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Por ese crimen, pido castigo

Fuentes: Rebelión

El campo de prisioneros de Guantánamo Un juez español, el juez Pablo Ruz, ha iniciado un procedimiento judicial contra el Sr. George W. Bush -antiguo presidente de los Estados Unidos- por el presunto delito de torturas infligidas a prisioneros en la base naval de Guantánamo. También contra sus cómplices, los Srs. Cheney y Rumsfeld. Se […]

El campo de prisioneros de Guantánamo

Un juez español, el juez Pablo Ruz, ha iniciado un procedimiento judicial contra el Sr. George W. Bush -antiguo presidente de los Estados Unidos- por el presunto delito de torturas infligidas a prisioneros en la base naval de Guantánamo. También contra sus cómplices, los Srs. Cheney y Rumsfeld. Se apoya el citado Juez en el principio de Justicia Universal.

Sin embargo este principio entra en contradicción con la limitación de la Justicia Universal, acordada por el Parlamento a instancia del Partido Popular. Para ello se ha modificado el artículo 23.4. de la Ley Orgánica del Poder Judicial con la evidente finalidad de blindar a los poderosos y a sus lacayos frente a la Justicia. Por otro lado, el gobierno no duda en ampliar de forma inmisericorde la panoplia de leyes represivas y anti-obreras contra la inmensa mayoría del pueblo.

La guerra de Irak

El Sr. Bush es además responsable de otro gravísimo hecho: la invasión de Irak.

La terrible situación, originada por la feroz guerra de exterminio desatada contra el pueblo iraquí, aún perdura.

«… Prosigue el genocidio social y humano, acumulando miles de cadáveres, heridos, crímenes de guerra y de lesa humanidad, así como un sinfín de atrocidades militares, como la violación tumultuaria de mujeres y hombres iraquíes, las degradantes torturas físicas, sexuales y morales de prisioneros, como las registradas en la cárcel militar de Abu Ghraib, debidamente documentadas por el Comité Internacional de la Cruz Roja, Amnistía Internacional y Human Rigths Wach…» (i).

A esta terrible situación hay que añadir nuevas informaciones sobre aquellas atrocidades: los criminales maltratos y vejaciones que militares españoles ejercieron sobre prisioneros iraquíes en la llamada «Base España» en Diwaniya, en la que tenía su Cuartel General la Brigada Plus Ultra. (ii)

Complicidades

El 16 de Marzo de 2003 se producía en las Azores una cumbre en un tono amenazante. Fue el acto preliminar para la Invasión de Irak, su posterior ocupación y el desencadenamiento de una guerra de exterminio contra el pueblo iraquí que se prolongó durante más de siete años.

Uno de los colaboracionistas más significados del Sr. Bush para la invasión de Irak fue -como todo el mundo sabe- el Sr. Aznar. En aquellas horas aciagas fue «inmortalizado» en una famosa foto, de triste recuerdo.

Esa foto fue el preludio, para dolor y vergüenza nuestra, de una de las mayores atrocidades de los últimos tiempos. Crimen que, por elemental justicia, debería ser juzgado como lo fueron los crímenes de la Alemania nazi, al término de la Segunda Guerra Mundial, cuyo final conmemora Francia cada 8 de mayo.

El mandato constitucional

En aquellas trágicas circunstancias, en las que se ordenó la invasión de Irak, el Sr. Aznar era el presidente del gobierno de España. La jefatura del estado y el mando supremo de las fuerzas armadas correspondía al ciudadano Juan Carlos de Borbón y Borbón: el Rey. Una de sus ineludibles funciones estaba claramente especificada en la Constitución de 1978, Art. 63.3: «Al Rey corresponde, previa autorización de las Cortes Generales, declarar la guerra y hacer la paz».

La decisión de apoyar la invasión de Irak -de facto una declaración de guerra encubierta- se tomó al margen de la legalidad internacional y del mandato constitucional.

No a la guerra

Aquella decisión injusta, cruel y oportunista fue el origen de enormes manifestaciones en toda España que pusieron en evidencia la oposición de la inmensa mayoría del pueblo español. En los oídos y en las retinas de millones de personas quedó grabado para siempre un vehemente clamor: ¡No a la guerra!

Crímenes de lesa humanidad

Acuso a los responsables de aquella catástrofe de iniciar una guerra de exterminio contra el pueblo iraquí bajo pretextos manifiestamente falsos. Por todo ello pido que la investigación iniciada por el juez Ruz se amplíe a los crímenes de lesa humanidad cuya génesis está en aquella decisión ilegal.

Referencias:

(i) Irak: causas e impactos de una guerra imperialista.

Coordinador: Dr. Camilo Valqui Cachi

http://www.rebelion.org/docs/21178.PDF

(ii) Vergüenza y frustración.

Capitán de Navío de la Armada Manuel Pardo de Donlebún Montesino

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=166005

El vídeo de Irak, los derechos humanos, y una guerra que no debió ser.

Capitán de Navío de la Armada Arturo Maira Rodríguez

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=166075

Manuel Ruiz Robles es Capitán de Navío de la Armada

[email protected]

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.