Traducido para Rebelión por LB.
El anuncio del ministro de Educación Gedeón Saar de que a partir del próximo año escolar su ministerio organizará viajes de estudiantes a la Tumba de los Patriarcas de Hebrón como parte de un nuevo plan de estudios suscita serias preocupaciones. Al decidir llevar a niños en edad escolar al mismo corazón del asentamiento más violento y problemático de los territorios palestinos ocupados, el ministro de Educación ha tomado una polémica decisión política, no pedagógica.
El deseo de Saar de promover el conocimiento de las raíces históricas del pueblo judío en la Tierra de Israel es comprensible. También es posible ver por qué la Tumba de los Patriarcas podría ser designada Monumento Histórico judío. Pero no es posible pasar por alto el problemático contexto que rodea a los viajes.
La Tumba de los Patriarcas se encuentra hoy al lado de un asentamiento que alberga a un puñado de judíos que han obligado a miles de palestinos a abandonar sus hogares y tiendas, convirtiendo el lugar en el que vivían en una ciudad fantasma. No hay otro lugar en los territorios ocupados palestinos donde la injusticia sea tan flagrante. Las visitas de escolares a este lugar, haciendo caso omiso de lo que Israel y los colonos han hecho allí, son antipedagógicas. Las visitas van a intensificar los sentimientos nacionalistas, la fe en el poder y la ceguera ante las injusticias de la ocupación. Asimismo, promoverán la anexión efectiva del asentamiento de Hebrón.
Incluso el primer ministro Benjamin Netanyahu se cuida mucho de no visitar las zonas ocupadas al otro lado de la barrera de separación, mientras que Saar, considerado –a saber por qué– como una persona relativamente liberal, está presionando para colgar otro título de propiedad en un lugar que ningún acuerdo político incluiría en territorio israelí.
El sistema educativo [israelí] tiene infinidad de problemas y Saar ha encarado dificultades para resolverlos. Resultados no satisfactorios en las pruebas de rendimiento, aumento de la violencia y bajo status del profesorado son sólo algunos de los problemas existentes. Con excursiones políticas provocadoras no se van a resolver, sino que incluso se van a exacerbar. En Hebrón los escolares [judíos] aprenderán que la fuente del derecho es la fuerza, que quien se apropia de los bienes de otra persona y expulsa a gente de sus hogares por medio de la violencia, auxiliado por actos fraudulentos y por las armas del ejército israelí, gana. Este es un mensaje educativo extremadamente problemático, pero el ministro de Educación quiere inculcarlo en los escolares [judíos] israelíes. Por esa razón este nuevo plan de estudios debe ser desechado inmediatamente.