Cinformación adicional de Wayne Madsen desde Washington Traducido para Rebelión por Germán Leyens ¿Por qué renunció repentinamente el Director Central de Inteligencia (DCI), George Tenet el 3 de junio, para ser seguido un día después por James Pavitt, Subdirector de Operaciones de la CIA (DDO)? Las verdaderas razones, contrariamente al sesgo de saturación presentado por […]
Cinformación adicional de Wayne Madsen desde Washington
Traducido para Rebelión por Germán Leyens
¿Por qué renunció repentinamente el Director Central de Inteligencia (DCI), George Tenet el 3 de junio, para ser seguido un día después por James Pavitt, Subdirector de Operaciones de la CIA (DDO)?
Las verdaderas razones, contrariamente al sesgo de saturación presentado por las principales fuentes noticiosas, no tienen nada que ver con el papel de Tenet al aceptar la culpa por los presuntos «fracasos» de inteligencia del 11-S y de Irak, antes de la próxima elección presidencial.
Ambas renuncias, que tal vez sean seguidas por las renuncias de Colin Powell y de su adjunto Richard Armitage, tienen que ver con la inminente y extremadamente turbia desaparición de George W. Bush y de su administración neoconservadora en un golpe de estado que está siendo ejecutado por la Agencia Central de Inteligencia. El golpe, que ha sido planificado durante por lo menos dos años, se ha convertido aparentemente en una prioridad urgente en vista de que una serie de crisis que se profundizan amenazan con convertirse en una catástrofe global.
Sobre la base de recientes acontecimientos, parece que antiguos planes y preparativos que llevarían a la impugnación y a la revocación de Bush, Cheney e incluso de antiguos altos miembros del gabinete han sido acelerados, posiblemente con la intención de destituir a todo el régimen Bush antes de la Convención Nacional Republicana de agosto de este año.
FTW ha estado documentando este golpe al estilo Watergate durante más de quince meses y casi todo lo que diremos sobre los recientes eventos fue predicho por nosotros en las siguientes páginas: «The Perfect Storm – Part I» (marzo de 2003); «Blood in the Water» (julio de 2003); «Beyond Bush – Part I» (julio de 2003); «Waxman Ties Evidentiary Noose Around Rice and Cheney» (julio de 2003); y «Beyond Bush – Part II» (octubre de 2003).
En dos cosas nos equivocamos. Una fue la oportunidad. Predecimos que lo que está sucediendo actualmente ocurriría probablemente después de la elección de noviembre, no antes. En segundo lugar, no previmos las repentinas renuncias de Tenet y Pavitt. La comprensión de las renuncias es la clave para comprender una escena mundial en pleno deterioro y que EE.UU. está al borde de una crisis presidencial y constitucional que en última instancia llevará a hacer parecer minúscula la destitución de Richard Nixon en 1974.
Por lo tanto, ¿por qué renunciaron Tenet y Pavitt? Explicaremos el por qué y daremos muchas claves mientras exponemos nuestras razones.
GRAVES CRÍMENES Y ACCIONES REALMENTE ESTÚPIDAS
Poco después de las «sorprendentes» renuncias de Tenet y Pavitt, miembros actuales y antiguos de la comunidad de inteligencia de EE.UU. y del Departamento de Justicia informaron al periodista Wayne Madsen, un ex funcionario de la inteligencia naval, que estaban directamente relacionados con la investigación criminal de una filtración de la Casa Blanca de 2003, que expuso abiertamente a Valerie Plame como agente encubierta de la CIA. Lo que recibió menos atención fue que la filtración también destruyó una operación propia de recolección de inteligencia de la CIA que, como veremos, era de inmensa importancia para los intereses estratégicos de la CIA en un momento crítico.
La filtración fue una represalia vengativa por declaraciones, informes y acciones emprendidas por el esposo de Plame, el ex embajador Joseph Wilson, que habían puesto en una grave situación embarazosa a la administración Bush y la habían expuesto a posibles acusaciones por ofensas impugnables, incluyendo la mentira al pueblo estadounidense sobre una presunta (y totalmente infundada) amenaza nuclear presentada por Sadam Husein de Irak. El columnista conservador Robert Novak, el beneficiario de la filtración, la publicó de inmediato el 14 de julio de 2003, y terminó instantáneamente con la carrera de Valerie Plame (por lo menos con su parte clandestina). El daño real causado por esa filtración nunca ha sido apreciado en toda su gravedad.
