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Por la democratización de Izquierda Unida-Comunidad de Madrid

La batalla de las primarias

Fuentes: Claridad

En los primeros días de junio el popular Moncho Alpuente soltó en un programa de la Cadena Ser que las candidaturas de Virginia Díaz y de Inés Sabanés para ser designadas por IU cabezas de lista a las elecciones al Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid en 2007 suponían «la democratización de IU». No iba […]

En los primeros días de junio el popular Moncho Alpuente soltó en un programa de la Cadena Ser que las candidaturas de Virginia Díaz y de Inés Sabanés para ser designadas por IU cabezas de lista a las elecciones al Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid en 2007 suponían «la democratización de IU». No iba muy desencaminado.

En el Consejo Político Regional de IU-CM del 27 de enero se aprobó una agenda y una metodología para abordar toda la cuestión electoral, con el 27,5% de oposición. Las medidas fundamentales eran la creación de una Comisión Electoral que «elaborara las normas que regulen la elección de las candidaturas y todo su proceso posterior, así como la Conferencia Programática». Con ese acuerdo se le otorgaba a esta comisión todo el poder sobre la elaboración del programa y la elección de candidatos.

La normativa elaborada por dicha comisión dividió la elección de los cabezas de lista de la del resto de las candidaturas, prohibió las primarias, permitió que los consejos políticos de las asambleas locales pudiesen decidir sin consultar a la militancia, exigió que las candidaturas que se presentasen al CPR tuvieran los avales del 25% de sus miembros y relegó el debate del programa, para hacerse después de elegidos los cabezas de lista y circunscribiéndolo a un acto central que se denomina Conferencia Programática, que es más un mitin de presentación pública de las candidaturas que una reunión de trabajo sobre el programa de IU a la Comunidad y al Ayuntamiento.

La prohibición de las primarias, escudándose en los estatutos federales, estaba pensada para impedirlas en IU de Madrid ciudad pues en su Asamblea se había aprobado este método de elección de los candidatos.

Los resultados

A pesar de todo desde Madrid ciudad se hizo un esfuerzo por acomodarse a las normas de la Comisión Electoral (por ejemplo, se aceptó separar la elección de los cabezas de lista del resto de la candidatura) y se decidió convocar primarias en todas las asambleas de distrito para el 25 de mayo. El hecho es que ni la Comisión Electoral ni la dirección regional han podido encontrar argumentos para impugnar el proceso.

El 25 de mayo, las 21 asambleas que componen IU en nuestra ciudad, convocadas por el Consejo Político de Madrid-Ciudad (CPMC), celebraron las primarias para determinar quién encabeza la candidatura a las próximas elecciones municipales, así como a quién proponemos para ponerse al frente de la candidatura al parlamento autonómico. Los resultados para la lista al Ayuntamiento fueron los siguientes:

Virginia Díaz 329 (79%) Ángel Pérez 52 (12%) V. Blanco 34 V. Nulos 4 Total participación 419

Además, se eligió la propuesta al Parlamento con el siguiente resultado:

Inés Sabanés 298 (75,4%) Gregorio Gordo 36 (9,1%) V. Blanco 61 V. Nulos 2 Total participación 397

Después de esta votación pocas dudas caben de cual es la opción que respaldan la mayoría de los militantes de IU en Madrid-Ciudad. Unos días después, el 5 de junio, la mayoría del Consejo Político Regional de Madrid se negó a aceptar el resultado de las primarias de Madrid-Ciudad. Incluso en el recuento «oficial», que ignoraba arbitrariamente el resultado de 9 asambleas de distrito, otorgaba más votos a Virginia Díaz (245) que a Ángel Pérez (219) ¿Por qué Pérez es el candidato, ignorando la voluntad de la mayoría de la militancia de la ciudad de Madrid? ¿Qué le parecería a los compañeros de IU de cualquier otra localidad del Estado si se les impusiera un candidato que no cuenta con el respaldo mayoritario? ¿les parecería una buena manera de afrontar la próxima campaña electoral?

Nada cabe reprochar a la actuación la organización de Madrid-Ciudad, pues los Estatutos la amparan para poder hacer propuestas y nada imposibilita que decida llevarlo a cabo mediante el método de primarias vinculantes, tal y como se ha hecho. Ciertamente, los Estatutos de IU-CM conceden al Consejo Político Regional la potestad de elegir la candidatura al Ayuntamiento de Madrid -incurriendo una flagrante discriminación de la militancia de Madrid-ciudad en relación a cualquier otra localidad de la comunidad, ademas de entrar en conflicto con los propios Estatutos de IU-CM que plantean la capacidad de decisión de cada asamblea en su ámbito-, pero también establecen que tiene que hacerlo sobre la base de la propuesta de Madrid y, además, nada impide al Consejo Político Regional atender la voluntad de los afiliados y afiliadas de la organización de Madrid-ciudad, como es su obligación democrática.

