El presidente palestino, Mahmud Abbas, inició ayer una visita de dos días a Túnez en medio de un incómodo silencio sobre la matanza de sus compatriotas que tiene lugar en franja de Gaza. Abbas, en una semana que se ha cobrado la vida de decenas de palestinos, ha sido incapaz de pronunciar una sola palabra […]
El presidente palestino, Mahmud Abbas, inició ayer una visita de dos días a Túnez en medio de un incómodo silencio sobre la matanza de sus compatriotas que tiene lugar en franja de Gaza. Abbas, en una semana que se ha cobrado la vida de decenas de palestinos, ha sido incapaz de pronunciar una sola palabra de crítica hacia el matón israelí, ni cuando el miércoles los israelíes mataron a 18 palestinos, ni el sábado -seis palestinos mueros- ni ayer, cuando otros siete palestinos se sumaban a la interminable lista de fallecidos.
El presidente palestino, sin embargo, tiene mucho que decir en esta interminable matanza. Desde que a finales de noviembre del pasado año Abbas acudiera como invitado de piedra a la conferencia de Annapolis, ideada por Bush para reactivar las «negociaciones de paz», son ya 427 los palestinos muertos a manos de los israelíes en apenas cinco meses, lo que supone una media de 85,4 palestinos muertos al mes.
El propio primer ministro israelí, Ehud Olmert, dijo ayer que el Ejército sionista ha matado en los dos últimos meses a «200 milicianos de Hamas».
Otros siete muertos
La jornada de ayer, igual que las precedentes, estuvo marcada por los nuevos ataques aéreos de las fuerzas sionistas llevados a cabo en la noche del sábado y la madrugada de ayer, con un balance de siete muertos.
Las dos últimas víctimas, militantes del movimiento islámico Hamas, murieron en sendos ataques aéreos en el norte de la franja de Gaza y en la capital.
La resistencia palestina, entretanto, logró lanzar dos cohetes contra territorio israelí.
Los otros cinco militantes palestinos murieron antes de medianoche del sábado también en bombardeos aéreos. Cuatro de ellos, cuando un cohete alcanzó un vehículo que circulaba por el campo de refugiados de Yabalia, en el norte de la Franja de Gaza. El quinto miliciano murió en esa misma zona en un bombardeo posterior, en el que resultaron heridas otras dos personas.
La matanza israelí sigue al ataque del sábado por parte de milicianos palestinos contra el paso de Kerem Shalom, en la triple frontera que forman Gaza, Egipto e Israel. Dieciséis soldados israelíes resultaron heridos cuando los milicianos hicieron estallar dos vehículos cargados con explosivos en el paso.
Por otra parte, dos palestinos murieron ayer a causa de las heridas sufridas cuatro días antes. Ahmed Najar, de 17 años, y Bilal Deheni, de 16 años, fueron heridos por disparos israelíes.