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Petición siria por cambio político: una oportunidad dramáticamente perdida

Fuentes: Jadaliya

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

Ante las atrocidades cometidas actualmente en Siria y la mala prensa que esto genera para el régimen, se podría pensar que sería fácil hacer una petición efectiva pidiendo un cambio político en este país. Todo lo que una petición semejante tiene que hacer es montarse al carro de las protestas en rápido aumento y expresar la cólera profundamente sentida en amplios sectores de la población siria. Además, cualquier llamado público serio demostraría que existe una alternativa viable al régimen: mediante propuestas inteligentes para cambio político y una impresionante lista de firmantes de las mentes más brillantes y respetadas de Siria. Sin embargo, de alguna manera, los iniciadores de la «Iniciativa Nacional por el Cambio» lograron no hacer nada de esto. Publicada el 29 de abril, su declaración titulada «La oposición siria demanda que el ejército proteja a los civiles y facilite un período transitorio», revela en lugar de hacerlo la ineptitud del agrupamiento. [1] Aunque recibió amplia cobertura previa en los medios [2] ostensiblemente tenía el propósito de movilizar a sirios que todavía estuvieran vacilando. Sin embargo la petición parece más bien vindicar los poquísimos y cada vez más obsoletos argumentos del régimen a favor de la continuación del régimen autoritario con una cirugía fácil de algunas simbólicas medidas de reforma. En breve, las simples 900 palabras que usa la petición sacan a la luz algunas serias deficiencias de la oposición siria en la superación de los obstáculos hacia la transición misma del poder que espera lograr.

La petición se mueve primero por terreno sólido cuando se refiere a la ola de dramático cambio político que abarca toda la región como el trasfondo ante el cual se hace ‘imperativo que terminemos los argumentos sobre una excepción siria’. Sin embargo, los problemas comienzan rápidamente cuando sus autores tratan de dar vuelta a uno de los argumentos del régimen a favor de que las cosas sigan tal cual -habrá caos y derramamiento de sangre sin nosotros- culpando directamente a los esbirros del régimen por el caos y la violencia si se siguen resistiendo a dirigir una transición democrática. Un politólogo de la escuela de la «transitología» democrática estará sin duda de acuerdo con esta evaluación y, en unos pocos años, escribirá una mordaz crítica sobre cómo el régimen manejó el levantamiento. Sin embargo, para el sirio más conservador en lo político, quien todavía podría necesitar algo más de persuasión para involucrarse en el arriesgado problema de la revolución, los choques entre fuerzas de seguridad y manifestantes frente a su casa, se convierten de esta manera en un presagio de escenarios aún más violentos de inimaginables proporciones; tanto más motivo para cerrar aún más firmemente su puerta y esperar tiempos mejores.

El panfleto sigue hablando rutinariamente sin objetivo pidiendo todo tipo de medidas políticas deseables con las que nadie tendría problemas – imponiendo controles institucionales, reforma judicial, anticorrupción, y levantamiento del estado de emergencia. En esta etapa se podrá perdonar al lector por pensar que se está abriendo camino por un comunicado de prensa de la agencia oficial de noticias siria ya que fue el presidente Bashar al-Asad quien ya puso el mismo mantra de reforma al centro de su propia reacción ante los levantamientos. Por cierto, nuestro imaginario conservador sirio a quien los autores de la petición quieren ostensiblemente integrar podrá bostezar ante tanto parecido discursivo y se preguntará de qué trata todo el asunto. Sin embargo, cuando la petición continúa con un intento de distinguirse de la narrativa del régimen lo hace de forma explosiva lo que lleva al sirio de inclinación menos aventurera a parapetarse totalmente tras su puerta principal: «Por sobre todo viene la garantía de todos los derechos políticos a los kurdos […]- Por cierto, se tenga o no el objetivo, todos los derechos políticos, contrariamente a derechos civiles perfectamente legítimos, conllevan connotaciones de una escala móvil de concesiones que comienzan en la autonomía y terminan en llamados a la secesión. Aunque los dirigentes kurdos sirios pueden haberse esforzado durante los últimos años por subrayar que su intención no es copiar programas maximalistas kurdos en el norte de Iraq, la actual petición no toma en cuenta al contrario las sutilezas que debieran incluir semejantes propuestas. Todo lo que la petición hace al respecto es colocar a Iraq -que especialmente en Siria es sinónimo de violencia, sectarismo y caos- en el umbral de la ‘silenciosa mayoría’ de apoyo con la que el régimen todavía afirma que cuenta.

