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¡Oh!, Drácula palestino, ¿Aún no has tenido suficiente sangre?

Fuentes: Maan News

Traducido del inglés para Rebelión y Tlaxcala por Nadia Hasán. Revisado por Paloma Valverde

El injustificado derramamiento de sangre y asesinatos entre palestinos es el resultado natural entre una competencia deshonesta. De hecho, esta competencia por la autoridad y el poder entre los principales rivales políticos sólo les hace falta a aquellos sin la más mínima honestidad.

En artículos anteriores he advertido que este ciclo de violencia aumentará con cada víctima caída del campo enemigo, ya que la sangre derramada sólo produce más sangre y la venganza solo alimenta venganza. Este ciclo de asesinatos continuará indefinidamente y podría arrastrarnos a una guerra sangrienta que quemará todo. El escenario palestino está pintado con el color de la sangre, y los palestinos no deben dejar de rezar pidiendo el final de esta situación.

El secreto palestino se ha roto, y en el contexto nacional esta rotura es difícil de reparar. La causa de esto subyace en los frecuentes asesinatos, secuestros y violaciones de los límites de lo permitido. Quien piense en que se puede lograr un acuerdo definitivo entre los principales grupos rivales y que se puede poner fin a la violencia simplemente se está engañando. La sociedad palestina se gobierna, y lo seguirá haciendo, por tradiciones tribales. La afiliación familiar domina incluso a aquellos que pretenden ser progresivos e izquierdistas. Incluso si las facciones consiguen poner fin a la actual ola de violencia, nadie puede garantizar que no resurjan las venganzas y las contra venganzas en el futuro, mientras la ley siga ausente, ya sea de manera deliberada o involuntaria.

Los asesinatos en el escenario palestino se han vuelto tan habituales que ahora no se cuestionan, e incluso la gente se ha acostumbrado a ellos, sin mostrar signos de desaprobación frente a este delito tal como siempre han hecho. Después de la masacre de los niños Ba’lousha en Gaza, los corazones y las conciencias se han vuelto inmunes contra horrores de esta naturaleza. Se ha logrado un consenso mediante el cual muchos criminales, asesinos y asaltantes ahora deambulan libremente entre nosotros, sin que las partes implicadas los interroguen o los pregunten.

Los explotadores del destino palestino, de la causa palestina y de la sangre palestina se han convertido a sí mismos, y a todo el pueblo palestino, en una burla ante el mundo. Esto es resultado del abuso contra el pueblo palestino por parte de un puñado de quienes sólo fingen preocuparse por la patria y la causa palestina, de aquellos que han legalizado el derramamiento de sangre palestina y han empujado la causa palestina al fondo del pozo, avergonzando al ciudadano palestino de a pie.

El interrogante al que nos enfrentamos es: ¿Por qué luchan? ¿Es por una autoridad que no poseen? ¿O es por cargos que no son más que nombres inventados? Es una gran mentira inventasteis y que terminasteis creyendo. Son sólo nombres. Es más una ilusión que una autoridad. ¿Quién de ustedes, altos cargos, puede salir de Palestina sin un permiso del «Sr. Shlomo» o del «Sr. Cohen»? ¿Quién de ustedes puede atravesar un puesto de control israelí si la soldado Falasha (judía etiope) no permite el paso? Vosotros creéis que podríais ser soberanos de alguien. No sois más que una ilusión, y vuestra autoridad no es más que una gran traición. Habéis ahorrado a la ocupación miles de millones de dólares haciéndoles el trabajo. Habéis mejorado la imagen de la ocupación israelí en el mundo, el que piensa que ya no existe en vuestros territorios.

 En las últimas 24 horas, se han producido más de 20 víctimas, y la maquina asesina continúa. Más de 50 personas fueron heridas. Esos asesinatos fueron cometidos por palestinos. ¿Quién puede responsabilizarse por aquellas víctimas y procesar a los asesinos? Dudo que todavía haya alguien a quien le importe. ¿Quién apoyará a las viudas, a los huérfanos y a los discapacitados? Los altos cargos de la Autoridad Palestina son responsables del derramamiento de sangre de aquellas víctimas, es decir, los dirigentes de sus principales rivales, los partidos armados.

El otro interrogante tras el derramamiento de sangre es: Si tienes el valor de jugar con el destino, la vida y el futuro de las personas, ¿tienes el mismo valor para dimitir en protesta contra este derramamiento de sangre? ¿Tienes la voluntad para no volver a ser un testigo falso de nuevas masacres entre palestinos?

Y en cuanto al resto de las facciones palestinas que no estuvieron involucradas en la lucha, están llamados a declarar su posición alto y claro, sin dejar espacio para ninguna interpretación. Su posición debe ir más allá de dejar de ser falsos testigos, condenando y rechazando estos lamentables sucesos. Su verdadera posición debe ser responsabilizar a los verdaderos culpables por el asesinato y destrucción de la causa palestina. No deberían encubrir a aquellos que fácilmente derraman sangre palestina con la intención de impedir que palestinos de a pie caigan víctimas de declaraciones y contra declaraciones de los dos partidos.

El ciudadano palestino, que parece haber perdido su horizonte en medio de los competidores por el poder, también debe jugar un papel. La cuestión es su propia vida y seguridad y la de sus hijos. Tiene que ver absolutamente con su vida. Su futuro y el de su familia nunca podrán estar a salvo en medio de estado de caos que prevalece en los territorios palestinos, especialmente en la Franja de Gaza. Por consiguiente, [el ciudadano] debe rechazar todos estos asesinatos y destrucción que se están llevando a cabo en Palestina, no en otra región del mundo. Nadie podrá permanecer inmune a este peligro. ¿Estamos esperando manifestaciones en Europa o en otros países árabes para protestar por lo que está pasando en nuestra propia tierra? ¡Oh pueblo! Ya has dormido demasiado. El futuro parece peligroso y nadie estará a salvo. ¡Oh, pueblo! Sal a la calle y grita alto que quien apunte su arma contra su hermano palestino es un pagano. Quien dispare a su hermano es un traidor. El diluvio llega y os arrasará a menos que pongáis fin a todo esto.

Rashid Shahin es periodista palestino que vive en la ciudad cisjordana de Belén.

Fuente: http://www.maannews.net/en/index.php?opr=ShowDetails&ID=19068

Nadia Hasán es miembro de Rebelión y Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística. Esta traducción se puede rreproducir libremente, a condición de respetar su integridad y de mencionar al autor, a la traductora a la revisora y la fuente. URL de esta página: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=46441