Traducido para Rebelión por Sinfo Fernández
La operación «Días de Penitencia», lanzada por Israel el pasado viernes por la mañana, 1 de octubre, en Beit Lahiya, Beit Hanun y el campo de refugiados de Jabalya, al norte de Gaza, se ha llevado por el momento las vidas de 84 palestinos, 25 de los cuales eran niños, y ha herido a 268 más, con 91 niños también entre ellos. Muchos de los heridos están en condiciones críticas. Además, fueron demolidas completamente 48 viviendas, mientras que otros 130 hogares sufrieron daños diversos. Fueron asimismo arrasados 150 dunums de tierra agrícola en Gaza (aprox. unos 38 acres). Este uso excesivo e indiscriminado de fuerza letal por las Fuerzas Ocupantes Israelíes contra civiles y sus propiedades es una grave violación del Derecho Internacional Humanitario y constituye un crimen de guerra.
Las crecientes actividades militares en Gaza son la desproporcionada respuesta a los cohetes Wassam disparados sobre la ciudad de Sderot en el Negev; y a la Asociación Arabe de Derechos Humanos le preocupa seriamente que, de prolongarse aún más la campaña «Días de Penitencia», se acabará con más vidas de civiles y se destruirá completamente la ya de por sí débil infraestructura básica de la Franja de Gaza. La situación en el campo de refugiados de Jabalya, una de las zonas más densamente pobladas en todo el mundo, está próxima a convertirse en un desastre humanitario debido a la falta de infraestructura, agua y abastecimientos médicos. Los objetivos premeditados sobre civiles, la demolición de sus casas y la destrucción de infraestructura básica, referida sobre todo a abastecimiento de agua y electricidad, son crímenes contra la humanidad y una grave violación del Derecho Humanitario que debería obligar a actuar a la comunidad internacional.
La Asociación Arabe de Derechos Humanos cree además que el veto de EE.UU. contra un proyecto de Resolución del Consejo de Seguridad de NNUU que condenara la ofensiva israelí en Gaza es una señal equivocada y debilita la posición de NNUU como guardián del orden legal internacional. El Embajador de EEUU en NNUU Jon Danforth calificó la Resolución de «desproporcionada y desequilibrada» y por eso se merecía un «no», y el Embajador israelí en NNUU Dan Gillerman añadió que la Resolución sólo condenaba a la víctima y no al atacante (Ha’aretz, 6 de octubre de 2004). Sin embargo, el recuento de víctimas en Gaza sugiere que el calificativo de desproporcionalidad se podría aplicar a Israel bastante más que a la Resolución del Consejo de Seguridad de NNUU. La posición de EEUU de aquiescencia con la agresión militar israelí contra civiles palestinos promueve la impunidad ante los crímenes internacionales y da primacía a la agresión militar frente al Derecho Internacional Humanitario y los Derechos Humanos.
Hacemos un llamamiento a todos los miembros de la comunidad internacional para que actúen ahora para detener inmediatamente las graves violaciones de los derechos fundamentales de los civiles palestinos en la Franja de Gaza, territorio constituido en prisión para 1,4 millones de personas:
La comunidad internacional como un todo debería actuar de forma inmediata para detener los crímenes de guerra contra civiles, proporcionarles protección y pedir responsabilidades a los criminales de guerra por sus acciones.
Las Altas Partes Contratantes de la IV Convención de Ginebra deberían actuar de acuerdo con sus obligaciones recogidas en el artículo 146 de la Convención «a fin de perseguir a las personas que han cometido los crímenes o que han ordenado que se cometan violaciones tan graves, llevándolas, independientemente de su nacionalidad, ante su propios tribunales».
Después del fracaso para endosar una Resolución en el Consejo de Seguridad de NNUU que condenara la agresión israelí contra los civiles palestinos, las NNUU deberían enviar al Alto Comisionado para los Derechos Humanos a los territorios palestinos ocupados para que investigue la situación.
Las organizaciones internacionales humanitarias deberán aumentar sus actividades de asistencia en la Franja de Gaza y deberían hacer uso de todos los medios posibles para procurar que los crímenes de guerra cesen totalmente.
Los residentes en la Franja de Gaza, particularmente los habitantes del campo de refugiados de Jabalya, tienen una necesidad desesperada de apoyo internacional para poder acceder a los mínimos derechos básicos que como seres humanos se les deben reconocer.