Recomiendo:
0

Los chicos de Botín qué buenos son que nos sacan de excursión

Fuentes: Rebelión

‘Si eres admitido al programa de Empieza Por Educar, serás destinado a un CENTRO PÚBLICO o concertado de ESO para dar clases de Matemáticas o de Lengua -según tu especialidad de estudios. Ya tenemos plazas en la Comunidad de Madrid y en breve podremos ofrecerte plazas en otras comunidades autónomas, puedes indicarnos tus preferencias al […]

‘Si eres admitido al programa de Empieza Por Educar, serás destinado a un CENTRO PÚBLICO o concertado de ESO para dar clases de Matemáticas o de Lengua -según tu especialidad de estudios. Ya tenemos plazas en la Comunidad de Madrid y en breve podremos ofrecerte plazas en otras comunidades autónomas, puedes indicarnos tus preferencias al rellenar la solicitud online.’ (Fuente: www.empiezaporeducar.org, Presidenta de la Fundación: Ana Patricia Botín)

No nos extraña que nuestro alcalde, David Pérez, y nuestra Presidenta, Esperanza Aguirre, no teman por el futuro de la educación pública. Cómo va a estar en peligro, si es el vivero para la formación de los líderes del futuro.

Lo malo es que cuando hablamos de líderes no nos referimos a nuestros hijos, sino a estos profesores que convierten la educación en un medio para desarrollar sus capacidades «transformacionales» que luego aplicarán en distintos ámbitos «ya sea dentro de la educación, en empresas o como emprendedores sociales«, según afirmaba Javier Roglá, Director General de la Fundación, en esta entrevista al diario económico Expansión.

Cualquiera -algún insultaperegrinos, sindicalista, de la ceja o gente así- diría que lo de menos son los estudiantes y su formación, que lo importante es el aprendizaje de los propios profesores y futuros guías de la sociedad. Como si nuestros hijos fueran instrumentos de un programa de desarrollo profesional o un plan para conquistar el mundo, vaya usted a saber.

Estos protolíderes se están introduciendo en nuestros centros educativos públicos de la mano de nuestros gobernantes -sí, esos que sonríen en las fotos junto a Emilio Botín-, para paliar, entre otras cuestiones, «graves retrasos de alumnos en la ESO respecto al nivel que deberían tener; retrasos que para ser eliminados necesitarían que los centros e institutos recibieran recursos adicionales».

  Sorprendentemente, nuestros gobernantes interpretan las palabras «recursos adicionales» como reducción presupuestaria y del profesorado (el de carrera y oposición) e introducción en las aulas de estos jóvenes cachorros de la educación y el liderazgo internacional.

Jóvenes que, tras su formación en nuestros institutos, «pueden beneficiarse del puente abierto con los socios de Empieza por Educar: desde las fundaciones Marcelino Botín, La Caixa, Ramón Areces, CyD y Barclays a empresas como Deloitte, Uría Menéndez, Llorente y Cuenca, DHL, McKinsey, Job and Talent y Trackglobe».

Tenéis más información sobre la Fundación Empieza por Educar en este espacio de la Universidad pública de Santiago de Compostela, aunque también os rogamos encarecidamente que visitéis la propia web de esta organización «sin ánimo de lucro», para que saquéis vuestras propias conclusiones. Que no parezca que somos tendenciosos, que en nuestra etapa escolar no tuvimos estos refuerzos y seguro que eso es un lastre que nos lleva a interpretar la realidad de forma errónea.

En su web podréis leer que «la Fundación Empieza por Educar se gestó en el 2008 y busca tanto luchar contra las desigualdades educativas como prestigiar la figura del profesor», dice Javier Roglá, director general de la Fundación en esta entrevista.

Curiosa manera de prestigiar al profesor, aunque quizás no se refieran a nuestros profesores (los de la escuela pública, los de todos) sino a los suyos, esos que parecen utilizar a nuestros hijos para engordar su currículum.

Por cierto, ¿habrá utilizado Emilio Botín a estos profesores para reforzar sus conocimientos de inglés?

Blog: http://ampacpparquedelisboa.blogspot.com/2011/09/los-chicos-de-botin-que-buenos-son-que.html

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.