Wilson puso en una situación embarazosa a casi todos los miembros superiores de la junta de Bush al probar al mundo que estaban mintiendo conscientemente sobre una de las justificaciones más importantes de la invasión de Irak: la afirmación de que poseían ciertos conocimientos, basados en inteligencia «buena y confiable», de que Husein estaba a punto de tener un arma nuclear, posiblemente dentro de Estados Unidos. En su momento se reveló que la «inteligencia» en poder de la administración era una serie de documentos pobremente falsificados con papel membrete del gobierno de Níger, que describían intentos de Irak de adquirir uranio yellowcake para un programa de armas nucleares.
Desde entonces, Scott Ritter y otros han establecido que el programa de armas nucleares de Irak había estado muerto y fuera de función desde la primera guerra de Irak.
Wilson fue enviado en secreto, en febrero de 2002, siguiendo instrucciones de Dick Cheney a la CIA, a Níger a buscar cualquier cosa que apoyara el material contenido en los documentos. Ya habían sido descalificados como falsificaciones por la Agencia Internacional de Energía Atómica, la CIA, y aparentemente por quienquiera los había examinado. La CIA advirtió a la administración, más de una vez, contra su uso. Poco después, Wilson volvió y presentó su informe declarando claramente que las afirmaciones no eran otra cosa que bobadas y que carecían de fundamento.
A pesar de esto, inconscientes de todas las bombas trampa que los rodeaban, todos los miembros del centro del poder de la administración Bush se montaron en los documentos de Níger como su caballo de batalla y se lanzaron a una masiva ofensiva de relaciones públicas. Bush, Cheney, Rice, Rumsfeld, Powell, Wolfowitz y otros – en diverso grado – insistieron, testimoniaron y juraron que sabían, y que tenían inteligencia confiable, creíble y verificada, que Sadam estaba a punto de desplegar un auténtico artefacto nuclear construido con el yellowcake de Níger.
El asunto fue utilizado con el máximo de presión por los medios y dieron exitosamente un susto de muerte a la mayoría de los estadounidenses que creyeron que Sadam iba a bombardearlos dentro de segundos con armas nucleares.
George Bush presentó la acusación y llegó a citar los documentos en su discurso del Estado de la Unión de 2003, incluso después de que George Tenet le había advertido que no se basara en ellos. En un importante discurso en Naciones Unidos, Colin Powell acusó a Irak de estar a punto de hacer uso de un arma nuclear y que había estado tratando de obtener uranio. Dick Cheney insistió en varios discursos en que Sadam era capaz de emplear el terror nuclear. Y poco antes de la invasión, cuando le preguntaron en una entrevista televisiva si había suficientes pruebas y advertencias previas de la amenaza nuclear iraquí, Condoleezza Rice, petulante y confiada, dijo bromeando: «Si esperamos un arma del delito, esa arma del delito podría ser una nube en forma de hongo sobre una ciudad de EE.UU.» Rice estaba mintiendo descaradamente.
En julio de 2003, cuando la invasión de Irak resultó ser un desastre prolongado y mal planeado, ejecutado a pesar de la masiva resistencia de cuadros militares, políticos, diplomáticos y económicos, creció el disgusto en numerosos círculos gubernamentales por la manera como la administración Bush estaba manejando las cosas. La mención del informe de Wilson ocurrió en julio, aunque su nombre no fue revelado. Sugería la existencia de evidencia corroborante de conducta criminal, más bien que estúpida, de la administración. El San Francisco Chronicle informó:
Un alto funcionario de la CIA, que habló con la condición de que no se mencionara su nombre, dijo que la agencia de inteligencia informó a la Casa Blanca el 9 de marzo de 2002 – 10 meses antes del discurso de Bush en cadena nacional de televisión – que una fuente de la agencia que viajó a Níger no pudo confirmar los informes de inteligencia europeos de que Irak estaba tratando de comprar uranio del país africano occidental.
