La principal preocupación en EEUU y el mundo es la crisis económica, pero en un segundo plano para muchos gobiernos es la guerra contra el terrorismo. Han pasado 10 años de los actos terroristas del 11 de Septiembre, que dió paso, entre muchas cosas, a muchos prejuicios y estereotipos (= mitos) sobre nuestros hermanos mulsulmanes […]
La principal preocupación en EEUU y el mundo es la crisis económica, pero en un segundo plano para muchos gobiernos es la guerra contra el terrorismo. Han pasado 10 años de los actos terroristas del 11 de Septiembre, que dió paso, entre muchas cosas, a muchos prejuicios y estereotipos (= mitos) sobre nuestros hermanos mulsulmanes de clasificarlos de terroristas, fanáticos, antidemocráticos, machistas, opresores, que odian a EEUU, etc, etc, que perduran actualmente en contra de los nuestros hermanos y hermanas musulmanes. Según la famosa firma internacional de encuentas Gallup informa que todavía hoy el 46% de los estadounidenses tienen una imagen negativa del Islam y el 57% dice no saber nada del Islam. Veamos algunos mitos y realidades basandonos principalmente en los descubrimientos de los especialistas John L. Esposito y Dalia Mogahed en su bien documentado estudio «Who Speaks for Islam?» (2008) [¿Quién habla por el Islam?] y otras fuentes utilizadas para este escrito. De entrada, queremos aclarar que el intento modesto de este escrito es fomentar el entendimiento, la tolerancia religiosa, cultural entre todas las religiones del mundo que sienten, actuan y piensan diferente a nosotros.
Mito 1: Los musulmanes son terroristas
Realidad: Según los investigadores de los 35 países de fuerte presencia musulmana y de las miles de entrevistas realizadas en conjunto con los investigadores de Gallup encontraron que los musulmanes en su mayoría igual que los estadounidenses también en su inmensa mayoría rechazan los ataques violentos contra civiles de moralmente injustificados.
Mito 2: Los musulmanes terroristas son mas religiosos que el resto de la población.
Realidad: Quienes practican el terrorismo son una minoría y no parecen ser mas religiosos que la mayoría de los musulmanes. Lo que si parece cierto es que el elemento religioso es utilizado para fines politicos.
Mito 3: Las mujeres quieren ser sometidas y dependientes.
Realidad: Realmente más del 60% de las mujeres quieren igualdad de derechos en la religión y en la sociedad.
Mito 4: Los musulmanes sueñan con morir mártires en una guerra santa o yihad.
Realidad: En sus sondeos los investigadores indican que los musulmanes en general no mencionaron luchar o morir en el jihad o guerra santa, mas que todo su preocupación era conseguir mejores trabajos. El concepto «Jihad» tiene muchas definiciones que varian de pueblo a pueblo, de teólogo a teólogo, de persona a persona de secta a secta entre los musulmanes. En el mejor de los casos, la definición es morir en defensa de la fe con autorización de una autoridad reconocida institucional.
Mito 5: Los musulmanes radicales odian nuestras libertades de Occidente.
Realidad: Entre los musulmanes, tanto radicales como moderados en el mundo, su critica se centra en la decadencia de los valores morales tradicionales de Occidente y no en las libertades de Occidente.
Mito 6: Los musulmanes son antidemocraticos.
Realidad: Lo más que admiran los musulmanes en el mundo occidental es su tecnología y su sistema democrático, aunque millones sospechan de las intenciones de EEUU de llevar la democracia, debido a su dobla moral. Por ejemplo, el conflicto de Israel y Palestina. Cuando el ejército de Israel ataca es en su defensa, cuando son los palestinos se defienden, es terrrorismo.
Mito 7: Los musulmanes son cerrados, por eso no quieren ninguna relación con Occidente.
Realidad: Los musulmanes de todo el mundo y de Oriente Medio quieren en su mayoría que Occidente mejore las relaciones con sus sociedades y el respeto para el Islam y conozcan lo positvo del Islam. Nota del autor de este artículo: los musulmanes deben también interesarse y conocer muy bien Occidente.
Mito 8: Los musulmanes son gente tradicionalista que solamente siguen su religión.
Realidad: Hay muchos movimientos progresistas en terminos políticos, sociales y religiosos en todos los países de gran presencia musulmana y en el mundo, que exigen justicia y sobretodo respeto a la dignidad humana y su religion.
Mito 9: Son gente que viven como primitivos, analfabetos y todos son iguales.
Realidad: Hay millones de musulmanes que viven en zonas rurales, zonas urbanas, en la periferia, en la costa, hay comerciantes, ricos, pobres, conservadores, ultraconservadores, educados, ignorantes, intelectuales, liberales, progresistas, así como fanáticos y terroristas. Nos parece importante señalar que el terrorismo ha sido utilizado a lo largo de la historia por otras grandes religiones, no olvidemos las Cruzadas cristianas, el judaísmo en sus antiguas conquistas.
Mito 10: Los musulmanes son mas religiosos que los occidentales.
Realidad: Hay millones de religiosos musulmanes auténticos y sinceros, hay religiosos ocasionales que visitan las mezquitas de vez en cuanto y hay quienes no quieren saber nada de la religión. También hay hipócritas, como existen también millones de occidentales a los que no les interesa la religión, millones de sinceros, de hipócritas u otros que son religiosos ocacionales.
En conclusión, el mundo musulman no es grupo hemogénico fácil de etiquetar y condenar como un todo. Una cosa es la realidad y otra los mitos que nos han infundido a través de los grandes medios de comunicación internacional y la educación. La violencia terrorista ha existido a lo largo de la historia por determinados sectores de todas de las religiones del mundo. Nosotros los occidentales supuestamente «civilizados» debemos preocuparnos por conocer y entender a los musulmanes y su religión, el Islam, así como su cultura para entender, respetar, tolerar otras religiones y culturas y eliminar los mitos que nos hacen intolerantes, arrogantes, que nos hacen creer que somos superiores.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
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