En tiempos de revolución y de las repercusiones informativas inherentes es seguro que importan las impresiones, tal vez más aún que durante tiempos ‘ordinarios’ de régimen autoritario. Por cierto, no sería poco probable esperar que tanto exponentes del régimen como sirios de a pie actúen sobre la base de rumores, especialmente los que correspondan a cambios percibidos en el equilibrio de fuerzas cuando levantamientos sin precedentes hacen temblar las cartas del poder. En este contexto las referencias de la petición al papel de las fuerzas armadas sirias parece tener importancia, pero de nuevo por motivos equivocados. Para citar algo más de la petición: «La única institución que tiene la capacidad de dirigir el período de transición serían los militares, especialmente el ministro de defensa general Ali Habib y el jefe del Estado Mayo general Dawud Rajha. Los dos representan un trasfondo con el que los sirios se pueden relacionar positivamente y que los capacita para tomar un papel fundamental durante el proceso de transición […]’ Por cierto, este pasaje parece corresponder implícitamente a informes no confirmados, y probablemente exagerados, sobre el hecho de que importantes segmentos de las fuerzas armadas regulares de Siria resienten la dura represión, desertan en señal de protesta y / o se ponen de parte de los manifestantes. Otros ya señalaron convincentemente en este contexto que es poco probable que un escenario tunecino o egipcio -en el que el ejército regular se pone de parte de o por lo menos no pone fin a las protestas masivas- se materialice en Siria. La lealista y fuertemente armada 4ª brigada y la Guardia Republicana asegurarán que no suceda. Eso, claro está, no significa que no se pueda esperar que haya apoyo de las fuerzas armadas regulares y sus hombres. Y sin embargo, uno se podría preguntar si la mención pública de los nombres de los que se espera que se puedan poner de su parte logre lo necesario. Es más probable que mencionarlos tenga un efecto: serán colocados bajo vigilancia adicional por los partidarios de la línea dura en el régimen o llevará a estos últimos a retirar los pocos poderes autónomos que puedan haber tenido. Algo similar sucedió hace una década cuando el Jefe de Estado Mayor de Siria, Hikmat Shihabi, fue obligado a renunciar después de permanentes rumores sobre sus vínculos amistosos con Walid Junblatt y el difunto Rafiq al-Hariri, dos de los incondicionales antagonistas libaneses de Bashar al-Asad en esos días.

Es posible que una oposición pueda tratar de alentar la simple impresión, sea falsa o irrelevante, de que goza de un cierto nivel de apoyo dentro de las fuerzas armadas. Después de todo, una impresión semejante pude reducir temores todavía generalizados en la imaginación popular de una participación en el levantamiento. Y a pesar de todo, dirigirse públicamente por su nombre a personalidades militares y elogiarles vagamente por sus trayectorias, como lo hace la actual petición, puede fracasar en el intento de fortalecer semejantes impresiones. Al contrario, la petición lo deja a uno con un sentido de que la oposición está desesperada por lograr semejante penetración, en las fuerzas armadas y carece conspicuamente de ella. Por implicación corrobora sin quererlo lo que los partidarios de la línea dura del régimen han querido destacar todo el tiempo: En términos de las capacidades de sus agencias represoras la posición del régimen sigue siendo sólida como una roca.

