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La Autoridad Palestina aterroriza a los periodistas palestinos

Fuentes: Rebelión

Traducido del inglés por Beatriz Morales Bastos

La policía palestina, de la que es responsable el presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahmoud Abbas, ha estado aterrorizando a los periodistas palestinos inconformistas por toda Cisjordania de una manera sin precedentes desde la creación de la AP a raíz de los Acuerdos de Oslo en 1993.

Los ataques a periodistas y cámaras han aumentado dramáticamente en los últimos días, especialmente en los días posteriores a la conferencia de paz de Annapolis de la que fueron anfitriones los estadounidenses.

El 29 de noviembre en Hebron, al sur de Cisjordania, varios policías de elite pegaron brutalmente a Muhammed Halayka, un cámara que trabaja para una televisión de Gaza, por rodar las protestas en contra de Annapolis en aquella ciudad.

Al menos un palestino, un hombre de 37 años, murió en las protestas del martes cuando policías que disparaban a la menor provocación abrieron fuego contra los manifestantes en el centro de Hebrón.

Por toda Cisjordania decenas de manifestantes y de periodistas resultaron heridos, algunos de ellos de gravedad, cuando la policía ordenó reprimir violentamente toda oposición pública a la conferencia de Annapolis.

Halayka, que fue llevado al hospital, relató a los periodistas que siete policías de la AP la tomaron con él y le golpearon con los puños y las culatas de sus rifles hasta que se desvaneció.

«El aparato de seguridad me llamó por rodar las manifestaciones. Cuando acudí, más de siete jóvenes oficiales la tomaron conmigo, me pegaron por todas partes, incluyendo la cara, hasta que me desmayé». Halayka fue llevado al hospital al atardecer.

Según Halayka, quienes le interrogaron le advirtieron además de que tendría que pagar diez mil dólares si informaba a los medios de comunicación de lo que le había pasado.

Antes la policía de la AP había detenido a Bassam Duweik por rodar las protestas en Hebrón y por «instigación y por mancillar la imagen de la AP». Duweik es un traductor del hebreo que también trabaja para varios periódicos dentro y fuera de los territorios palestinos ocupados .

Las fuerzas de seguridad preventivas de la AP en la ciudad de Dura citaron además a otro periodista, Walid Amayreh, para interrogarlo en relación a su supuesta intención de escribir un libro crítico con la AP. Amayreh fue obligado a firmar una declaración escrita en la que afirmaba que no criticaría a al AP ni se permitiría incitar a ello.

El martes la policía de la AP de Ramala atacó violentamente a varios periodistas en Ramala, Belén y en otras varias localidades, y les pegó brutalmente por cubrir las manifestaciones de protesta contra la conferencia de Annapolis.

Se ha informado de que varios periodistas fueron agredidos, incluyendo Wael Shoyoukhi, un corresponsal de Aljazeera herido gravemente al ser recibir varios golpes en la cabeza.

Un alto cargo de la AP afirmó que lamentaba estos ataques a los periodistas. El ministro del Interior de la AP, Abdul Razzaq al Yahya, declaró: «Los periodistas tienen que comprender la situación a la que nos enfrentamos . Lamentamos lo que ha ocurrido, pero los periodistas tienen que obedecer la ley».

Algunos periodistas palestinos condenaron a quienes desde occidente respaldan a la AP por su silencio ante los ataques de la policía de la AP contra la libertad de prensa en Cisjordania.

«Estados Unidos y la Unión Europea siguen disertando sobre la libertad de prensa, la democracia y todo eso. Pero cuando ven a estos bestias emprenderla con los periodistas palestinos y golpearles sin piedad en los calles de Cisjordania, se vuelven ciegos, sordos y mudos», afirmó Muhammed Rajoub, un periodista de la zona de Hebrón. «¿Es ésta la democracia que nos están prometiendo ?», añadió. Rajoub afirmó también: «En este caso el silencio significa satisfacción [con lo ocurrido] e incluso complicidad».

Desde los acontecimientos de mediados de junio en Gaza, cuando hombres de la milicia de Hamas derrocaron a la policía de Fatah tras unos sangrientos enfrentamientos que duraron una semana, el gobierno de Ramala respaldado por occidente ha estado tomando medidas drásticas contra la libertad de prensa. La AP cerró varias oficinas de prensa y varias emisoras de radio y televisión por «inducir a actividades ilegales e instigación». Además, 15 periodistas fueron detenidos y, en muchos casos, fueron maltratados y torturados.

El sistema judicial en Cisjordania está prácticamente paralizado y en la mayoría de los casos las fuerzas de seguridad no tienen en cuenta las decisiones judiciales.