El hundimiento de la sociedad norteamericana al que ha sido llevado por su gobierno «democrático» es una hecho que parece explicarse por si mismo en la aplicación de políticas dirigidas a la producción, distribución, consumo y comercialización de drogas. Estados Unidos es el mayor consumidor del mundo según un estudio de la Organización Mundial de […]
El hundimiento de la sociedad norteamericana al que ha sido llevado por su gobierno «democrático» es una hecho que parece explicarse por si mismo en la aplicación de políticas dirigidas a la producción, distribución, consumo y comercialización de drogas.
Estados Unidos es el mayor consumidor del mundo según un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) divulgado en 2008. Un tercio de la producción mundial de su droga predilecta, la cocaína, ingresa a la mayor economía capitalista del planeta.
De este tercio, aproximadamente el 90% de la cocaína que ingresa a su territorio proviene de Colombia. Unos 100 000 millones de dólares anuales ayudan a mover la alicaída economía basada en el consumo.
El zar antidrogas de los Estados Unidos, afirmo este año que unos 23 millones de personas consumen estupefacientes en distintos niveles y de ellos solo un 10% recibe tratamiento en su país
Las autoridades apenas confiscan el 1 % y, a causa del consumo de drogas, alrededor de 20 000 norteamericanos mueren cada año y decenas de miles van a parar a las cárceles. El 85% de los delitos que se cometen en los Estados Unidos tienen que ver con drogas.
El gobierno de los Estados Unidos no parece preocuparse por esto. En los países que no invade militarmente, el gobierno de la mayor sociedad narcotizada promueve el consumo de variedades de cocaína, marihuana y heroína de baja calidad y altamente peligrosas por sus efectos neurológicos, en especial entre los jóvenes.
Para Interpol, sin embargo, el gobierno no es responsable de esta debacle social provocada por las mafias que forman parte del aparato estatal. La producción, el tráfico y el consumo de cocaína, que antaño afectaban principalmente a Estados Unidos, se han extendido a todo el planeta, dice Interpol.
Las organizaciones delictivas aprovechan estos fondos (que es básicamente dinero proveniente de los consumidores estadounidenses) para financiar a otras organizaciones delictivas y terroristas o a grupos insurgentes.
La DEA ha sido acusada por varios gobiernos de Latinoamérica de promover estas organizaciones para justificar luego acciones de desestabilización, criminalización de gobernantes, o directamente justificar la invasión de algún país (como ocurrió en Panamá).
El gobierno de Obama, lejos de atacar la demanda de drogas o reducir la oferta de sus proveedores y aliados (Colombia o Perú), invade otros países productores como Afganistán, donde desde el comienzo de la invasión militar de Estados Unidos y la OTAN, la producción de heroína se incrementó 40 veces, según un informe difundido por Víctor Ivanov, jefe del Servicio Federal de Lucha contra el Narcotráfico ruso (SFLN).
Obama se ha convertido en el dealer de un Estado Narco
Fuente: http://matrizur.org/index.php?option=com_content&view=article&id=7859