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Para mantenerse en el negocio, una brigada policial británica demoniza a quienes protestan pacíficamente

La brigada de la paranoia

Fuentes: The Guardian

Cuando oye hablar de un «extremista nacional», ¿cómo se lo imagina? ¿Como alguien como el Dr. Peter Harbour? Es un físico jubilado y profesor universitario que trabajó en el reactor de fusión nuclear patrocinado por los gobiernos europeos en Culham, Oxfordshire. Tiene casi 70 años. Nunca ha sido juzgado ni condenado por un delito, salvo […]

Cuando oye hablar de un «extremista nacional», ¿cómo se lo imagina? ¿Como alguien como el Dr. Peter Harbour? Es un físico jubilado y profesor universitario que trabajó en el reactor de fusión nuclear patrocinado por los gobiernos europeos en Culham, Oxfordshire. Tiene casi 70 años. Nunca ha sido juzgado ni condenado por un delito, salvo una multa por exceso de velocidad. Nunca ha dejado de pasar un control de seguridad. ¿No era el tipo de persona en la que estaba pensando? Entonces es que no trabaja para la policía.

El Dr. Harbour fue una de las personas que hicieron campaña para salvar un hermoso lugar local, Thrupp Lake, situado en Oxfordshire entre los pueblos de Radley y Abingdon. Allí solían pasear, nadar, hacer picnic, además de ver nutrias y martín pescadores. RWE npower, compañía propietaria de la central eléctrica de Didcot, quería vaciar el lago y llenarlo con cenizas de combustión maderera pulverizadas (1).

Los habitantes del lugar hicieron marchas y manifestaciones, además de enviar cartas y peticiones. Algunas personas intentaron evitar que la compañía talara árboles poniéndose en su camino. Su campaña fue totalmente pacífica. Pero RWE npower descubrió que tenía derecho legal a poner fin a las protestas.

Utilizando el Decreto de 1997 de protección contra el acoso, obtuvo un mandamiento judicial contra los habitantes de los pueblos y contra cualquier que pudiera protestar. Este mandamiento les prohibía «ir allí, permanecer allí, entrar en propiedad privada o realizar cualquier manifestación, protesta o cualquier otra actividad» en los terrenos cercanos al lago(2). Si alguien incumple este mandato, puede ser condenado a cinco años de prisión.

El decreto, se le dijo al Parlamento, pretendía proteger a las mujeres de los acosadores. Pero en cuanto llegó al código, se usó para detener las protestas pacíficas. Para obtener un mandato judicial, una compañía solamente necesita demostrar que alguien se siente «alarmado o afligido» por los que protestan, un requisito tan vago que puede significar casi cualquier cosa. ¿Fue un error debido a una redacción descuidada? No. Timothy Lawson-Cruttenden, el abogado especializado en usar esta ley contra los que protestan, se jacta de que su compañía «ayudó a redactar el Decreto de 1997 de protección contra el acoso?(3). En 2005 el Parlamento volvió a ser engañado cuando se deslizó una nueva cláusula, que no había sido debatida en ninguna de las Cámaras, en el decreto sobre policía y crimen organizado (4). Hacía más fuerte el decreto 1997, que se podía usar ahora para prohibir cualquier tipo de protesta.

Mr. Lawson-Cruttenden, que representaba a RWE npower, se jacta de que el propósito de obtener mandatos según el decreto es «la criminalización de la desobediencia civil»(5). Una de las ventajas de este enfoque es que se necesita un nivel de pruebas muy bajo: «las pruebas de oídas … son admisibles en los tribunales civiles». Los mandatos que obtiene criminalizan cualquier nueva actividad, incluso, como él admite, «aunque las alegaciones hechas queden sin demostrar» (6).

La pasada semana, molesta por la mala publicidad, npower retrocedió. Cuando los habitantes de esos pueblos empezaban a celebrarlo, hicieron un descubrimiento sorprendente: ahora figuran en una lista oficial de extremistas nacionales.

La National Extremism Tactical Co-ordination Unit (NETCU, «unidad de coordinación táctica contra el extremismo nacional») es el equipo policial que coordina la lucha contra los extremistas. Para ilustrar las amenazas a las que se enfrenta, la NETCU envía imágenes de personas marchando con pancartas, de pacíficos contestatarios fuera de una base militar y del Rebel Clown Army (cuyos miembros van vestidos de payasos para mostrar que tienen intenciones pacíficas). Publica noticias de prensa sobre Greenpeace y el campamento por el clima de Kingsnorth(7). Todo esto, sugiere su sitio web, ex extremismo nacional.

La NETCU publica un manual para los policías encargados de vigilar las protestas. Para ayudarles a identificar a los elementos peligrosos, les envía una lista de «Mandamientos judiciales que relacionan las campañas de extremismo nacional», publicada en el sitio web de la NETCU(8). En la primera página está el mandato obtenido por npower contra los habitantes de Radley, en el que se nombra a Peter Harbour y a otros. El Dr. Harbour escribió al jefe de la NETCU, Steve Pearl, para pedirle que quitara su nombre del sitio. Mr. Pearl se negó. Por tanto, el Dr. Harbour sigue siendo un extremista nacional.

