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Lo que no se mide no se conoce

Fuentes: Rebelión

El proverbio del título, lo haya dicho o no Thales de Mileto cuando justificó su medición de la altura de la pirámide de Keops, es un adagio que EE.UU. utiliza en sentido inverso del que se le dio en un principio. Cuando Pitágoras afirmaba en el mismo sentido que «todas las cosas son números» estaba […]

El proverbio del título, lo haya dicho o no Thales de Mileto cuando justificó su medición de la altura de la pirámide de Keops, es un adagio que EE.UU. utiliza en sentido inverso del que se le dio en un principio. Cuando Pitágoras afirmaba en el mismo sentido que «todas las cosas son números» estaba alegando que para conocer, hay que cuantificar.

Pero la élite estadounidense le ha encontrado una aplicación perversa a estas sentencias. Según ellos, lo que se evita de medir con cifras precisas es una gran ayuda para mantener embotados de desinformación a sus ciudadanos y al planeta.

Por eso ni se intentó un cálculo de muertes provocadas por las bombas de racimo lanzadas en la Operación Tormenta del Desierto en 1991. Ni de las muertes de niños iraquíes por las sanciones económicas a Irak durante 1990-2003. Tampoco se contaron las muertes violentas de pobladores de Irak durante la invasión militar de 2003-2011 y en Afganistán hasta la fecha. Menos aún se ha tratado de contabilizar las muertes no-violentas consecuencia de las penurias que estas guerras impusieron a sus pobladores. Ni la cantidad de personas inocentes eliminadas en Pakistan por los drones estadounidenses armados de misiles. Tampoco existen cifras confiables de las «rendiciones extraordinarias» -asesinatos y secuestros- que ejecutaron en complicidad con varios países europeos y asiáticos, en todo el planeta, en la primera década del siglo XXI.

Para demostrar que siguen siendo muy «democráticos» en la aplicación de estas normas, la élite política estadounidense también evita contabilizar las muertes violentas producidas por la policía en su país. La campaña iniciada en EUA por The Guardian US News para llevar un registro federal de todos los incidentes de acción letal policial, ha abierto una caja de pandora respecto a la violencia gubernamental en ese país.

EEUU: Empezando a contar las muertes

Por siglos las comunidades negras en Estados Unidos se han enfrentado a los abusos y a la acción letal injustificada a manos de las llamadas «fuerzas del orden». Recordemos que la policía estadounidense moderna tuvo su origen en las «patrullas de esclavos» y «vigilias de la noche» que capturaban a las personas que trataban de escapar de la esclavitud. Su linaje no los recomienda.

Según los más recientes datos del FBI, la policía en EUA mata a los negros casi a la misma velocidad -por lo menos dos veces por semana- que se hacía bajo las leyes de segregación racial conocidas como Jim Crow que rigieron en el país desde 1877 a 1965. El último recuento de The Guardian para los primeros cinco meses de 2015, indica que se eliminó un «ciudadano» negro por día /1 .

Algo que parece imposible para cualquier democracia más o menos seria, en EUA el impacto verificable de discriminación racial de la policía sobre la vida de los negros sigue siendo en gran parte una incógnita. A pesar de la ley federal que autoriza al fiscal general de Estados Unidos a recoger datos a nivel nacional sobre el uso de la fuerza policial, no hay ninguna base de datos federal de la frecuencia con que la policía mata a civiles, y mucho menos sobre aquellos incidentes en que abusan de su autoridad.

Los asesinatos de Mike Brown, Eric Garner, Mya Salon, Yuvette Henderson, Tamir Rice, Rekia Boyd, Aiyana Stanley-Jones o Tanisha Anderson despertaron indignación desde Ferguson a Baltimore y en algunos casos protestas violentas en sus comunidades que obligaron a la prensa a registrarlos. Pero existen miles de otros casos. Sin una base de datos, la policía continuará a reprimir, abusar, matar y empujar a la gente negra o mulata al sistema de justicia penal, sin ninguna clase de supervisión /2.

 

Una justicia penal contra los pobres y los negros

Loïc Wacquant hace 15 años denunció en Les prisons de la misère la nueva ideología judicial fundada en EUA por «la guerra contra la drogas». William Bratton, ex jefe de la policía de Nueva York y el padre de la «tolerancia cero» barrió con una frase los resultados de décadas de investigación: «la causa del delito es el mal comportamiento de los individuos y no la consecuencia de condiciones sociales» /3 .

Si contamos la cantidad de ejecutivos procesados por el fraude inmobiliario y bancario que desató la crisis mundial 2007-2008 nos daremos cuenta que la «tolerancia cero» estadounidense debería llamarse «intolerancia selectiva» porque los únicos criminalizados de la población fueron los negros y los pobres marginales, un subproletariado del nuevo orden económico neoliberal.

A ellos se aplicó la inflexibilidad de la ley. Uno de los objetivos centrales eran los pequeños revendedores de droga a los que se juzgaba sumariamente y se encarcelaba.

Mientras, los grandes bancos se dedicaban al lavado de dinero de la droga y las instituciones como la a Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) lanzaban el operativo «Rápido y Furioso» en cooperación con algunos vendedores privados de armas, promoviendo la adquisición por compradores minoristas a quienes consideraba proveedores ilegales de los cárteles del narcotráfico mexicano. A más de 2.000 armas vendidas en dicha acción se les «perdió la pista». En realidad se trataba de una operación de EUA para desestabilizar México a través de la violencia de las bandas del narcotráfico y convertir al país en el corredor de la droga proveniente de Colombia y Perú para abastecer a los toxicómanos estadounidenses.