Nótese la referencia a una fuente de la Agencia.
Era inevitable que Wilson pasaría de no hacer comentarios, a declaraciones hechas bajo el manto del anonimato, a la atención del público. Lo hizo, en un editorial del New York Times del 6 de julio, intitulado «Lo que no encontré en África». Poco después otorgó entrevistas por doquier.
El 14 de julio Novak publicó su columna poniendo al descubierto a la mujer de Wilson, Valerie Plame. El resultado es que toda investigación criminal de la filtración sobre Plame también se ocupará de los documentos de Níger y de todo crimen cometido que esté materialmente relacionado con la puesta al descubierto de Plame.
En lugar de emprender la retirada, Wilson pasó a la ofensiva. En septiembre reveló lo que sabía, escribiendo editoriales y otorgando entrevistas que denunciaban exhaustivamente el uso criminal de los documentos por la administración Bush, las mentiras de Cheney sobre la misión, y todas las demás mentiras utilizadas para llevar al engañado pueblo estadounidense hacia la guerra.
En cuanto publicó su información, Wilson se convirtió en otra fuente legalmente admisible, corroborante, de evidencia, un testigo disponible para ser citado a deponer, listo para testimoniar de los graves crímenes y delitos que había presenciado.
Primera pista: James Pavitt fue jefe de Valerie Plame. También George Tenet.
CÓMO MONTARON LA TRAMPA
Informes noticiosos conflictivos sugieren que tal vez se entregaron simultáneamente varios juegos de documentos a varios destinatarios. Pude encontrar sólo una noticia (de casi 60 que revisé) que indicó exactamente cuándo entraron en juego por primera vez los documentos de Níger. Una de las preguntas más fundamentales en periodismo, ¿cuándo?, fue omitida en la cobertura de todas las principales organizaciones periodísticas, con la excepción de un solo artículo de Associated Press del 13 de julio.
… Los documentos falsificados del gobierno de Níger, mostrando intentos de Irak de comprar yellowcake, fueron entregados por fuentes desconocidas a una periodista que trabaja para el Corriere della Sera italiano, que los entregó al servicio de inteligencia italiano. Se informa que ella los entregó a agentes de inteligencia italianos que los entregaron a la embajada de EE.UU. Seymour Hersh del New Yorker también presentó esta versión indicando que los documentos habían aparecido en Italia durante el otoño de 2001.
El otoño de 2001. Eso significa que los documentos fueron creados no más de tres meses y medio después del 11 de septiembre.
El informe periodístico más antiguo que mencionan los documentos fue un artículo del 7 de marzo de 2002 en The Financial Times. Ese día, Mohammed El Baradei, jefe de la Agencia Internacional de Energía Atómica informó al Consejo de Seguridad de la ONU que los documentos eran falsificaciones. El artículo contenía un párrafo revelador:
«La afirmación sobre la compra de uranio apareció por primera vez en un documento del gobierno del Reino Unido publicado en septiembre del año pasado sobre los presuntos programas de armas de Irak, aunque no mencionó a Níger. Níger fue nombrado por primera vez cuando el Departamento de Estado de EE.UU. entró en detalles sobre las afirmaciones el 19 de diciembre [2002]…
El Globe and Mail canadiense informó el 8 de marzo de 2003:
… Las falsificaciones fueron vendidas a un agente de inteligencia italiano por un estafador hace algún tiempo y entregadas a las autoridades francesas, pero la estafa fue revelada sólo recientemente por la IAEA [siglas en inglés, de la Agencia Internacional de Energía Atómica], según fuentes de Naciones Unidas familiarizadas con la investigación. Los documentos fueron entregados a la IAEA hace varias semanas.
«En realidad, dice la IAEA, no existe evidencia creíble de que Irak trató de importar mineral de uranio del país centroafricano en violación de resoluciones de la ONU.
«Sobre la base de un profundo análisis, la IAEA ha llegado a la conclusión, en coincidencia con expertos externos, de que esos documentos, que formaron la base de los informes sobre esas transacciones entre Irak y Níger, no son, en realidad, auténticos», declaró el viernes al Consejo de Seguridad de la ONU el señor El Baradei..
