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La diversidad vegetal y animal es clave contra el flagelo del hambre que afecta a 840 millones de personas en el mundo.

La biodiversidad contra el hambre

Fuentes: Tierramérica

El pasado 16 de octubre, la comunidad internacional celebró el Día Mundial de la Alimentación, una ocasión para reflexionar sobre la naturaleza y dimensiones del hambre en el mundo, que afecta hoy a más de 840 millones de personas. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), ha querido este […]

El pasado 16 de octubre, la comunidad internacional celebró el Día Mundial de la Alimentación, una ocasión para reflexionar sobre la naturaleza y dimensiones del hambre en el mundo, que afecta hoy a más de 840 millones de personas.

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), ha querido este año poner el acento en la importancia de la biodiversidad para la alimentación mundial.

Esto quiere decir que es fundamental conservar la variedad de plantas y de animales que hoy tenemos para preservar una serie de procesos naturales esenciales, como la polinización por los insectos y la regeneración de los suelos por los microorganismos.

También significa que es indispensable crear las condiciones para que plantas y animales puedan resistir mejor las plagas y enfermedades, a fin de asegurar que cada día todos los seres humanos puedan tener acceso a los alimentos que necesitan.

A pesar de la gran variedad de especies vegetales y animales que existen en la actualidad, las personas dependen de tan solo 14 especies de mamíferos y aves para cubrir el 90 por ciento de sus suministros de alimentos de origen animal. Y tan solo cuatro especies -el trigo, el maíz, el arroz y la papa- proporcionan la mitad de la energía de origen vegetal que ingerimos.

Además de conservar la cantidad de especies, es muy importante conservar la diversidad genética en el seno de cada especie.

Sabemos que la agricultura moderna alienta a muchos agricultores a adoptar tipos uniformes de plantas o animales de alto rendimiento, pero cuando ellos abandonan la biodiversidad aumenta el riesgo de disminución del acervo genético.

En cambio, el disponer de una amplia variedad genética permite mejorar plantas y animales para que se adapten a condiciones cambiantes. Adicionalmente, esa diversidad ofrece la materia prima para producir variedades de cultivos y de razas apropiados para climas difíciles o que puedan resistir mejor a las enfermedades.

Incluso para los campesinos más pobres la biodiversidad puede ser su mejor protección contra el hambre. Los consumidores también se benefician de la diversidad, al poder elegir entre una mayor variedad de plantas y animales.

Es muy preocupante que la biodiversidad esté en peligro y que su disminución comprometa seriamente la seguridad alimentaria mundial.

Aproximadamente tres cuartas partes de la diversidad genética de los cultivos agrícolas se han perdido a lo largo del siglo pasado. Y el ganado, que contribuye a la seguridad alimentaria y al desarrollo rural, también está disminuyendo con rapidez. De las seis mil 300 razas animales que se conocen, mil 350 están en peligro de extinción o ya se han extinguido.

La oferta de alimentos se vuelve más vulnerable, se reducen las oportunidades para el crecimiento y la innovación en la agricultura y disminuye la capacidad de ésta para adaptarse a cambios ambientales tales como el calentamiento del planeta o la aparición de nuevas plagas y enfermedades.

Son vitales los esfuerzos mundiales para conservar plantas y animales en los bancos de genes, jardines botánicos y zoológicos. También son cruciales los esfuerzos que se realizan en distintos frentes por conservar la biodiversidad en los océanos, lagos y ríos del mundo entero, la cual a menudo se ve amenazada por la pesca excesiva y las prácticas dañinas para el medio ambiente.

Hoy estamos celebrando la inmensa riqueza de diversidad biológica que alberga nuestro planeta y el potencial que encierra para erradicar el hambre en el mundo.

Esperamos que este Día Mundial de la Alimentación nos sirva para rendir homenaje a todos los agricultores, pescadores, pastores y pobladores, hombres y mujeres del mundo entero, que desde hace diez mil años, cuando nació la agricultura, han protegido y enriquecido el patrimonio mundial de recursos genéticos.

También esperamos que este Día nos haga pensar en esos 840 millones de personas que padecen el flagelo del hambre en la actualidad y tomemos conciencia de que la biodiversidad es un aliado clave para que ellos puedan sobrevivir.

* El autor es Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Derechos Reservados IPS.