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Bomberos encuentran las cajas negras faltante en los ataques de las Torres Gemelas

¿Mintió la administración Bush al Congreso y a la Comisión del 11-S?

Fuentes: CounterPunch

Traducido para Rebelión por Germán Leyens

Uno de los misterios más desconcertantes del 11-S es lo que terminó por ocurrir a las grabadoras de datos de vuelo y conversaciones de los dos aviones que se estrellaron contra las torres del World Trade Center. Ahora parece que después de todo no se perdieron.
Counterpunch ha averiguado que están en posesión del FBI.
Las grabadoras de vuelo (conocidas comúnmente como cajas negras, aunque en la actualidad son generalmente de color naranja brillante) son exigidas en todos los aviones de pasajeros. Siempre hay dos grabadoras por vuelo que registran la velocidad, la altitud, el curso y las maniobras de un avión, y una grabadora de voz en la cabina de mando que mantiene un registro en continuo de los últimos 30 minutos de conversación en su interior. Estos aparatos son construidos para que sean extremadamente durables, y están instalados en la sección de cola del avión, donde es menos probable que sufran daños si hay un impacto. Son diseñados para que resistan hasta 30 minutos a 1800 grados de calor (más de lo que habrían sufrido en los dos choques contra las torres gemelas) y para que sobrevivan a un choque a plena velocidad contra el suelo.
Los cuatro aparatos fueron recuperados de los dos aviones que cayeron sobre el Pentágono y en Pensilvania. En el caso del Vuelo 77 de American Airlines, que cayó sobre el Pentágono, el FBI informa que la grabadora de vuelo sobrevivió y tenía información recuperable, pero que supuestamente la grabadora de voz estaba demasiado dañada para suministrar alguna grabación. En el caso del Vuelo 93 de United Airlines, que cayó a 800 Km. por hora en Pensilvania, la situación fue inversa: la grabadora de voz sobrevivió pero la caja con datos de vuelo fue supuestamente dañada, irrecuperablemente.
Sin embargo, el FBI declara, y también informó a la Comisión del 11-S, que ninguno de los aparatos de grabación de los dos aviones que chocaron contra el World Trade Center fue recuperado.
Siempre ha habido un cierto escepticismo sobre esta afirmación, sobre todo porque dos bomberos de la ciudad de Nueva York, Mike Bellone y Nicholas De Masi, aseguraron en 2004 que encontraron tres de las cuatro cajas, y que agentes federales les dijeron que no mencionaran este hecho. (El FBI desmiente toda la historia.) Además, casi siempre se encuentran estos artefactos después de colisiones, aunque no siempre están en condición utilizable (y la limpieza del World Trade Center fue meticulosa. Incluso hallaron pequeños fragmentos óseos y trozos de tejido humano, lo que permitió la identificación de casi todas las víctimas). Como dice Ted Lopatkiewicz, director de asuntos públicos de la Agencia Nacional de Seguridad en el Transporte, que tiene la tarea de analizar los datos de las cajas: «Es muy poco usual que no se encuentre una grabadora después de una caída, aunque también es muy poco usual que los aviones jet choquen contra edificios.»
Ahora existe evidencia más convincente de que algo falta que va más allá de la supuesta no-recuperación de todas las cuatro cajas. Una fuente en el Consejo Nacional de Seguridad en el Transporte [NTSB, por sus siglas en inglés], la agencia que tiene la tarea de descifrar los datos de las cajas negras recuperadas de los sitios de accidentes – incluyendo los que son tratados como crímenes y caen bajo la jurisdicción del FBI – dice que en realidad las cajas fueron recuperadas y que fueron analizadas por el NTSB.
«Extraoficialmente, tuvimos las cajas,» dice la fuente. «Tendrán que conseguir la opinión oficial del FBI sobre dónde se encuentran, pero aquí trabajamos con ellas.»
La declaración oficial del NTSB es que las cajas negras del ataque contra el WTC nunca aparecieron. «No se recuperaron grabadoras en el World Trade Center,» dice Lopatkiewicz, del NTSB. «Por lo menos el FBI no nos entregó ninguna.» Agrega que la agencia «siempre ha tenido una buena relación» con el FBI y que en todos los anteriores casos de caídas o incidentes de vuelo, han llevado las cajas al NTSB para su análisis.
Por su parte, el FBI sigue negando todo, aunque con un curioso margen de serpenteo lingüístico. «Que yo sepa, los aparatos de grabación de vuelo de los accidentes del World Trade Center nunca fueron recuperados. Por lo menos, nunca los tuvimos,» dice el portavoz del FBI Stephen Kodak.
No es claro lo que significa la aparente existencia de las cajas negras en manos del gobierno.
Si la información en esas cajas es recuperable, o si, como es probable, ya ha sido recuperada, podría permitir evidencia crucial sobre la pericia de los pilotos/secuestradores, tal vez de su estrategia, o de si tenían ayuda eterna que los guiara a sus objetivos, de la velocidad a la que volaban y una multitud de otros aspectos.
¿Por qué podría desear el principal órgano de obtención de información y de mantenimiento del orden del gobierno de EE.UU. ocultar del público no sólo la información disponible sobre los dos vuelos secuestrados que suministraron la motivación y la justificación para la «Guerra contra el Terror» y para las guerras contra Afganistán e Iraq, sino también el hecho mismo de que posee los aparatos que podrían contener esa información? Abundan las teorías conspirativas, entre ellas algunas que afirman que los aviones eran en realidad aviones militares sin pilotos, o que tenían poco o nada que ver con el derrumbe del edificio. El medio más fácil de destruir esos rumores y tales ideas febriles sería la transparencia.
En lugar de franqueza, tenemos todo lo contrario: un secreto tenebroso que provoca numerosas preguntas sobre la información potencialmente embarazosa o tal vez incluso siniestra que podría encontrarse en esas cintas.
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Dave Lindorff es autor de «Killing Time: an Investigation into the Death Row Case of Mumia Abu-Jamal». Su nuevo libro de columnas de CounterPunch intitulado «This Can’t be Happening!» es publicado por Common Courage Press. Información sobre ambos libros y otras obras de Lindorff se encuentra en www.thiscantbehappening.net.
Para contactos: [email protected]
http://www.counterpunch.org/