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El Chicago Tribune informó el 13 de marzo de 2003: «Documentos falsificados que Estados Unidos utilizó para presentar su caso contra Irak fueron probablemente escritos por alguien en la embajada de Níger en Roma, que esperaba ganarse así algún dinero fácil, dijo una fuente cercana a la investigación de Naciones Unidas.»
El Washington Post presentó otra historia diferente, también el 8 de marzo de 2003:
… Círculos informados familiarizados con la investigación de la falsificación describieron la evidencia falsificada como una serie de cartas entre agentes iraquíes y funcionarios de la nación centroafricana de Níger. Los documentos habían sido entregados a inspectores de la ONU por Gran Bretaña y revisados exhaustivamente por la inteligencia de EE.UU. Los falsificadores habían cometido errores relativamente burdos que terminaron por delatarlos – incluyendo nombres y títulos que no correspondían a los individuos que ocupaban los puestos en la época en la que se pretendía que las cartas fueron escritas, dijeron los funcionarios… «
… La CIA, que también había obtenido los documentos, tenía dudas sobre «si eran exactos», dijo un funcionario de inteligencia, y decidió no incluirlos en su archivo sobre el programa de Irak para obtener armas de destrucción masiva.
En un artículo complementario del 13 de marzo, el Post informó:
«Es algo que estamos comenzando a estudiar», dijo un alto funcionario del mantenimiento del orden ayer. Los funcionarios están tratando de determinar si los documentos fueron falsificados para tratar de influenciar la política de EE.UU., o si pudiesen haber sido creados como parte de una campaña de desinformación dirigida por un servicio de inteligencia extranjero…
… Los documentos falsos – una serie de cartas entre funcionarios iraquíes y de Níger mostrando el interés de Irak en equipo que podría ser utilizado para fabricar armas nucleares – llegó a funcionarios de inteligencia británicos y estadounidenses a través de un tercer país. La identidad del tercer país no pudo ser averiguada ayer.
¿Y si no hubiera sido un servicio de inteligencia extranjero? Yo había sospechado que se estaba preparando un golpe al estilo Watergate inmediatamente después de leer los primeros artículos sobre los documentos. Me convencí cuando AP informó el 14 de marzo de 2003 (sólo días antes de la invasión de Irak) que el más importante demócrata en el Comité de Inteligencia del Senado había solicitado una investigación del FBI sobre los orígenes de los documentos. El Boston Globe informó dos días después que el Senador trataba específicamente de determinar si funcionarios de la administración habían falsificado ellos mismos los documentos para ganar apoyo para la invasión.
La petición no me resultó tan importante como la persona de la que provino – Jay Rockefeller de los Rockefeller de Standard Oil. Una dinastía petrolera pedía la investigación de un puñado de petroleros. Alguien estaba poniéndose verdaderamente nervioso.
Seymour Hersh soltó un bombazo que pasó virtualmente desapercibido, después de 54 párrafos de un artículo para el New Yorker intitulado «The Stovepipe».
¿Quién produjo los papeles falsificados de Níger? No hay nada que siquiera se acerque a un consenso sobre el tema dentro de la comunidad de inteligencia. Ha habido especulación publicada sobre servicios de inteligencia de varios países diferentes. Una teoría, preferida por algunos periodistas en Roma, es que el Sismi [servicio de inteligencia italiano] fabricó los documentos falsos y los entregó a Panorama para su publicación.
«Otra explicación fue suministrada por un antiguo alto oficial de la CIA. Había comenzado a hablarme de los papeles de Níger en marzo, cuando escribí por primera vez sobre la falsificación, y dijo: ‘Alguien permitió deliberadamente que algo falso fuera introducido en ellos’. En los meses siguientes se hizo más comunicativo, y terminó por decir que un pequeño grupo de agentes clandestinos retirados de la CIA se había juntado a fines del verano del año pasado y había redactado los documentos fraudulentos. [Énfasis agregado]
La revelación de Hersh corroboró algo que yo y otros, como el reputado historiador político Peter Dale Scott, habíamos estado sospechando desde hace tiempo. La CIA se estaba defendiendo. Se trataba de una bien orquestada operación clandestina a largo plazo- exactamente lo que la CIA hace en todo el mundo.
