Los republicanos de La Florida se encaminan a las urnas el próximo 24 de agosto para escoger a sus candidatos para las elecciones de noviembre. La famosa primaria del partido escogerá quién será el hombre que los va a representar en las elecciones para la gobernación del estado, quién para el cargo de senador federal […]
Los republicanos de La Florida se encaminan a las urnas el próximo 24 de agosto para escoger a sus candidatos para las elecciones de noviembre. La famosa primaria del partido escogerá quién será el hombre que los va a representar en las elecciones para la gobernación del estado, quién para el cargo de senador federal que dejó el cubano-americano Melquiades Martínez y en el sur de La Florida, quien será el candidato para la Cámara de Representantes en Washington por el distrito que dejó Mario Díaz Balart, el cual se mudó para el de su hermano, Lincoln, que se retira de la política.
Lincoln se retira (o lo retiran) de la política americana para dedicarse a intentar tumbar al gobierno revolucionario de Cuba desde la presidencia de La Rosa Blanca, una organización batistiana que en el 59 fundó su padre, el cual salió huyendo de Cuba al triunfo de la revolución, para evitar haber sido juzgado por la justicia revolucionaria. Todos lo que aquí queremos el bienestar del pueblo cubano y el establecimiento de relaciones de respeto entre Cuba y los Estados Unidos, estamos muy contentos de que Lincoln deje de ser representante federal para que termine sus días como «patriota de la Calle Ocho». Por lo menos, en su nueva posición, no podrá hacerle más daño a Cuba.
En la contienda por la gobernación del estado, los dos candidatos que están haciendo campaña son el actual Procurador General del Estado, un político viejo que se llama Bill McCollum y un empresario multimillonario, que nunca ha caminado por la política, que se llama Rick Scott. McCollum es un viejo politiquero que conoce todas las triquiñuelas de la política estatal. Scott es un empresario que conoce todas las formas de hacer plata en este país, no importando la forma de conseguirlo. Las empresas que él ha dirigido han sido acusadas en varias ocasiones de estafa al programa de cuidado de la salud estadounidense, que se conoce por el nombre de Medicare. Una de ellas, la cadena de hospitales Columbia/HCA, fue multada por la cifra record de $1,700 millones de dólares. Hasta ahora, se han gastado más de 70 millones de dólares para desprestigiarse el uno al otro. Próximamente, se sabrá cual será el candidato de los republicanos para las elecciones de noviembre.
En la contienda por el escaño que dejó el cubanoamericano Martínez, los republicanos llevarán como candidato a otro personaje de origen cubano, que reside en lo más profundo de la caverna política. Es un muchacho joven que fue presidente de la Cámara de Representantes de La Florida. Su posición política es de extrema derecha y sus ideas van más allá del conservadurismo. El actual gobernador del estado, Charlie Christ, republicano de partido, al ver que le iba a ser muy difícil ganarle a Rubio en las primarias, decidió postularse como independiente. El próximo gobernador será uno de los dos, porque el candidato demócrata no tiene el más mínimo chance de ganar.
Y para buscar el candidato que sustituirá a Mario Díaz Balart se están enfrascando en una guerra sin cuartel un par de idiotas cubanoamericanos, entre los cuales es muy difícil determinar quién de los dos es más incapaz, más atorrante, o más imbécil. Uno se llama Paul Crespo, un ex comentarista radial que tuvo que dejar esa profesión debido a la falta de audiencia, –audiencia que no estaba dispuesta a oír las boberías que este decía en la radio– y el otro se llama David Rivera, actualmente representante estatal, en cuya Cámara solamente se ha dedicado a presentar leyes para hacerle daño a Cuba, a los cubanos que aquí residimos y a todos los floridanos que pagamos impuestos en este estado. Por culpa de las descabelladas leyes presentadas por este personaje, los residentes de la Florida hemos tenido que gastar miles y miles de dólares para defender, ante los tribunales de justicia, las imbecilidades convertidas en leyes de David Rivera.
Es incompresible que el partido con el cual Abraham Lincoln ganó la presidencia y decretó la abolición de la esclavitud se haya ido enterrando más y más en las profundidades de la caverna política. Ahora, andan haciendo campaña en la Florida todos proclamando que defienden «los valores conservadores», por supuesto que ninguno explica cuáles son esos valores, algunos, me imagino, ni saben qué es lo que es eso. Creo que, si el Partido Republicano se sigue tornando a la extrema derecha, terminarán con capuchas blancas, montados a caballo y prendiendo hogueras en los bosques, para tirar a negros, latinos y asiáticos en las mismas.
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