Cinco relatores de derechos humanos de la ONU han instado a Estados Unidos a que proceda al «cierre inmediato del centro de detención de Guantánamo», en Cuba, a que lleve a todos los detenidos que allí se encuentran ante un tribunal independiente o, de lo contrario, sean liberados
Los relatores sobre la Tortura, Manfred Nowak; sobre la Independencia de Jueces, Leandro Despouy; sobre la Libertad de Religión, Asma Jahangir; sobre el Derecho a la Salud Física y Mental, Paul Hunt; y la presidenta del grupo de trabajo sobre Detenciones Arbitrarias, Leila Zerrougui, han emitido hoy su informe final sobre la situación de los prisioneros en la base naval de Guantánamo.
El informe, que resume en 54 páginas la investigación de los expertos de la ONU, pide al Gobierno estadounidense que «cierre el centro de detención de Guantanamo Bay y se contenga de cualquier práctica que equivalga a tortura o un trato cruel, inhumano o degradante».
Los expertos de la ONU lamentan que el Gobierno de EEUU les haya negado «un acceso libre» a los detenidos y la posibilidad de «entrevistarlos de manera privada», tal como lo permiten todos los países que visitan.
Han denunciado que el Ejecutivo estadounidense actúa con los detenidos -unos 500, según las organizaciones de derechos humanos- «como juez, fiscal y defensor, lo que viola las garantías del derecho a un proceso justo».
Los cinco relatores pasan revista a una serie de nociones legales aplicables a los detenidos en la bahía cubana, así como a los derechos que les son negados, al tiempo que cuestiona las técnicas utilizadas en los interrogatorios y las condiciones de detención.
Además, hace mención a las reiteradas alegaciones sobre el «uso de violencia excesiva», que en algunas circunstancias ha sido registrada mediante fotografías y vídeos.
El grupo de relatores, nombrados por la Comisión de Derechos Humanos de la ONU pero que actúan de manera independiente, critica igualmente a Washington por sus «intentos de redefinir la tortura en función de la lucha contra el terrorismo para permitir ciertas técnicas de interrogación» que están prohibidas a nivel internacional.
El asunto de los actos que equivalen a la tortura, así como de otros tratos crueles y degradantes, representa gran parte de las preocupaciones expresadas por los relatores en su informe.
Deterioro de la salud mental
Asimismo, los relatores subrayan que «todas las condiciones de confinamiento en Guantánamo constituyen una violación al derecho a la salud», debido a que provocan «un profundo deterioro de la salud mental de los detenidos».
Petición de AI al Gobierno español
Por su parte, Amnistía Internacional (AI) ha pedido al Gobierno español que «rompa su silencio y condene las violaciones» de los derechos humanos en Guantánamo, sumándose a las nuevas voces internacionales que exigen el cierre de esta base.
El Gobierno español, afirma AI en un comunicado, «ha hecho gala en sus manifestaciones públicas de su compromiso con la defensa y la promoción de los derechos humanos. Ahora tiene una oportunidad de expresar ese compromiso con una condena rotunda de lo que está ocurriendo en esta base norteamericana, símbolo de la tortura y del horror».