PUNTO SIN REGRESO
La puesta al descubierto intencional de la identidad de un agente clandestino es un delito serio según la ley federal, punible con una multa y / o prisión. La Ley de Protección de las Identidades de Inteligencia de 1982, convierte en un crimen el que alguien con acceso a información confidencial revele intencionalmente información que identifique a un agente clandestino. Las penas empeoran si se hace en el caso de un oficial de caso del Directorio de Operaciones (DO) que trabaja como agente infiltrado (en lugar de un agente secreto de la DEA).
Después de que John Ashcroft fue obligado a desvincularse del caso, Patrick Fitzgerald, Procurador General de EE.UU. en Chicago, fue transferido a Washington y nombrado fiscal especial en el caso Plame.
Robert Novak, ajustándose correctamente al código de ética periodística, se ha negado rotundamente a identificar su fuente en la Casa Blanca. Haríamos lo mismo en su caso. La investigación está llegando a su clímax y está pendiente la expedición de acusaciones criminales. Fuentes periodísticas que citan a fuentes cercanas a la investigación han apuntado directa e indirectamente a Dick Cheney y a su Jefe de Equipo, Lewis «Scooter» Libby, como sospechosos.
Segunda pista: La investigación criminal de la filtración Plame fue investigada después de una solicitud formal de la CIA, aprobada por George Tenet, de septiembre de 2003.
No sólo se puso al descubierto la cobertura de Plame, sino también la de la compañía que le servía de cobertura, Brewster, Jennings & Associates. Con la revelación pública de Plame, agencias de inteligencia de todo el mundo comenzaron a investigar las bases de datos buscando cualquier referencia a su persona (TIME Magazine). El control del daño fue instantáneo, al afirmar la CIA que su misión había estado relacionada con las armas de destrucción masiva.
Sin embargo, no tardó mucho antes de que artículos del Washington Post y del Wall Street Journal relacionaran a Brewster, Jennings & Associates con energía, petróleo y la American Oil Company, o ARAMCO, de propiedad árabe saudí. Brewster Jennings había sido uno de los fundadores de la compañía Mobil Oil, una de las principales fundadoras de ARAMCO.
Según otras fuentes entrevistadas por Wayne Madsen, Brewster Jennings era, en realidad, una compañía especial de la CIA, vinculada durante mucho años con ARAMCO. El fin de Brewster Jennings también quedó garantizado desde el momento mismo en que Plame fue expuesta.
Dura años antes de que Coberturas No-oficiales o NOCs (por sus siglas en inglés), como son conocidas, lleguen a ser realmente efectivas. Con el tiempo, se les confía cada vez más poco a poco; siguen su camino hacia el acceso a informaciones más profundas de fuentes más delicadas. Las NOCs son consideradas generalmente en la comunidad como los mejores y más motivados de todos los oficiales de operaciones de la CIA y la agencia se esfuerza considerablemente por protegerlas en lo que a menudo son operaciones muy arriesgadas.
Por definición, Valerie Plame fue una NOC. Pero, a diferencia de otras NOCs que temen quedar al descubierto y la tortura o muerte por gobiernos hostiles y objetivos individuales que han sido juzgados como amenazas para Estados Unidos, ella fue destruida por su propio presidente, al que también consideramos un enemigo interno de Estados Unidos.
Además, como veremos a continuación, Valerie Plame puede haber sido una de las NOCs más importantes que la CIA haya tenido en el clima actual. Veamos hasta qué punto era valiosa.
ARAMCO
Según un informe del 29 de abril de 2002 en el Guardian británico, ARAMCO representa un 12% de la producción total global de petróleo, una cifra que ha ciertamente aumentado a medida que otros países han avanzado hacia una disminución irreversible.