Minoristas de la droga, mendigos, alcohólicos, vagabundos, prostitutas, autores de grafitis, pero esencialmente jóvenes negros y mulatos y la reducción de la frontera jurídica entre menores y adultos, permitieron penalizar la inseguridad social y sus consecuencias.

Desde 1992 la cantidad de personas detenidas, juzgadas y condenadas no dejó de aumentar mientras se extendía la privatización de la justicia y de los centros de detención. Y para aquellos que aún creen que el Partido Demócrata representa una corriente progresista recordemos que en 8 años de gobierno de Clinton (1992-2000) la población reclusa pasó de 1 millón 429 mil personas a 2 millones. Y con una altísima tasa de encarcelación de jóvenes negros. De manera que la violencia policial que EUA evita cuantificar es un componente funcional a todo ese programa que la élite estadounidense viene imponiendo desde las dos últimas décadas del siglo pasado /4.

 

Las cuentas claras

Debido a que la transparencia es clave para la rendición de cuentas, no se debe esperar para intervenir que los propios uniformados denuncien los abusos policiales, es lo mismo que garantizarles absoluta impunidad a sus atropellos y crímenes.

De acuerdo con The Guardian «The Counted» -en una traducción literal sería Los Contados, pero también sugiere «los que hemos podido contar«- que es el nombre que han dado a su campaña, la policía mató a 464 personas en los primeros 5 meses de 2015, incluyendo 135 personas de etnia negra. Sus datos muestran que, en el año 2015 hasta ahora, los negros tienen más del doble de probabilidades de ser víctimas de acción letal policial que los blancos, en relación a su porcentaje en la población. Los hombres negros representan alrededor del 6,5% de la población estadounidense, pero son el 29% de los muertos por la policía en lo que va del año.

El 23% de los ejecutados por la policía en operativos de 2015 -102 de las víctimas computadas por The Counted- es de personas desarmadas. En los ciudadanos negros ese porcentaje aumenta a 32% mientras en el caso de blancos desciende al 15%. El 25% de hispanos y latinos eliminados por la violencia policial también estaban desarmados /5.

Y esto no es un problema nuevo. El conteo que The Guardian ha comenzado a hacer nos está indicando que continúa la inseguridad existencial básica para los negros estadounidenses.

Según un reciente análisis del Washington Post, a este ritmo, la policía disparará fatalmente a casi 1.000 personas hasta finales de 2015. El gobierno federal no tiene ninguna manera de confirmar o refutar estos datos, a pesar de que han tenido durante mucho tiempo la autoridad para compilarlo ellos mismos /6.

Para Rashad Robinson en The Guardian «Una base de datos nacional permitirá a los funcionarios federales identificar patrones de mala conducta, frente a las políticas que incentiven la brutalidad policial, e implementar reformas que permitan a los oficiales encargados de hacer cumplir la ley, efectuar su obligación de preservar el respeto a la vida y la dignidad de todos, en sus comunidades.»

También están siendo recogidas las ubicaciones precisas de los incidentes policiales fatales. Desde el lunes 01/06 The Guardian comenzó a publicar un mapa completo de los homicidios policiales por Estado, indicando la población de cada uno de ellos y permitiendo sacar porcentajes. Tiene cifras por etnia y se explicitan las calles registradas en cada incidente. El mapa interactivo ya muestra que la mayor concentración de muertes está en el este de EEUU /7.

Es una campaña que puede obligar a la sociedad estadounidense a evaluar el grado de violencia policial y de racismo que continúa presente en el país y medir la responsabilidad institucional en este estigma.

Notas

 

1/ Rashad Robinson The US government could count those killed by police, but it’s chosen not to ( El gobierno de Estados Unidos podría contar los muertos por la policía, pero ha optado por no hacerlo)   The Guardian 03 06 2015.  

http://www.theguardian.com/commentisfree/2015/jun/03/us-government-could-count-killed-by-police-chosen-not-to

2/ Gary Younge The US can’t keep track of how many people its police kill. We’re counting because lives matter (Los EUA no pueden mantener un registro de cuantas personas mata su policía. Estamos contando porque las vidas importan) The Guardian 01 06 2015

http://www.theguardian.com/us-news/commentisfree/2015/jun/01/the-counted-keeping-count-police

3/ Loïc Wacquant Les prisons de la misère Éditiond Raisons D’Agir 1999

4/ David Ladipo El crecimiento del Complejo carcelario-Industrial en Estados Unidos

http://newleftreview.org/static/assets/archive/pdf/es/NLR24108.pdf

5/ Georgia Sand The Guardian Debuts «The Counted» Project to Track Police Killings (The Guardian «El Contado» Proyecto de Seguimiento de Homicidios de la Policía ) The Guardian, The Counted 06 06 2015

http://www.copblock.org/128628/guardian-debuts-counted-project-tracking-police-killings/

6/ U.S. police have shot dead 385 people in five months: Washington Post 31 05 2015

http://www.reuters.com/article/2015/05/31/us-usa-police-post-idUSKBN0OG01T20150531

 

7/ The most comprehensive map of police Killings ever Produced The Guardian

http://www.theguardian.com/us-news/ng-interactive/2015/jun/01/the-counted-map-us-police-killings

Juan Luis Berterretche es miembro del consejo de redacción y edición de Desacato.info

 Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.