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La PAH vs SAREB: las obligaciones hacia el ser humano

Fuentes: eldiario.es

¿Quién garantiza los derechos que están reconocidos en nuestro país? La Plataforma de Afectados por la Hipoteca ha convertido en un garante de derechos. Asume obligaciones cuando nadie lo hace para conseguir que haya personas que puedan tener hogar. Spiderman nos ha hecho pensar que un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Convendría que también […]

¿Quién garantiza los derechos que están reconocidos en nuestro país? La Plataforma de Afectados por la Hipoteca ha convertido en un garante de derechos. Asume obligaciones cuando nadie lo hace para conseguir que haya personas que puedan tener hogar.

Spiderman nos ha hecho pensar que un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Convendría que también tuviéramos muy presente que todo derecho no será posible sin la obligación de hacerlo posible. Derechos y obligaciones están o deberían estar íntimamente ligados. No en el sentido de que todo ciudadano debe tener derechos y obligaciones. Estas obligaciones no son las que, demasiado a menudo, se suelen recordar a algunas personas por su condición de migrante y posible competidora por recursos o creadora de formas de hacer que no acaban de gustar. Estas obligaciones son de otro tipo, son las que hacen posible que existan derechos, son las que los garantizan. Cuesta mucho conseguir que se reconozcan derechos, pero lo que es al final importante son las obligaciones necesarias para hacerlos existentes verdaderamente.

¿Quién garantiza los derechos que están reconocidos en nuestro país? La Plataforma de Afectados por la Hipoteca se ha convertido en un garante de derechos. Asume obligaciones cuando nadie lo hace para conseguir que haya personas que puedan tener hogar. De no ser por la Obra social de la PAH, en más casos de los que ya padecemos estos derechos no estarían garantizados. Estarían escritos en alguna ley, pero no se estaría trabajando para hacerlos reales. La resolución del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que se conoció ayer, y que supuso que el titular del juzgado de instrucción número 3 de Girona paralizara el desalojo del # BlocSalt, también nos debería hacer pensar que se preocupa por los derechos de las personas y quién no. Seguramente esta resolución incluso dice más que el premio del Parlamento Europeo ‘Ciudadano Europeo del Año’ recibido hoy por La PAH de manos del presidente Martin Schulz.

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos aplaza el desalojo y pide al gobierno español que responda a unas cuestiones relacionadas con las medidas adoptadas para garantizar que no se vulneran los derechos humanos reconocidos. El Tribunal pregunta cuáles son las medidas que las autoridades domésticas competentes tienen intención de poner en práctica en relación con los residentes en el #BlocSalt, en particular con los niños de acuerdo con su vulnerabilidad. Y se pide concreción, en particular, sobre cuáles son las disposiciones en materia de vivienda y atención social previstas por las autoridades domésticas competentes.

Simone Weil, que vivió entre 1909 y 1943, era una mujer valiente, decidida y radical, porque iba a la raíz de las cosas. Después de estar en la Guerra Civil española y de que no la dejaran tirarse en paracaídas sobre la Francia ocupada, estuvo trabajando en Londres en cómo podrían ser las nuevas sociedades que debían emerger de la II Guerra Mundial. De este tiempo de trabajo surgieron, entre otros textos, el Estudio para una declaración de las obligaciones hacia el ser humano. No habla de derechos, sí de necesidades de las personas y de la obligación que tenemos de satisfacerlas. Allí analizaría con mucha sensibilidad y conocimiento de primera mano estas necesidades y afirmaba: el objetivo de la vida pública consiste en poner, en la medida de lo posible, todas las formas de poder en manos de aquellas personas que consienten, de hecho, estar ligadas por la obligación a la que cada ser humano está sujeto respecto de todos los seres humanos.

La PAH está contribuyendo a que esta declaración de las obligaciones hacia el ser humano sea real y efectiva. El #BlocSalt es una muestra de ello. Una muestra más después de muchas anteriores y de las que seguirán. El mismo día que comenzaba el encuentro para responder a la orden de desalojo sabíamos que en Huelva la Junta de Andalucía había expropiado la primera vivienda para evitar el desahucio de una familia. Una actuación fruto de una nueva ley (Ley 4/2013 de la Función Social de la Vivienda) aprobada por Parlamento de Andalucía el pasado 25 de septiembre que cuesta imaginar sin el trabajo de la PAH. Y en el caso de esta primera expropiación, siempre con la PAH de Huelva bien presente. Tras saber que el desalojo en Salt quedaba paralizado han llegado noticias de Valencia informando de un nuevo bloque ocupado que se añadía a la Obra Social de la PAH, Ca L’Esperança en Aldaia. Allí vivirán seis familias. Nuevas concreciones de quién ha asumido su obligación de hacer posible los derechos y las necesidades de las personas. Incluso cuando estos derechos se deben defender desobedeciendo civilmente y de manera no violenta leyes vigentes que defienden otros derechos.

Nuestra sociedad, como también lo vio Weil en la suya, nos pide una práctica radical para reconocer las obligaciones que cada uno de nosotros tenemos respecto a cada ser humano y ejercerlas. De otro modo será imposible garantizar derechos y satisfacer las necesitas de las personas con las que convivimos.

Fuente: http://www.eldiario.es/catalunya/opinions/PAH-vs-SAREB-obligaciones-humano_6_186941314.html