ARAMCO es el mayor grupo petrolero del mundo, una compañía de propiedad estatal saudí en sociedad con cuatro importantes compañías petroleras de EE.UU. Otro de los socios de ARAMCO es Chevron-Texaco que renunció a uno de los miembros de su consejo. Condoleezza Rice, cuando ésta llegó a ser Consejera Nacional de Seguridad de George Bush. Todas las decisiones cruciales de ARAMCO son tomadas por la familia real saudí, mientras que la pericia petrolera, el personal y la tecnología de EE.UU. aseguran que el dinero y el petróleo sigan fluyendo. ARAMCO opera, dirige y mantiene, virtualmente todos los campos petrolíferos saudíes – un 25% de todo el petróleo del planeta.
La cosa va más lejos.
Según un informe del New York Times del 8 de marzo de este año, ARAMCO planifica una inversión de un 25% en una nueva, urgentemente necesitada, refinería para producir gasolina. La propiedad restante de un 75% de la refinería quedará en manos de la única nación que se está convirtiendo rápidamente en el principal competidor mundial de EE.UU. por suministros de petróleo en permanente disminución: China.
Casi toda la administración tiene intereses en ARAMCO.
El Boston Globe informó que en 2001 ARAMCO había firmado un contrato de 140 millones de dólares por muchos años con Halliburton, presidida entonces por Dick Cheney, para desarrollar un nuevo campo petrolífero. Halliburton tiene numerosos negocios en Arabia Saudí. Cálculos actuales de contratos o joint ventures de Halliburton en el país ascienden a decenas de miles de millones de dólares.
Lo mismo vale para las fortunas de algunas personas tenebrosas del pasado de la familia Bush.
Recién en 1991, ARAMCO tenia a Khalid bin Mahfouz en su Consejo Supremo o consejo de directores. Se ha afirmado repetidamente que Mahfouz, antiguo tesorero y el mayor banquero del país, es cuñado de Osama bin Laden Sin embargo, él lo ha desmentido y ha ejercido considerable presión legal con exigiendo la retractación de esas afirmaciones. Tiene considerables inversiones en sociedad con el Grupo Binladen, fuerte de miles de millones de dólares, y es ex director del BCCI, el infame banco de lavado criminal de dinero de la droga que realizó una serie de servicios muy útiles para la CIA antes de su colapso en 1991, bajo investigación criminal por toda una serie de países.
Por ser el mayor banquero de Arabia Saudí, maneja las cuentas de la familia real y – sin duda – de ARAMCO, mientras que, al mismo tiempo, es nombrado como acusado en un juicio por 1 billón de dólares entablado por las familias de las víctimas del 11-S contra el gobierno saudí y destacados funcionarios saudíes que, afirma el juicio, fueron cómplices de los ataques del 11-S.
Tanto el BCCI como Mahfouz tienen conexiones históricas con la familia Bush que datan de los años 80. Otro banco (uno de muchos) relacionado con Mahfouz – el InterMaritime Bank – sacó de apuros a Harken Energy in 1987 con 25 millones de dólares. Después de que Harken rejuvenecida obtuvo, sin licitación, una licencia petrolera en 1991, su director general, George W. Bush, vendió rápidamente sus acciones en un arreglo tipo «infla-los-precios-y-vende» y ganó montones de dinero.
En conocimiento de todo esto, no existía realmente un buen motivo por el que la CIA haya tenido que sentirse demasiado molesta, ¿verdad? Al fin y al cabo era sólo una NOC, suya desde hace tiempo y oculta – bien establecida y que producía constantemente buenos «ingresos» de ARAMCO (y quién sabe de cuántas otras cosas en Arabia Saudí). Fue destruida por un motivo de venganza personal (puede haber habido otros motivos) por alguien dentro de la Casa Blanca.
Desde el punto de vista de la CIA, en un tiempo en el que Arabia Saudí es uno de los tres o cuatro países de mayor interés para EE.UU., la operación Plame era irremplazable.
Tercera pista: La renuncia de Tenet, que ocurrió de noche, fue la primera «renuncia por la tarde» de un funcionario de nivel de gabinete desde octubre de 1973, cuando el Ministro de Justicia Elliott Richardson y su adjunto, William Ruckelshaus, renunciaron en protesta por el despido por Richard Nixon del fiscal especial de Watergate Archibald Cox. Muchos consideran estas renuncias como el momento decisivo en el que quedó condenada la administración Nixon.
