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Otro 12 de octubre: ¡el ecocidio y genocidio continúan!

Fuentes: Rebelión

Otro 12 de octubre con poco que celebrar y mucho por lo que luchar. Si en 1992 nos oponíamos a aquella celebración de un concepto de Hispanidad basado en racismo y colonialismo, 20 años más tarde la situación no podía ser peor. Compañías españolas que en Latino América entonces eran desconocidas ahora consiguen la mayoría […]

Otro 12 de octubre con poco que celebrar y mucho por lo que luchar. Si en 1992 nos oponíamos a aquella celebración de un concepto de Hispanidad basado en racismo y colonialismo, 20 años más tarde la situación no podía ser peor. Compañías españolas que en Latino América entonces eran desconocidas ahora consiguen la mayoría de sus beneficios en esos países y así también han engrosado las filas de las más ricas (BBVA en posición 91 e Iberdrola en 124 de la lista Forbes), y sus directivos en las de nuevos millonarios. Recordad que entraron en esos países aprovechándose de las ventajas de ajustes estructurales impuestos a esos países para pagar una deuda odiosa como la que ahora nos afecta a nosotras, y que casualidad, es también ahora objeto de denuncia en esta Semana de Acción Global contra la Deuda y las Instituciones Financieras Internacionales: «no es nuestra deuda – No pagaremos».

Pero además esas grandes empresas impulsan proyectos que no sólo destruyen el medio ambiente (algunos tan vitales para el planeta, para el cambio Climático, etc como la Amazonía) sino que afectan a las clases más humildes y desfavorecidas y a los pueblos indígenas (recordar también que en todos esos sectores las mujeres se llevan la peor parte…). En el caso de las empresas construyéndolos y gestionándolos y en el caso de los bancos, financiándolos. Por tanto, el colonialismo que subyace en conceptos como la Hispanidad continúa vigente.

De las empresas con sede en Euskal Herria, se llevan la palma el BBVA e Iberdrola. BBVA con un 53 % de beneficio proveniente de Latinoamérica donde se ha hecho con los principales bancos desde la década de los 90, en muchos casos de forma fraudulenta y siendo objeto de investigación y juicio. En el caso de Iberdrola los beneficios que proceden de ese continente son 32 %, sobre todo procedentes de México y Brasil (1).

Iberdrola opera en Brasil a través de la subsidiaria Neonergia. Esta participa en numerosos proyectos hidroeléctricos, de embalses, una forma de producción eléctrica barata en ese país por la gran riqueza hídrica y porque no se paga ningún combustible (y encima los getas de ello la consideran «energía verde»!), pero de resultados ambientales y sociales espantosos como todas conocemos. Entre los proyectos que impulsa se encuentra el mega-embalse de Belo Monte, que será el segundo embalse mayor de ese país y tercero del mundo. Este proyecto nos retrocede a 1989, cuando la defensa de la Amazonia era objetivo de la humanidad y la supervivencia de los pueblos originarios también (el proyecto de embalse data de la época de los generales, y oficialmente de 1980). Ambas luchas se reflejaron en el cabecilla kayapó Raoni (también luego en Tuira, Paiakan…). Más de veinte años después Raoni sigue implorando que este monstruo no se lleve a cabo, pero ahora las obras sí que han comenzado. Inundará 333 km cuadrados de selva amazónica y con ella el territorio de pueblos indígenas como el Arara, Juruna, Araweté, Xikrin, Asurini, Parakanã además del Kayapó. Además se cree que hay pueblos no contactados. Los pueblos indígenas se movilizan continuamente contra este proyecto, la última el pasado septiembre, pero antes otra de 17 días en junio, etc. Actualmente el consorcio constructor Norte Energia se enfrenta también a grandes multas por negligencia en su respeto a esos pueblos indígenas afectados.