La petición se queda corta sorprendentemente por lo que no dice. En vano se busca una referencia aunque sea de paso a las fuertes desigualdades socio-económicas generadas por la ‘economía de mercado social’ del régimen que lleva a millones de sirios en todo el país a la pobreza. Esto podrá ser reconfortante para los pocos beneficiarios de la clase superior del capitalismo de compinches sirio, pero es poco probable que los lleve a dar su apoyo a los levantamientos. Hasta la fecha, no ha habido ni el menor indicio de una ‘burguesía nacional’ favorable a la idea de una transición democrática, como en Egipto. Sin embargo, la vasta mayoría de sirios empobrecidos que tienen amplios motivos para alzarse contra el amiguismo y la desigualdad material no encontrarán expresión en esta ‘Iniciativa Nacional por el Cambio’. Tampoco encontrarán mucha seguridad en términos de impedir futuras vueltas de retribución por crímenes pasados o actuales del régimen los que de otra manera consideran la ruptura éste. La petición menciona brevemente la necesidad de establecer un ‘comité nacional por la verdad y la reconciliación’. Sin embargo, uno se puede preguntar cuántos sirios saben lo que eso significa realmente. Por cierto, su falta de claridad sobre el concepto sería totalmente justificada; en los numerosos países que han presenciado procesos de ‘verdad y reconciliación’ ha habido tantas variaciones en su vinculación con enjuiciamientos criminales formales y actos de retribución.

La república del miedo siria lleva naturalmente a los individuos a dudar antes de colocar sus nombres bajo peticiones públicas y colectivas por el derrocamiento del régimen. De ahí, el hecho de que la actual petición solo lleve 23 nombres de sirios, que viven en el exterior. ‘Por motivos de seguridad personal’ no menciona los nombres de otros 127 ‘políticos, activistas de la sociedad civil y defensores de los derechos humanos’ que presumiblemente residen en Siria. De manera bastante extraña la petición señala que la lista completa de firmantes será suministrada a los medios, probablemente a pedido. Sin embargo, esto no elimina el riesgo my real de que la petición y sus demandas sean efectivamente mostradas como el proyecto de extraños, a los que el régimen habitualmente acusa de mantener lealtades dudosas o, en términos más suaves, de ignorar las realidades de dirigir un país tan complejo como Siria. De ahí, y ante este trasfondo, la petición incluso logra confirmar el débil argumento del régimen de que los actuales levantamientos son obra de instigadores extranjeros.

Hace más de un mes, al comienzo del levantamiento sirio, el veterano activista opositor

Riyyad at-Turk publicó un artículo de opinión elocuente en el cual elogió a la juventud siria por su valor al pronunciarse contra la opresión. [3] Aunque solo fuera por organizar una oposición efectiva, habría que recomendar a los miembros de la ‘Iniciativa Nacional por el Cambio’ que tomaran en serio el grado de auto reflexión y honestidad expuesto en las observaciones de at-Turk: «No tengo soluciones para remediar la situación actual, ni soy capaz de leer el futuro. Pero parece obvio que los jóvenes producirán el cambio, y no solo porque constituyen la mayoría de la sociedad siria. También tienen mayor conciencia de las necesidades de la época, más que los partidos de oposición y los políticos, muchos de los cuales siguen limitados a discursos tradicionales y prácticas obsoletas, y temen los dictados del censor de seguridad.’ Sin embargo, tal como muchos lo notaron en el contexto de las revoluciones en Túnez y Egipto, uno solo puede esperar que por el momento no sea tan negativo que el levantamiento sirio también carezca de una oposición o dirigencia firmemente organizada.

[1] http://www.facebook.com/SyrianDayOfRage, 29 de abril de 2011.

[2] The New York Times, 27 de abril de2011, The Guardian 28 de abril de 2011, Al-Jazeera, 27 de abril de 2011.

[3] Reproducido en http://www.levantnews.com/, 12 de marzo de 2011.

Fuente: http://www.jadaliyya.com/pages/index/1379/syrian-petition-for-political-change_a-dramatic-mi