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Pakistán

Las inundaciones reavivan el debate sobre el cambio climático

Fuentes: IPS

«Si esto no es la ira de Dios, ¿qué es?», dijo el taxista pakistaní Bakht Zada, de 40 años, a propósito de las inundaciones que han arrasado con todos sus bienes. En diálogo con IPS desde la ciudad de Madyan, en Khyber Pakhtunkhwa (ex provincia de la Frontera Noroccidental), Zada puede culpar a fuerzas sobrenaturales […]

«Si esto no es la ira de Dios, ¿qué es?», dijo el taxista pakistaní Bakht Zada, de 40 años, a propósito de las inundaciones que han arrasado con todos sus bienes.

En diálogo con IPS desde la ciudad de Madyan, en Khyber Pakhtunkhwa (ex provincia de la Frontera Noroccidental), Zada puede culpar a fuerzas sobrenaturales por las peores inundaciones del país en 80 años, pero los expertos en ambiente debaten si éstas están vinculadas a un fenómeno mucho más terrenal: el cambio climático.

Las inundaciones que se desataron el 12 de julio con lluvias inusualmente fuertes han afectado ya a unos 20 millones de pakistaníes, según el gobierno, y han matado a 1.600, aparte de dañar enormes tramos de tierra agrícola, base de la economía.

El gobierno, las agencias humanitarias internacionales y organizaciones benéficas locales continúan enfrentando el desastre, que azotó primero a la región noroccidental de este país sudasiático y que ahora afecta a las provincias de Punjab (oriente) y Sindh (sur).

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha solicitado 459 millones de dólares para hacer frente a esta situación, pero logró compromisos por apenas 27 por ciento de esa suma.

En este contexto, los expertos intentan comprender instancias recientes de eventos climáticos extremos. También en China las inundaciones mataron a más de 1.100 personas, mientras que una ola de calor, con sequía e incendios, azota a Rusia.

Todas estas señales parecen consistentes con el recalentamiento que experimenta el planeta debido a la acumulación en la atmósfera de enormes cantidades de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono.

«El calentamiento global causa eventos meteorológicos catastróficos. Las recientes inundaciones son sin duda resultado del cambio climático», insistió Simi Kamal, geógrafa y experta en agua.

«Temperaturas superiores a las normales en el océano Índico generan un aumento de las precipitaciones. Y en el norte de Pakistán, cuando corrientes de vientos cargados de humedad chocan con las montañas y son impulsadas hacia altitudes más frías, la humedad se libera bajo la forma de estallidos de nubes», agregó Khalid Rashid, matemático y físico que estudia los cambios en los patrones meteorológicos mundiales.

«Esto es lo que parece haber ocurrido este año», dijo.

Otros se muestran cautos a la hora de sacar conclusiones categóricas sobre los vínculos con el cambio climático, pero concuerdan en que los patrones meteorológicos han cambiado, volviéndose más extremos e impredecibles.

«Los científicos climáticos no pueden estar seguros de si las actuales inundaciones son un evento meteorológico extremo del actual patrón climático o un cambio en él», enfatizó Ayub Qutub, especialista en manejo hídrico radicado en Islamabad.

Incluso Rajendra Kumar Pachauri, presidente del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (conocido por sus siglas en inglés IPCC), dijo que sería científicamente incorrecto vincular cualquier serie particular de eventos con el cambio climático inducido por los seres humanos.

Sin embargo, coincidió en que hay suficientes evidencias que muestran un aumento en la frecuencia e intensidad de las inundaciones, sequías y precipitaciones extremas en todo el mundo.

«Inundaciones como las de Pakistán pueden volverse más frecuentes e intensas en el futuro, en ésta y otras partes del mundo», dijo a IPS.

Danish Mustafa, experto pakistaní en temas hídricos y profesor de geografía en el King’s College de Londres, reconoció que patrones monzónicos «bastante inusuales» se están volviendo más frecuentes.

Ejaz Ahmad, subdirector del capítulo pakistaní del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), vinculó los cambios meteorológicos al «cambio en los patrones de uso de la tierra, la fuerte deforestación en el norte de Pakistán y los conflictos» más que al cambio climático. De todos modos coincidió en que últimamente hubo más eventos meteorológicos «extraños».

«Pakistán experimentó un periodo seco en marzo, prácticamente sin lluvias, y la producción de trigo se vio seriamente perjudicada. Luego llovió en áreas (a las que en general no llega) el Monzón, como Gilgit-Baltistán y Broghil. Y la frecuencia de los ciclones también aumentó», explicó Ahmad.

En 2007 «recibimos al ciclón Yemyin, y este año tuvimos al ciclón Phet. En el pasado experimentábamos ciclones» cada décadas, dijo.

Kamal agregó que el aumento de las temperaturas ha ayudado a acelerar el derretimiento de glaciares como los del Himalaya, al norte de Pakistán, que constituyen el tercer mayor depósito mundial de hielo y nieve.

«Nuestra región (Asia meridional) está entre los puntos clave del cambio climático, y expertos internacionales han pronosticado inundaciones y sequías», destacó.

El Himalaya se origina en la cuenca tibetana, y también alimenta la cuenca del río Indo. Éste, ahora desbordado por las inundaciones, atraviesa Pakistán antes de desembocar en el mar Arábigo. Su trayecto es de unos 3.180 kilómetros.

«El recalentamiento planetario está yendo mucho más rápido, causando eventos climáticos extremos. No estoy segura de que esto pueda frenarse ahora. Ni siquiera estoy segura de que podamos adaptarnos al cambio tan rápidamente», dijo Kamal.

El hecho de que Pakistán no esté preparado para estos acontecimientos ha empeorado las consecuencias de las inundaciones, sostuvo.

La cuenca del Indo siempre fue propensa a inundarse, entonces «¿por qué siempre nos toman por sorpresa?», preguntó.

Pero Maurizio Giuliano, portavoz de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios en Islamabad, dijo que el gobierno implementó algunos preparativos, y que de lo contrario los efectos habrían sido mucho peores.

De todos modos hay lecciones que aprender. «Necesitamos que funcione el sistema telemétrico sobre el río Indo, que también tendrá que extenderse para controlar las inundaciones en tiempo real», sugirió Mustafa.

«La capacidad local deberá fortalecerse para estar en la primera línea de defensa en la provisión de protección y alivio en caso de inundaciones. El distante gobierno central no puede hacerlo», agregó.

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=96177