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Morralla de la desinformación a sueldo del Departamento de Estado con los fondos robados a Venezuela

Los «progres» y Falsimedia

Fuentes: Rebelión

Acabo de oír un feroz y mentiroso ataque a Venezuela en el programa matinal de la SER, dirigido por Pepa Bueno. Con gran habilidad periodística y enorme capacidad para poner esa habilidad al servicio de los poderosos, Pepa Bueno y su cadena de mando mezclan fragmentos de las declaraciones de los opositores venezolanos, incluido el […]

Acabo de oír un feroz y mentiroso ataque a Venezuela en el programa matinal de la SER, dirigido por Pepa Bueno. Con gran habilidad periodística y enorme capacidad para poner esa habilidad al servicio de los poderosos, Pepa Bueno y su cadena de mando mezclan fragmentos de las declaraciones de los opositores venezolanos, incluido el para-fascista, Juan Guaidó, con otras realizadas por miembros del Gobierno; fundamentalmente las del Presidente de la República Bolivariana, Nicolás Maduro, el Presidente del Parlamento y los altos mandos militares.

Los fragmentos elegidos por la «presentadora estrella» de la SER son siempre los más emotivos del Presidente Maduro, del Presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, de la Vicepresidenta Ejecutiva y de los Jefes de las Fuerzas Armadas o de la Milicia Bolivariana. Son elegidos cuando la voz se rompe y responde a la preparación evidente de una invasión armada, es decir: cuando la protesta contra los intentos de EEUU de provocar una guerra civil, que derivaría en una matanza, es más dura. Cuando el discurso de la oposición más servil es más amenazante. Dichos fragmentos se recortan y se descontextualizan. Lo mismo le hacían a Fidel, en radio y televisión, para convertir a uno de los más grandes oradores del pueblo en un personaje irreconocible.

El centro del escándalo de Pepa Bueno, suprema ignorante de la Constitución Bolivariana, de su proceso histórico, de su sistema de poderes: el poder legislativo, el poder ejecutivo, el poder judicial, el poder ciudadano (Consejo Moral Republicano, CMR) integrado por el Defensor del Pueblo, el Fiscal General de la República Bolivariana de Venezuela y el Contralor General de la República. y el poder electoral, ha sido esta vez la expulsión del país de varios periodistas de la Agencia EFEi. En su conjunto -dos colombianos, un español y un venezolano -es una especie de «trío de las Azores» convertido en «cuarteto criminal de Caracas« para una grabación de voz de los esbirros de Falsimedia, para las guerras imperiales en América Latina.

Morralla de la desinformación a sueldo del Departamento de estado, o de la CIA, pagados con los fondos robados a Venezuela y pagados migajas a Juan Guaidó.

El Gobierno venezolano ha negado categóricamente la detención de esos mercenarios: Tal como dice El País digital:

«En un comunicado, el Ejecutivo (se supone qué el venezolano) rechaza «enérgicamente» su detención por parte del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN)».

El texto añade también una frase, que complementa la anterior en un conjunto muy significativo que apela al terror, a los servicios secretos, a la intervención urgente de la embajada «a la mayor brevedad», y que es una sugerencia infame a la tortura, uno de los tópicos más usados, sin prueba alguna, por la oposición y los medios basura como el propio El País, la Cadena SER y el Gobierno.

«Desde que se tuvo conocimiento de la detención, el Gobierno, a través de nuestra Embajada en Caracas, está haciendo todas las gestiones necesarias para lograr su liberación a la mayor brevedad», explica Moncloa. En el mensaje, el Ejecutivo socialista requiere nuevamente a las autoridades venezolanas al respeto del Estado de Derecho, los derechos humanos y las libertades fundamentales, entre las que, según apunta, la libertad de prensa es un elemento central» (El Pais).

Obviamente el Presidente del Gobierno español no tiene una base real para evaluar positivamente el «estado de derecho en España»ii, o en el resto de los países que están denunciando el de Venezuela con base a las acusaciones, mentiras e injurias realizadas por los Estados Unidos.

Este último es el país con una relación de intervenciones militares, de guerra económica, de organización y realización de golpes de estado, de guerra informativa, de intervenciones militares en pequeña escala, de apoyo y financiación de grupos armados (guarimbas en Venezuela), de intervenciones militares indirectas (de Colombia o la OTAN en apoyo de la Guyana o en una de las Alianzas ad hoc realizadas en torno a Washington).

Todo es un montaje y además parece una venganza del Presidente español Pedro Sánchez por su servil y ridícula intervención en los asuntos internos de Venezuela, su apoyo a la conducta criminal e injerencista de los EEUU que incluye -no solo una amenaza de guerra total a la cola o a la sombra del fascista Donald Trump-, sino una secuela de guerras parciales de escenario y campo de acción diferentes.

Sánchez saca pecho, por el momento, con la guerra mediática apoyada por el tripartito que va desde la extrema derecha hasta el fascismo de VOX; la guerra diplomática y la participación, siempre dispuesta, en la guerra militar total y en el apoyo político a los agentes plurinacionales del golpe, como una parte de la OEA y el conjunto vasallo del Grupo de Lima.

Sin «cortarse ni un pelo«, sin despeinarse, sin desajustarse la corbata, cuidando su presencia de guapo blando de película de Hollywood, el PSOE de la Agencia EFE y de la SER, apoya la restauración de la Doctrina Monroe, la de la Seguridad Continental y el Plan Cóndor.

Da náuseas.

No lo conseguirán ustedes, señora Pepa Bueno. No lo conseguirán, señor Sánchez.

Ustedes brindan por la guerra. Saben que las matanzas se olvidan o se niegan con el apoyo total de los medios. En sus sueños está la sangre de los patriotas convertidos en criminales. Se quedarán con el bochorno del fracaso y el desprecio de los pueblos de América Latina.

Aquí están convocando al fascismo criminal. Pasarán a la historia como los promotores mediáticos de un gobierno Quisling.

Notas:

i Los arrestados son, según información facilitada por la agencia Efe, el periodista español Gonzalo Domínguez Loeda, la periodista colombiana Mauren Barriga Vargas y el fotógrafo colombiano Leonardo Muñoz, así como el conductor venezolano José Salas. Los tres periodistas forman parte de un equipo multinacional que viajó desde Bogotá para cubrir la crisis de Venezuela. Componen este equipo: España, Colombia con la incorporación de la «oposición venezolana». Casi la misma ruta por la que están viajando continuamente los agentes del golpe.

ii Con la más que dudosa independencia judicial, un estado de derecho que no cumple los mandatos constitucionales, que mantiene el «honor» de ser el segundo país europeo con más nivel de desigualdad, mantener unos niveles de pobreza extrema y de pobreza realmente escandalosos, aumentar los recortes en sanidad, educación; provocar unos datos de paro, contratos basura, etc., y, no se me olvida, respaldar un sistema de corrupción que ha sido ejemplarizado por la casa real y casi todos los partidos del bipartidismo y del pos-partidismo.

Como «guindas de un pastel multicolor» que incluye, la presencia de presos políticos, puede cargarse en el haber de un sistema latrocida el apoyo a guerras destrucción y expolio a los países que pretenden mantener la soberanía.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.