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Las solidaridades con los refugiados en su Derecho al Retorno a Palestina y por Jerusalén su capital

Fuentes: Rebelión

«Pero no moriré. / En tanto que en la noche del refugiado, / cruzando el cementerio de las fronteras, / quede fuego y aceite en el candil. / Donde las viejas tiendas. / Y es como si en el viento, un letrero, indicara / el sangrante camino, cercano, del retorno.» Del poema «Alambradas» del poeta […]

«Pero no moriré. / En tanto que en la noche del refugiado, / cruzando el cementerio de las fronteras, / quede fuego y aceite en el candil. / Donde las viejas tiendas. / Y es como si en el viento, un letrero, indicara / el sangrante camino, cercano, del retorno.» Del poema «Alambradas» del poeta palestino Abdel-Wahhab Al-Bayati.

 

El diario israelí Haaretz da las cifras siguientes de los asesinatos cometidos por el ejército sionazi en los últimos 6 viernes: 101 palestinos a los que les han quitado la vida, 13.000 heridos, entre los que hay 130 en estado crítico, 225 niños y niñas, 79 mujeres, 12 periodistas, y otros tantos médicos.

Los sionazis han declarado las proximidades, sin determinar, a la valla fronteriza «zona militar cerrada», y con esa carta matan a palestinas y palestinos. Para asegurar a los asesinos que cobrarán por sus crímenes el ministro de asuntos militares, el ultraderechista Avigdor Lieberman, ha dado la orden a sus escuadras de francotiradores de tirar a matar.

Ante lo sucedido, la ONU y la UE manifiestan gran preocupación, es por eso por lo que no sólo consienten al sionazismo sus actos criminales, sino que le dejan tan libre como hasta ahora, y para apoyar a los ocupantes de Palestina, la UE, bien pagada, ya saben «el que paga manda», premia la actuación de una cantante sionazi. Tan alegre está la susodicha que ha relacionado el premio con la «victoria», dice ella, sobre Gaza en la última agresión israelí, de cuya banda asaltante formaba parte.

A los generales y ministros de los escuadrones de la muerte, entusiasmados, ¿o preocupados?, por sus últimos crímenes, les ha salido un hermano mayor: presidentes y gobiernos les recomiendan tener más cuidado al asesinar, y les han pedido moderación, y hasta, como si fuese una pelea de sus hijos en el patio del colegio, dicen que piden, o van a pedir, una investigación independiente ¿? Pilatos, según tengo entendido, también se lavó las manos.

Pero dejemos el cinismo y a los cínicos para detenernos en una muestra española de insolidaridad y otra de solidaridad. En la insolidaridad apuntamos la mudez, la falta de gestos humanos de empatía por parte de todos los parlamentarios que se dicen de izquierda, de aquellos que podía esperarse aunque fuese una sola palabra de protesta en el patio de la «democracia»: ninguno se ha pronunciado. ¿Qué podemos sacar en conclusión de sus actos? Resultan una excrecencia de la derecha sionista, y el sionazismo les debe estar muy agradecido, así se colabora con la normalización del ente que es punta de lanza imperial. ¿Nos van a defender éstos, tan institucionales ellos?

En la solidaridad, la calle ha tenido manifestaciones, una en conmemoración de la Nakba, pidiendo una «investigación independiente» ¿?, y otras, como la de Madrid, en apoyo a la Resistencia, por el Derecho al Retorno, Jerusalén capital de Palestina, y, recordando que con la Nakba los sionistas expulsaron al pueblo palestino hace 70 años. Ésta última, convocada por el Frente Antiimperialista, ha contado con la presencia de un gran número de asistentes, además de la comunidad palestina. El cortejo, muy numeroso, se fue multiplicando en su recorrido entre el Ministerio de Exteriores y la Puerta del Sol.

Volvemos a la escena internacional: Ha habido países que han retirado a sus embajadores en Tel Aviv: Turquía, Sudáfrica … Palestina lo ha retirado de EEUU, de los que tienen relaciones con los asesinos; ¿no va a haber ninguno más?

De sobra saben los gobiernos que el pueblo palestino, él sólo, ha hecho tambalearse al ente sionazi poniendo su esencia delante de todo el mundo; de sobra saben los gobiernos que el pueblo palestino ha señalado en estos días quien es el peligro para la paz de los pueblos de Oriente Medio; de sobra saben que el pueblo palestino les ha dado tanto miedo a los ocupantes y al imperio que, en su precipitación enloquecida, sólo han dado órdenes de asesinar más, no tienen otros recursos.

El pueblo palestino merece el mayor reconocimiento que se pueda hacer, por su entrega y disposición para demostrar que el Derecho Internacional es una fuerza para todos los pueblos, y esa igualdad, nos dice, que los pueblos deben disponer de su patria en libertad.

«Encandilados ojos -vuestros ojos- / persiguen a la noche, ¡ay, hermanos dispersos, hambrientos / bajo las estrellas! Y es como si soñara que con rosas y lágrimas / os despliego el camino. / Y como si Jesús / volviera con vosotros, sin cruz, / a Galilea.» Poema «La vuelta». Autor el poeta palestino Abdel-Wahhab Al-Bayati.

 

Ramón Pedregal Casanova es autor de los libros: «Gaza 51 días», «Palestina. Crónicas de vida y Resistencia», «Dietario de Crisis», «Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero», y «Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios». Presidente de la Asociación Europea de Cooperación Internacional y Estudios Sociales AMANE. Miembro de la Comisión Europea de Apoyo a los Prisioneros Palestinos.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.