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Leganés (Madrid)

No al cierre de los Talleres de Educación para Adultos Rosalía de Castro

Fuentes: Rebelión

Una muestra puntera de hacia dónde quieren conducir a la sociedad de base. El pueblo es la plomada hacia el fondo del pozo. Están construyendo un pozo circular con las paredes verticales alineadas a punta de plomada. Cada vez más profundo, sin fondo, como un agujero negro y a la cabeza, hacia abajo, a marcha […]


Una muestra puntera de hacia dónde quieren conducir a la sociedad de base. El pueblo es la plomada hacia el fondo del pozo. Están construyendo un pozo circular con las paredes verticales alineadas a punta de plomada. Cada vez más profundo, sin fondo, como un agujero negro y a la cabeza, hacia abajo, a marcha rápida va el pueblo. Como una muestra más, quizás aparentemente mínima veamos el caso del cierre de Talleres de Educación para Adultos Rosalía de Castro:

Un centro, donde más de mil alumnos de las clases menos favorecidas tienen por fin la suerte de encontrar una forma de enseñanza- aprendizaje apetecible, deseable. Una formación que no habían recibido cuando eran niños y jóvenes en edad escolar, porque entonces estaban trabajando en un régimen totalitario que no castigaba el trabajo infantil. (La explotación infantil no se consideraba tal, estaba bien visto que los niños obreros se ganaran su pan apenas les salieran los dientes. Trabajadores desde su más tierna infancia) En la nueva etapa (¿democrática?) una enseñanza que funcionaba de verdad por fin se puso en pie. Profesores que ejercen como tales y disfrutan de alumnos adultos que acuden a sus clases con el mayor interés, que hacen los deberes y asisten con entusiasmo a cada uno de los talleres. Talleres de lectura, de informática, de inglés, de escritura, de Historia a través de recorridos por Madrid, de encuadernación… Clases cuyo número de alumnos ha ido aumentando año tras año y, cuando está en su momento álgido las decapitan. Suspenden unilateralmente los talleres, aun estando apoyados en un Decreto Ley que sigue vigente, que todavía no ha sido derogado.

Veamos cual era el propósito de ese DECRETO 128/2001, cuyo artículo 3.1,c dispone que «La educación de personas adultas comprende como ámbito fundamental de actuación, junto con la formación general y profesional, la formación y actualización cultural y social que permita a las personas adultas participar responsablemente en la sociedad actual adquiriendo los elementos necesarios para una actuación crítica y constructiva«.

En este artículo se fundamenta el programa de talleres que el Centro Rosalía de Castro ha impartido hasta el curso 2011-2012, que ha sido suprimido en aras del recorte, nunca llamado así por quienes lo practican, se la llama reformas, esfuerzos… para ayudar a reducir el déficit. ¿Pero esta orden de verdad viene de arriba? ¿Es posible que un ministro de educación, cultura y deporte, José Ignacio Wert, sea capaz de suprimir algo de tanta utilidad? ¿No se da cuenta del daño que produce a la gente de base? ¿No han caído él y sus compañeros de viaje en lo rápidamente que van poniendo en su contra, incluso a una gran mayoría de los que les votaron? ¿O no es él ni ellos? ¿Solo se limitan a cumplir órdenes de más arriba? las van pasando, si, las competencias de educación y sanidad dicen que fueron transferidas a las Comunidades autónomas, ¿es cosa de la Dirección General de Educación de la Comunidad de Madrid?

A continuación transcribimos la nota que nos pasa Mari Tere, una de las mujeres que vivieron el germen, los comienzos del Centro Rosalía de Castro allá por 1978. Dice así:

 Comienzo de la Educación de Adultos en Leganés desde «Trabenco»

La educación de adultos comenzó hacía 1978.

En los bajos de las viviendas de la Cooperativa Trabenco ya existía el Colegio para niños y guardería.

Un grupo de padres (madres la mayoría), que ya habían organizado otras actividades formativas, se plantearon acondicionar alguno de los locales de los bajos que estaban disponibles, para dar clases de cultura general y graduado escolar para adultos.

Había muchas ganas de aprender en una generación sin apenas escuela, tuvieron que comenzar a trabajar con diez años de edad, incluso algunos más jóvenes aun. Por este motivo nos planteamos que mientras nuestros niños estaban en el colegio, también nosotros íbamos a estudiar.

Buscamos un profesor, Carlos, esposo de una de las profesoras y excelente maestro, que con la ayuda de otra profesora, Belén, que venía de un centro de adultos de Madrid (creo que de la zona de Tetuan), del que seguíamos el programa, exámenes, etc., se organizaron dos grupos, según el nivel.

Los alumnos pagábamos una cuota, acondicionamos los locales y compramos todo lo necesario para poder impartir las clases, inclusive radiadores de calor, porque en esos bajos hacía mucho frío.

Hacíamos la limpieza de las aulas y colaborábamos en todo lo necesario.

Más tarde se creó en Leganés la UPL.

Cuando se construyó el nuevo edificio del Colegio Trabenco, en El Carrascal, estos locales se convirtieron en Centro de Adultos y más tarde se trasladó al actual edificio Colegio Rosalía de Castro, en el que se han estado impartiendo estudios reglados y talleres para adultos en diferentes áreas a los largo de los años hasta el curso 2011/12. En el curso 2012/13 nos encontramos con que los talleres han sido suprimidos.

Sentimos una gran frustración por ello, hemos trabajado mucho y creemos que es un derecho el que se mantenga el acceso a la cultura para todas las personas.»

Sin embargo, ayer se inauguró a bombo y platillo LA CASA DEL LECTOR, con dos ministros presidiendo el acto, directores generales de varios departamentos, escritores, altas personalidades…, seguro que con el presupuesto para este acto podían funcionar los talleres diez años por lo menos, esto por decir algo.

Escrito en Leganés, a 17 de octubre de 2012

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.