Un grupo de personalidades de la oposición jordana ha emitido una declaración en la que piden al rey Abdullah II que «revele la magnitud de su riqueza y la de su esposa y familia y devuelva los fondos saqueados al tesoro público».
Los firmantes la creación del «comité nacional de rescate» y convocan una sentada abierta el 24 de marzo en la capital, Ammán.
Según datos bancarios filtrados, cuyos detalles se hicieron públicos esta semana, el rey Abdullah atesoró cientos de millones de dólares en al menos seis cuentas bancarias diferentes en el banco suizo Credit Suisse.
Su esposa, la reina Rania, abrió varias cuentas durante un periodo de enorme agitación en Oriente Medio tras la revuelta popular de 2011, que provocó la caída de líderes en Túnez, Egipto, Libia y Yemen, y el estallido de una brutal y prolongada guerra en Siria. Se dice que una de las cuentas de la realeza está valorada en unos 244 millones de dólares.
El momento de la apertura de las cuentas provocó acusaciones de que el rey estaba utilizando las cuentas suizas como una póliza de seguro en caso de un cambio de régimen similar a los que se han visto en toda la región.
Mientras tanto, los jordanos sufren una crisis del coste de la vida que ha provocado algunas de las mayores protestas de los últimos años.