Decenas de miles de personas recibieron ayer en Estambul al buque Mavi Marmara, en el que murieron nueve activistas turcos durante el ataque israelí contra la Flotilla humanitaria, el pasado 31 de mayo. La ceremonia, celebrada en el puerto de Sarayburnu, conmemoró a los nueve fallecidos así como el segundo aniversario de la brutal ofensiva […]
La ceremonia, celebrada en el puerto de Sarayburnu, conmemoró a los nueve fallecidos así como el segundo aniversario de la brutal ofensiva de Israel contra la franja de Gaza, denominada «Plomo fundido», que dejó una cifra de 1.400 palestinos muertos.
Antes de dirigirse a Estambul, el buque había sido remolcado hasta el puerto mediterráneo de Iskenderum para ser reparado durante varios meses y donde un equipo de médicos forenses realizaron un informe en el que identificaron hasta 200 impactos de bala, muchos de los cuales habían sido pintados y tratados de ocultar por Israel.
El navío formará parte de una nueva expedición humanitaria que viajará a Gaza el 31 de mayo de 2011, según anunció la Fundación de Ayuda Humanitaria IHH, organizadores de la denominada Flotilla de la Libertad.
En la ceremonia participaron personalidades de 50 países, familiares de las víctimas, representantes de diferentes ONG y artistas, que pidieron a Israel el levantamiento del bloqueo a Gaza y el cese de los ataques contra sus pobladores.
Para Bulent Yildirim, presidente de IHH, el Mavi Mármara se ha convertido en un símbolo de la libertad y los derechos humanos, y recordó que en él viajaban 578 voluntarios de 37 países cuando fueron abordados y atacados por las fuerzas israelíes.
Aseguró que entonces y ahora su única determinación es romper el bloqueo que sufre Gaza y aliviar la situación desesperada en la que viven los palestinos mediante la ayuda humanitaria transportada en los buques como suministros médicos, equipamientos infantiles y materiales de construcción entre otros.
Criticó al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien al conceder la «Medalla del Valor» a los 13 comandos que perpetraron el ataque, volvió a demostrar que no tiene respeto por los derechos humanos, la legislación internacional y los valores universales.
Por su parte el jefe de la diplomacia turca, Ahmet Davutoglu, señaló el sábado que su gobierno quiere reconciliarse con Israel para pasar página del episodio, pero exigió disculpas y compensaciones por los nueve turcos muertos durante el asalto a la Flotilla.
Las relaciones entre Turquía e Israel, aliados estratégicos desde los años 90, se deterioraron después de la ofensiva israelí contra Gaza en diciembre de 2008, y en 2010 entraron en crisis debido al asalto marítimo a la flotilla humanitaria que comandaba el buque Mavi Mármara, en aguas internacionales, y que fue condenado por gran parte de la comunidad internacional.
Antonio Cuesta es corresponsal de la agencia Prensa Latina en Turquía
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