Pero no es el único proyecto hidroeléctrico de Iberdrola con impacto contra pueblos indígenas. La central hidroeléctrica del del río Teles Pires será el primero de seis embalses que se planean construir, en este afluente del río Tapajós, a su vez, uno de los afluentes principales del Amazonas. En este proyecto el principal problema ha sido la exclusión de la cuestión indígena de su informe de impacto ambiental y por ello un juez federal paralizó su construcción el 16 de septiembre. Afecta al conjunto de rápidos y cascadas de Sete Quedas de gran valor cultural, religioso y arqueológico para los pueblos Kayabi, Apiaká y Munduruku. La central hidroeléctrica Bajo Iguazú en la que Neoenergia participa con un 70% afectará también a unas 700 mil personas que no recibirán ningún tipo de indemnización.

Sin duda uno de los proyectos polémicos en latino América han sido los parques eólicos del istmo de Tehuentepec, Oaxaca (México) donde se proyecta instalar 3.000 aerogeneradores despojando las tierras indígenas, las tierras ejidales (comunales), las tierras de los pueblos indígenas hontal, huave, ikoots , mixe , zoque y zapoteco. Allá han desarrollado sus proyectos Iberdrola y su filial Gamesa. Iberdrola cuenta allá con los parques de La Venta II y III y La Ventosa. El BBVA también ha financiando a éstas y financiando también los parque de Acciona, Oaxaca II y Oaxaca IV.

El BBVA ha financiado la mina de Yanacocha que afecta directamente a la comunidad quechua. En el 2012 financió a las transnacionales TOTAL y Repsol, Kinder Morgan y también el Oleoducto Bicentenario de Colombia y el gaseoducto de Camisea. Este último afectando a los pueblos indígenas: machiguengas Camaná, Mayapo y Puerto Huallana. BBVA financión a Kinder Morgan, la mayor empresa de oleoductos de Estados Unidos, trasportando ahora petróleo de arenas bituminosas y también con varios derrames en su currículum, el último el 13 de Junio 2013. Entre sus damnificados se encuentran los pueblos Tsleil Waututh y Skwah en Canadá o el cherokee en los Estados Unidos. Indirectamente financia la represa de El Zapotillo en México de FCC que afecta a comunidades Temacapulín, Acasico y Palmarejo.

Los pueblos indígenas son las primeras víctimas de grandes infraestructuras y de la actividad extractiva de recursos que se acelera con compañías apareciendo por doquier, sin miramientos con comunidades y hábitats. Once personas, entre ellas varios niños, fueron asesinadas este 7 de septiembre en la comunidad maya kakchicel de Nacahuil, que se opone a la mina El Tambor. La minería a cielo abierto es un cáncer en la geología (y ecología) americana y de los pueblos indígenas: el proyecto minero El Morro afecta a comunidades indígenas en Chile, el de Yanacocha y los nuevos proyectos como La Conga ampliamente contestados en Perú, el que afecta al pueblo wixárica en México ( U niverso y La Maroma de Revolution Resources y Grupo Minero Frisco) con 78 concesiones en su territorio (también para agronegocios) y que consiguieron paralizar en los tribunales el pasado septiembre, el de Sipakapa en Guatemala, el de carbón de Perijá (Venezuela) con el pueblo yukpa y que provocó el asesinato de su líder Sabino Romero el 3 de marzo de este año; el caso del pueblo Tolupan de Honduras que veían a tres miembros asesinados mientras protestaban por la deforestación causada por una minera recientemente licitada en su territorio el 25 de agosto; el del pueblo Tahltan de Canadá cuyas tierras fueron arrebatadas para la extracción de carbón por Fortune Minerals Limited y el Oglala Lakota (EEUU) que se opone a otra mina (Otter Creek) de carbón en su territorio o del pueblo Navajo en cuyo territorio (Arizona, Nuevo México y Utah) se encuentra más de 1000 minas de uranio, sufriendo el despojo del territorio y el efecto de la minería unidos a la radiación.

