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El libro del periodista Julián Rodríguez analiza la gestión de los grandes patrimonios gallegos para evadir impuestos

Las sociedades de inversión y los paraísos fiscales de los «señores de Galicia»

Fuentes: Attac

Además de que casi todos huyen de la notoriedad pública, los nuevos ricos gallegos destacan por su escasa afición al pago de impuestos, aunque muchos de ellos se beneficiaron de las subvenciones y las afinidades políticas durante los largos años de la Xunta del presidente fundador del Partido Popular y del dinero público de Caixa […]

Además de que casi todos huyen de la notoriedad pública, los nuevos ricos gallegos destacan por su escasa afición al pago de impuestos, aunque muchos de ellos se beneficiaron de las subvenciones y las afinidades políticas durante los largos años de la Xunta del presidente fundador del Partido Popular y del dinero público de Caixa Galicia y Caixanova.

Este entramado y las vicisitudes de esos nuevos ricos de la democracia gallega surgidos de la emigración y del interior, se relatan en un reciente libro documentado y ameno, titulado «Señores de Galicia» de Julián Rodríguez, un periodista solvente que pasó por la Cadena SER y por la prensa gallega. Entre otros detalles interesantes sobre la gestión de esos grandes patrimonios gallegos, este libro revela la provechosa utilización de las sociedades de inversión mobiliaria de capital variable, más conocidas por las siglas sicavs; y el uso discreto de sociedades instrumentales en paraísos fiscales para la gestión de sus propiedades empresariales.

Paradójicamente, las sicavs se justificaron en su momento como una facilidad fiscal legal para evitar que las grandes fortunas huyeran a los paraísos fiscales, haciéndoles tributar solo un 1 % de sus beneficios en lugar del 35 % de las sociedades mercantiles. Como la ley requiere 100 socios como mínimo para acogerse a tal minimización fiscal de las sicavs, en la práctica asocian familiares y allegados (los llamados «mariachis»), en un claro fraude de ley validado aunque lo denunciaron sin éxito los inspectores de Hacienda. Pero en la legislatura pasada se mantuvo esta invención para «competir internacionalmente», pretendiendo evitar que los grandes patrimonios se domiciliaran en Luxemburgo y demás paraísos fiscales offshore. El escándalo Madoff ha revelado, sin embargo, que también recurren a los hedge funds o fondos de alto riesgo de centros offshore.

El libro citado relaciona las sicavs que gestionan los cuantiosos patrimonios personales de Amancio Ortega, presidente de Inditex (Zara); de Rosalía Mera, su ex mujer y segunda accionista de Inditex; de Manuel Jove, ex dueño de Fadesa y accionista del BBVA; de Francisco González, presidente del BBVA; de Fernández Tapias, el otro gallego de Madrid y ex presidente de Naviera F. Tapias; de José María Fernández de Sousa, presidente de Zeltia; de la familia Calvo, propietarios de conservas Calvo; de José Manuel Loureda, ex presidente de Sacyr y consejero de Repsol; de Feliciano Barrera, presidente de El Correo Gallego; de Mariluz Barreiros y de muchos otros apellidos notables, que se reseñan.

«Las cerca de 40 Sicavs vinculadas a grandes empresarios y ejecutivos gallegos cuentan con un capital máximo recogido en sus estatutos de 3,720 millones de euros, de unos fondos propios totales de 32,776 millones de todas las Sicavs activas en el primer semestre de 2007″

Asimismo, estos «señores gallegos » gestionan sus participaciones accionariales en el capital de las grandes empresas de alcance internacional que controlan, mediante sociedades instrumentales domiciliadas en los diversos países y territorios reconocidos como paraísos fiscales offshore.

Es el caso de Zara Holding BV, constituida en Breda como principal instrumento fiscal internacional de Inditex, además de Massimo Dutti Holding y Zalapa BV, Madumex Holding y otras filiales holandesas; igual que muchas otras empresas españolas y europeas cotizadas que se registran en Holanda, acogiéndose a su régimen fiscal privilegiado a empresas, como se analiza en La Europa opaca de las finanzas.

Y el grupo empresarial del naviero José Silveira, que adquirió la Naviera Elcano privatizada por el gobierno de Aznar, tiene su apoyo en la sociedad Lauria Shipping, propietaria de petroleros y bulkcarriers que tiene su domicilio legal en Madeira, la isla portuguesa que la OCDE registró por su singularidad fiscal pero sin incluirla en la lista oficial de paraísos fiscales. Asimismo, Gibraltar acoge una sociedad del holding Comar Inversiones, un destacado grupo gallego que controla grandes negocios del juego con mas de 3000 tragaperras y una extensa red internacional de salas de juego, casinos y bingos.

En el libro referido también se cuenta que una sociedad registrada en las Bahamas gestiona la propiedad de la empresa naviera Remolcanosa, un nombre que salió en las portadas de los noticiarios con ocasión del hundimiento de El Prestige al querer cobrar por el remolque a tierra del petrolero, aunque estaba contratada por la Administración precisamente para esa tarea ordinaria de remolque de barcos.

Pero si este libro hiciese un relato de todas las empresas gallegas ligadas a paraísos fiscales, habría tenido que incluir muchas otras, como la filial del Banco Pastor en las Caimán o las sociedades offshore de la familia de los Vázquez Raña, afincada en México, pero que quedan fuera del hilo conductor del relato centrado en la génesis y vicisitudes de las nuevas fortunas gallegas.

Y es que ante la crisis económica actual estas informaciones documentadas son un servicio ciudadano porque permiten denunciar con seriedad el afán de los nuevos ricos por el impago de impuestos en España, que alcanza gran importancia cuantitativa según revelan indirectamente las estadísticas aunque los defensores mediáticos de las exenciones y las reducciones fiscales prefieren destacar el aumento del endeudamiento del Estado y del déficit presupuestario.

Pero, curiosamente, resulta que la evasión fiscal actual gracias a los instrumentos señalados genera una reducción de los ingresos del Estado, que ha tenido como efecto estadístico indirecto que los salarios hayan crecido algo en el reparto de la renta nacional del año pasado. Lo apuntaba hace unos días el director de coyuntura de la Fundación de Cajas de Ahorro (FUNCAS), al precisar que, a pesar del importante aumento del desempleo durante 2007, la porción de las rentas de los asalariados españoles creció algo pero no a costa del «excedente empresarial » sino «a costa de las rentas del sector público (impuestos sobre los productos) que se han reducido fuertemente en buena medida por el aumento de la evasión fiscal«. Pero esto merecería otro comentario para que se enterara la izquierda institucional.

Juan Hernández Vigueras, Consejo Científico de Attac, Altermundo.org