa cantidad se triplicó desde que Chávez triunfó en los recientes comicios presidenciales en Venezuela.

Murray explica que los diplomáticos estadounidenses se jugaban enteros a la derrota de Chávez, y que «la rabia por el regreso de Chávez los ha llevado a procurar que el mismo error no se repita en Ecuador». Agrega que esto va a abrir camino a una campaña de la oposición para chantajear, calumniar y provocar una ola de escándalos mediáticos contra el gobierno de Correa en las próximas semanas. Recuérdese la conducta canallesca de la «gran prensa» ecuatoriana en ocasión del golpe de estado policial en Ecuador, en que llamaba directamente a eliminar al presidente. Por último Murray afirma su convicción de que EEUU desea que Correa pierda la elección.

En ese caso, si llega al gobierno un líder pro-estadounidense en Ecuador, el asilo otorgado por ese país a Assange sería cancelado, y la policía metropolitana de Londres sería autorizada a penetrar a la embajada ecuatoriana y a capturar a Assange para extraditarlo a Suecia, que sería una mera escala para su ulterior extradición a Estados Unidos, donde lo esperaría un verdadero linchamiento.

Véase todo lo que está en juego en torno a Assange y WikiLeaks en el globalizado mundo de hoy, y cómo está comprometido en esta lucha un gobierno auténticamente progresista y democrático, defensor de los DDHH a carta cabal, como el de Ecuador con Rafael Correa, que cuenta con el apoyo de todos los pueblos y gobiernos de América Latina.