Es el caso del pueblo Wao (huaorani) de la Amazonia ecuatoriana víctimas de Repsol y otras petroleras, de los pueblos no contactados Tagaeri y Taromenane amenazados por el intento el pasado septiembre de ese gobierno por licitar el bloque ITT en el parque Yasuni, del pueblo Kichwa de Sarayaku y de Sani Isla amenazados por más prospecciones, del pueblo Achuar, del Nahua en Perú, lentamente exterminados, o del pueblo awajún-wampi, y to@ds aquell@s que se alzaron en Bagua contra la introducción de las petroleras en su territorio y fueron masacrados en 2010, del pueblo mapuche de Loma de la Lata en Argentina, del pueblo U’wa en Colombia. Es el caso de indígenas yuracares, mojeñas y chimanes del territorio indígena Isiboro Secure (TIPNIS) amenazados por la construcción de una autopista; del pueblo mapuche, desalojados y afectados por las represas Ralco en Chile y los proyectos en el Báker y Pascua, y en Argentina, en Patagonia, por las represas de El Chocón, Alicurá, Piedra del Águila y Pichi Picún Leufú; del pueblo indígena Ngöbe-Buglé de Panamá afectados por el embalse Barro Blanco y cuyo cabecilla Onésimo Rodríguez fue asesinado el 22 de marzo de este año, el Maya (Q’eqchi ) de Guatemala amenazados por Hidro Santa Rita de cuya comunidad dos niños eran asesinados en un ataque por paramilitares de esa compañía el 23 y 26 de agosto; las poblaciones índigenas y afrodescendientes en Colombia, Ecuador, Honduras y Guatemala, que se enfrentan al avance de los monocultivos (palma), de Paraguay, Argentina, Brasil (soja, eucalipto, etc). En Brasil comunidades del pueblo Guarani-Kaiowá de Mato Grosso (como antes los U-wa de Colombia) anunció el suicidio colectivo de 170 personas si eran despojados de su tierra ancestral y cementerio para plantaciones de caña de azúcar y soja. O de los nuevos sumideros de carbono, monocultivos planteados como fórmula de absorción de gases de efecto invernadero para los emisores de gases del norte (otra vuelta de tuerca del planteamiento imperialista ambiental) que afecta al pueblo quilombola y es opuesta por la Coordinadora de Pueblos del Amazonas (COICA), que agrupa a naciones indígenas de nueve países latinoamericanos.

Muchas se oponen a este expolio, a este genocidio a este ecocidio y las consecuencias son trágicas. Sin duda Colombia es el país de mayor incidencia, represión e inmunidad para los represores y asesinos. El 26 de septiembre fue asesinado el activista Nelson Giraldo, líder del Movimiento Ríos Vivos Antioquia y que se oponía a la construcción del embalse Hidroituango y el 30 de era asesinada en el Cauca (Colombia) Adelinda Gómez Gaviria activista contra de la minería ilegal y trasnacional. O Sandra Cuellar, ecologista desaparecida desde el 2011. Pero también Brasil donde Amnistía Internacional denunció el asesinato de 20 ecologistas entre 2011 y 2012. En junio de este año era asesinado un ecologista español (Gonzalo Alons) en ese país. En junio era asesinado también un ecologista en Costa Rica. El 19 de marzo 2013 eran asesinados por la policía dos jóvenes en Perú en el conflicto que la minera de Consorcio Minero Horizonte ha provocado en Parcoy. En Honduras también la activista contra embalses Berta Cáceres fue encarcelada. Esta es dirigente del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras. El 15 de junio asesinaron al opositor del mismo proyecto hidroeléctrico (Agua Zarca) Tomás García.

Por todo ello hoy 12 de octubre, no celebramos sino que continuamos denunciando y protestando: realizaremos un FlashMob delante del BBVA en Bilbo denunciando sus prácticas sangrientas y el 30 celebraremos con muchas otras organizaciones un Tribunal Popular contra Iberdrola y una marcha contra las grandes emporios vascos.

Nota:

(1) beneficios del resto de compañías españolas procedente de Latino América: BBVA 53 %, Iberdrola 32%, Telefónica 60%, Gas natural Fenosa 25%, PRISA 23%, Santander 51%, Endesa 52%

Martin Mantxo. Ekologistak Martxan & BBVAren aurkako Plataforma /Plataforma contra el BBVA

www.ekologistakmartxan.org

www.bbvagh.org

ibertrola.blogspot.com

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.