Fue esta unidad de policía de la paranoia la que escribió el mes pasado en el Observer sobre «ecoterroristas». El artículo mantenía que «un solo extremista disidente podría intentar un ataque terrorista que intentara matar a un gran número de británicos»(9). La única prueba que aportaba era que alguien de Earth First! Había afirmado que el mundo está sobrepoblado. Esto, afirmaba el artículo, significa que el movimiento podría intentar una campaña de aniquilamiento masivo. Lo mismo podría decirse de las Naciones unidas, de Optimum Population Trust y de cualquiera que haya expresado su preocupación por los niveles de población.

El Observer retiró el artículo cuando la NETCU no pudo proporcionar ninguna justificación de sus afirmaciones (10). La NETCU me dice ahora que el informe «no era un reflejo exacto de nuestras opiniones»(11). Pero el artículo contenía una pista sobre el motivo de que la policía quiera extender esas historias. «El auge del ecoextremismo coincide con la caída del movimiento por los derechos de los animales. Dice la policía que el movimiento por los derechos de los animales está en un momento de confusión» y que «su masa crítica de extremistas del ala dura se redujo tanto que se detuvo su efectividad»(12). Si, como mantiene la policía, el extremismo por los derechos de los animales ya no es peligroso, para la NETCU es difícil justificar su existencia: a menos que pueda demostrar que el extremismo nacional existe en otra parte. El artículo habría podido tener un titular mejor: «Mantenga nuestra dotación de fondos, dice la policía, o la civilización se vendrá abajo».

La NETCU afirma que el extremismo nacional «se asocia a menudo con protestas de una sola causa, como los derechos de los animales, el no a la guerra, el no a la globalización y la oposición a los cultivos genéticamente modificados»(13). Con excepción de las protestas por los derechos de los animales, en el Reino Unido estas campañas han sido abrumadoramente pacíficas. Como señala el escritor y activista Merrick Godhaven, los grupos cuyas tácticas se acercan más a las de los activistas violentos por los derechos animales son los antiabortistas (14). La UK Life League, por ejemplo, ha publicado los nombres y direcciones de personas implicadas en abortos y en la planificación familiar (15,16). Dos de sus miembros han sido condenados por enviar fotos de fetos mutilados a médicos y farmacias (17). Antiabortistas de Estados Unidos han asesinado a médicos, enfermeros y recepcionistas. Sin embargo, no se menciona a la UK Life League o a las campañas antiabortistas en el sitio de la NETCU. Esto hace que me parezca una policía partidista.

Así como las afirmaciones engañosas de los servicios de seguridad se usaron para lanzar una guerra ilegal e innecesaria contra Irak, las exageraciones de la NETCU se usarán para justificar el tratamiento de mano dura contra contestatarios pacíficos. En ambos casos, se quitan espías y policías que deberían dedicarse a las amenazas auténticas del terrorismo y la violencia.

¿Cuánto tiempo más permitirá el Gobierno que las fuerzas policiales obtengan fondos para asuntos como estos? ¿Y en qué punto decidiremos que este país está empezando a parecerse a un estado policial?

Traducido por Víctor García para Globalízate

www.monbiot.com

Referencias:

1. http://www.saveradleylakes.org.uk/

2. The High Court of Justice. Order arising from Case HQ07X00505. para 6.4 http://www.netcu.org.uk/downloads/injunctions/rwe_npoweplc.pdf

3. http://www.lawson-cruttenden.co.uk/, viewed 22nd December 2008.

4. Sections 125-127. http://www.opsi.gov.uk/acts/acts2005/ukpga_20050015_en_12#pt4-pb1-l1g125

5. Timothy Lawson-Cruttenden, 2007. Injunctive Relief Against Harassment and trespass. Case Commentaries, p194. Environmental Liability. http://www.lawson-cruttenden.co.uk/articles/157_070601_environmentalliabilitiy.pdf

6. ibid.

7. http://www.netcu.org.uk

8. NETCU, November 2007. Policing Protest: pocket legislation guide, p51. It can be viewed here: http://www.indymedia.org.uk/media/2008/08/405435.pdf

9. Mark Townsend and Nick Denning, 9th November 2008. Police warn of growing threat from eco-terrorists. The Observer.

10. Stephen Pritchard, 23rd November 2008. Anonymous sources and claims of eco-terrorism. The Observer. http://www.guardian.co.uk/commentisfree/2008/nov/23/readers-editor-climate-change

11. NETCU, pers comm, 22nd December 2008.

12. Mark Townsend and Nick Denning, ibid.

13. http://www.netcu.org.uk/about/domesticextremism.jsp

14. Merrick Godhaven, 15th November 2008. Civil Disobedience is a Terrorist Threat. UK Watch. http://www.ukwatch.net/blog/merrick_godhaven/civil_disobedience_is_a_terrorist_threat

15. Leading article, 12th March 2006. Email campaigns. The Observer. http://www.guardian.co.uk/politics/2006/mar/12/observerpolitics

16. Linda Harrison, 9th July 2001. Anti abortion activists step up UK Net campaign.
http://www.theregister.co.uk/2001/07/09/anti_abortion_activists_step_up/

17. Jeremy Laurance, 8th May 2006. Anti-abortionist jailed for photo protest.
http://www.independent.co.uk/news/uk/crime/antiabortionist-jailed-for-photo-protest-477279.html