La desigualdad racial en el acceso al sistema de salud es un factor determinante en la salud materno infantil en EE UU. Los últimos datos oficiales de mortalidad de niños indican que mientras entre los blancos y los hispanos la tasa -medida en niños que fallecen por cada mil nacimientos- está al nivel de las […]
La desigualdad racial en el acceso al sistema de salud es un factor determinante en la salud materno infantil en EE UU. Los últimos datos oficiales de mortalidad de niños indican que mientras entre los blancos y los hispanos la tasa -medida en niños que fallecen por cada mil nacimientos- está al nivel de las de los países desarrollados, entre los hijos de mujeres negras la tasa es más del doble: 13,6. Esta proporción es igual que la de países como Libia, Bielorrusia o Sri Lanka, según los datos del Índice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas.
El índice de mortalidad infantil en niños de raza blanca está en 5,66, y de hispanos, en 5,55. Noruega, el primer país de la lista de la ONU, tiene una tasa de 3. España, de 4.
Ante la inexistencia de razones biológicas que justifiquen esta diferencia, los expertos consideran que se debe a la desigualdad en el acceso al sistema de salud. En Estados Unidos la cobertura sanitaria no es universal, y la población más pobre (mayoritariamente de raza negra) sufre elevadas tasas de desempleo, por lo que tiene menos acceso a seguros privados. Además, asociado a la pobreza hay otros factores (obesidad, trastornos mentales, tabaquismo, alcoholismo) que también tienen las tasas más altas entre las mujeres de esa raza.