No sólo se trata de respetar un derecho democrático elemental, que en ninguna otra localidad se le ocurriría cuestionar a nadie y que produce bochorno explicar a cualquier persona de nuestro entorno vecinal, juvenil o sindical, sino que es la mejor manera de animar al conjunto de los compañeros tras unos años de fuerte retroceso en todos los terrenos de la organización.

La mayoría de los compañeras y compañeros que pertenecemos a IU de Madrid-Ciudad, llevamos años peleando por que se subsane la aberración anti-democrática de que IU en nuestra ciudad carezca de una dirección local propia y de unos cauces para que el conjunto de los afiliados pueda participar en la toma de decisiones y en la construcción de la organización en su ámbito.

Hace justamente un año, en junio de 2005, se celebró la asamblea de Madrid-Ciudad (la segunda, siete años después de la primera) en la que se eligió una nueva dirección con el compromiso de trabajar para dotar a IU de Madrid-Ciudad de una dirección política y de los cauces para que toda la militancia tuviera voz y voto en las decisiones de ámbito local, desde el programa, pasando por la política cotidiana en el Ayuntamiento, hasta la elección de las candidaturas, así como de que dispusiera de recursos adecuados para llevar a cabo su labor. Semejante criterio fue aprobado por unanimidad en el primer Consejo Político de Madrid-Ciudad (CPMC) que se celebró.

Perjudica a IU

Sin embargo, la dirección regional ha considerado que Madrid-Ciudad ni es un órgano de dirección política, tal y como se nos ha explicado en varias ocasiones, ni se le ha concedido ningún presupuesto (a pesar de que contribuye de forma muy destacada a las finanzas regionales, aportando aproximadamente un tercio de las mismas). Carecemos hasta de medios para mandar nuestra propia correspondencia, lo que ha permitido que la dirección regional no enviase una carta del Coordinador de Madrid-Ciudad a los miembros del CPMC que no les pareció oportuna.

Explicar a cualquier vecino que los militantes de Madrid-ciudad no tenemos derecho a elegir democráticamente a nuestros candidatos al consistorio municipal, es la mejor garantía de que no tomen en serio ninguna de nuestras propuestas políticas, pues no cabe dar peor ejemplo. Pero el primer daño se produce en una militancia menguada y harta de que se la considere como mera mano de obra para pegar carteles o hacer bulto en los mítines electorales.

En nada beneficia a IU esos métodos sino que dañan profundamente a la organización, un perjuicio que no evitaremos escondiendo el problema o mirando para otro lado. Por el contrario, el respeto a la democracia interna, conseguir que todos los compañeros se sientan parte efectiva de esta organización y predicar con el ejemplo de cara al conjunto de los trabajadores y jóvenes, es la mejor manera de comenzar a recuperar el pulso vital de la organización, de atraer al menos a parte de quienes hoy se incorporan a la lucha vecinal o sindical hacia nuestras filas, hacia una IU que lucha por transformar la sociedad y que debe hacer de la democracia y de la lucha por el socialismo unas de sus señas de identidad centrales.

Desde luego, la dirección de Madrid-ciudad ha procedido a presentar la impugnación del proceso ante los órganos competentes, pero reclamamos a la dirección regional que recapacite y cambie de política, empezando por reconocer el legítimo resultado de las primarias en Madrid-Ciudad. Que sea esa la primera decisión que nos conduce a dotar con medios adecuados la formación de una dirección política local y la recuperación de las asambleas de Madrid-Ciudad. Todavía estamos a tiempo de hacerlo, pues las candidaturas no serán ratificadas hasta el mes de noviembre y aún queda por elegir el resto de las mismas, para lo cual el CPMC emplazará a unas nuevas primarias al conjunto de la militancia y demandamos para el conjunto de IU-CM el empleo del mismo método.

El 19 de junio, el CPMC aprobó una resolución explicando el proceso realizado en Madrid, denunciando la actuación de la dirección regional y reclamando una rectificación. Ese camino, el del más estricto respeto a la democracia interna, sólo puede redundar en beneficio de IU que es lo que debe interesarnos a todos. También pedimos a la dirección regional, al resto de Federaciones, asambleas locales y, en definitiva, al conjunto de la militancia de IU que respalde nuestras justas demandas en aras de la recuperación de nuestro proyecto común.

* Jordi Escuer (Permanente IU-Madrid/Ciudad) y Jesús Mª Pérez (Consejo Político Regional IU-CM)