‘En mi colegio los reclutadores del Ejército se pasean por los corredores, llevan Hummers con música a todo volumen y nos dicen que si entramos al ejército vamos a tener todas estas cosas’, dijo Juan Antigua, un estudiante de último grado en Clinton High School en el Bronx. Antigua, de 18 años y con ambiciones […]
‘En mi colegio los reclutadores del Ejército se pasean por los corredores, llevan Hummers con música a todo volumen y nos dicen que si entramos al ejército vamos a tener todas estas cosas’, dijo Juan Antigua, un estudiante de último grado en Clinton High School en el Bronx.
Antigua, de 18 años y con ambiciones de estudiar ciencia política, dijo que recibe al menos una carta semanal de la armada invitándolo a unirse a sus filas y ninguna de su escuela explicándole como puede evitar el acoso.
Antigua dijo que conoce gente que ha aceptado las invitaciones de los reclutadores. ‘Vuelven entusiasmados diciendo lo divertido que es tener un arma y dispararla’, dijo.
Una situación similar la estarían viviendo miles de estudiantes en todo Nueva York, según un informe presentado ayer por el presidente del condado de Manhattan, Scott Stringer, y la Unión por las Libertades Civiles de Nueva York (NYCLU).
‘Es repugnante que reclutadores militares estén quitándole a los estudiantes tiempo de sus clases para convencerlos de terminar en un vuelo a Irak’, dijo Stringer, quien exigió al canciller de Educación, Joel Klein, que haga efectiva las normas que prohíben esta práctica.
Según el informe -para el cual se entrevistaron cerca de 1,000 estudiantes, la mayoría de ellos de origen hispano- uno de cada cuatro estudiantes de grado 12, dijo que los reclutadores toman tiempo de sus clases para convencerlos de ingresar a sus filas.
El informe denuncia también que el 40% de los entrevistados dijo no haber recibido al comienzo del año 2006-2007 el formato para declinar compartir su información privada con los militares, lo cual está previsto en las reglas del Departamento de Educación (DOE).
‘El DOE ha invertido mucho papel en esto pero poco dinero’, dijo Donna Lieberman, directora de NYCLU, quien pidió además que los formatos para mantener la información de los estudiantes lejos de las manos de los reclutadores estén en varios idiomas, incluido el español.
Marge Feinberg, vocera del Departamento de Educación (DOE), dijo que habían recibido el reporte pero que aún no tenían ningún comentario.
Feinberg afirmó no tener cifras sobre cuantos colegios estaban siendo visitados por reclutadores actualmente.
Nueva York figura entre las zonas de alto interés para los reclutadores por la diversidad cultural y la alta concentración estudiantil, aunque diferentes organizaciones se han quejado que el ejército apunta con insistencia a los adolescentes de zonas pobres, quienes son más vulnerables.
Este año fiscal el ejército espera reclutar 80.000 jóvenes de los cuales para julio 30 ya contaba con 61,864.
Lucha anti-reclutamiento
A partir de mañana y durante toda la semana diferentes grupos pacifistas encabezados por la Liga de Resistencia a la Guerra de Nueva York, iniciarán la ‘Operación NO a los reclutamientos’, la cual se concentrará en las puertas del puesto de reclutamiento del ejército en Times Square.
Durante la semana, los grupos pacifistas bloquearán el ingreso al centro, desfilarán con pancartas y tratarán de mantener alejados a los jóvenes de la invitación a engrosar las filas de la milicia, según anunciaron ayer voceros de estos grupos.