Recomiendo:
0

Poder adulto, prensa de ocupación e independencia juvenil

Fuentes: La Haine

En todo lo relacionado con la juventud no existe ninguna libertad de expresión que refleje sus condiciones reales. Aunque tampoco existe esa libertad para las mujeres, naciones y clases oprimidas, en el caso de la juventud esta ha de enfrentarse a un sistema manipulador que defiende el sistema de los adultos PRESENTACIÓN En las páginas […]

En todo lo relacionado con la juventud no existe ninguna libertad de expresión que refleje sus condiciones reales. Aunque tampoco existe esa libertad para las mujeres, naciones y clases oprimidas, en el caso de la juventud esta ha de enfrentarse a un sistema manipulador que defiende el sistema de los adultos

PRESENTACIÓN
En las páginas que siguen se afirma que, primero, en todo lo relacionado con la juventud no existe ninguna libertad de expresión que refleje sus condiciones reales; segundo, que aunque tampoco existe esa libertad para las mujeres, naciones y clases oprimidas, aun siendo así, en el caso de la juventud esta ha de enfrentarse a un sistema manipulador que defiende el sistema de los adultos, que no de los jóvenes; tercero, que este sistema adulto es una realidad estructural objetivamente necesitada de producir jóvenes alienados y sumisos, tempranamente envejecidos; cuarto, que la juventud, por ello mismo, ha de crear sus propios sistemas de expresión, aprovechando críticamente los que existen, desde luego, pero manteniendo su imprescindible independencia de recursos e iniciativas, y último, quinto, que ese esfuerzo creativo es consustancial e interno a la propia praxis vital de la juventud en su lucha emancipadora, es decir, no debe tratarse de un capítulo o apartado más, como la típica «oficina de prensa» de cualquier partido burgués, empresa capitalista, obispado o cuartel militar, sino que debe ser, como explicaremos, parte esencial de una totalidad cotidiana en la que la política comunicativa es al mismo tiempo política concienciadora y militante, y viceversa.

Es obvio que muchas, por no decir todas, las afirmaciones realizadas son directa o indirectamente rechazadas por las izquierdas cómodas y melifluas existentes, que de un modo u otro aceptan, justifican y refuerzan la dictadura comunicacional capitalista. Tal rechazo es inevitable porque el tema que tratamos es uno de los puntos cruciales de separación entre el bloque opresor y el oprimido, como iremos viendo. Tal rechazo se expresa además en su práctica de no cuestiona radicalmente el sistema que oprime a la juventud y que emplea a los medios de difusión como eficaces instrumentos. Luchamos, por tanto, no sólo contra fuerzas consciente sino también contra intereses y fantasmas inconscientes, monstruos que viven en la profunda irracionalidad de la estructura psíquica de las masas aliena

Artículo completo
http://www.lahaine.org/b2-img/gil_prensa.pdf