ARABIA SAUDÍ
Como la energía se convierte actualmente en el tema más importante en el planeta, si uno fuera la CIA, podría estar bastante enfadado por la filtración Plame. Pero puede haber otros motivos para estar más que enfadado. En Washington los enfados son consuetudinarios. Hay algo más.
Uno de los premios de inteligencia más importante hoy en día – especialmente después de recientes informaciones en importantes medios como New York Times señalando que la producción de petróleo Saudí había llegado a su límite y entrado en una decadencia irreversible – sería llegar a saber con seguridad si estos informes son correctos. Los saudíes lo niegan vehementemente pero son refutados con fuerza por una creciente acumulación de datos sólidos. La verdad queda por demostrar. Pero la simple posibilidad ha puesto nerviosos a los mercados financieros del mundo. El Ministro saudí del Petróleo, Ali Naimi, fue a Washington el 27 de abril para extinguir el incendio. Era imperativo que lograra calmar los nervios de todo el mundo ya que los mercados clamaban: «¡Diga que no es cierto!».
Naimi dijo enfáticamente que no había motivo de preocupación ni por las reservas saudíes ni por la capacidad de ARAMCO de aumentar la producción. Había mucho petróleo y ningún motivo para preocuparse.
FTW cubrió e informó sobre ese evento. El escritor y experto en energía, Julian Darley,
señaló que había algunos oídos muy importantes en la sala, escuchando con mucho cuidado. También señaló que los datos «científicos» de Naimi y sus promesas de grandes descubrimientos futuros no satisficieron a muchos que están muy versados en la producción y la entrega de petróleo.
[Vea el artículo de FTW del 2 de junio: «Saudi’s Missing Barrels» y nuestro artículo de mayo de 2003: «Paris Peak Oil Conference Reveals Deepening Crisis.» En ese artículo el editor de FTW, Mike Ruppert, fue el primero en informar sobre nueva información verosímil de que posiblemente Arabia Saudí había llegado a su límite.]
Si alguien posee datos reales sobre los campos saudíes es ARAMCO o los niveles superiores de la familia real saudí.
La respuesta al tema del pico saudí determinará si Arabia Saudí puede realmente aumentar rápidamente la producción, como lo ha prometido. Si no puede, la economía de EE.UU. va a sufrir amargamente y es seguro que la monarquía saudí se derrumbará en el caos. Entonces, los cercanos militares de EE.UU. ocuparán los campos petrolíferos y EE.UU. terminará por balcanizar el país extrayendo los campos petrolíferos – que ocupan sólo un área pequeña cerca de la costa este. Ese enclave de EE.UU. podría entonces ofrecer refugio a los miembros dirigentes de la familia real que habrán aceptado mantener sus billones invertidos en Wall Street para que la economía de EE.UU. no se derrumbe.
Hasta ahora los saudíes no han tenido que demostrar que pueden aumentar la producción gracias a convenientes ataques terroristas contra los campos petrolíferos, y a más «debates» dentro de la OPEC.
Cuarta pista: Bush y Cheney contrataron o consultaron ambos a especialistas privados de derecho penal en anticipación de posibles acusaciones contra ellos y / o sus principales asesores en la investigación Plame. El 3 de junio, sólo horas antes de la repentina renuncia de Tenet, el presidente Bush consultó a un abogado de defensa penal, y puede haberlo contratado para que lo represente en el caso Plame.
Según varios informes de prensa Bush ha contratado o consultado al exitoso abogado Jim Sharp, que representó al personaje de Irán-Contra, el general de división en retiro de la Fuerza Aérea, Richard Secord; a Ken Lay de Enron; y al co-conspirador de Watergate, Jeb Stuart Magruder. Los tres confrontaban acusaciones más bien criminales que civiles. De una u otra manera, ha aparecido una clara señal de que Bush espera sea que lo llamen a testimoniar (lo que precedió en Watergate a la acusación criminal de Richard Nixon) sea que lo nombren como acusado. En todo caso, los hombres del presidente están cayendo más rápido que sus homólogos en Watergate, y los primeros objetivos se encuentran mucho más arriba en la cadena alimenticia.
El abogado de Cheney es Terrence O’Donnell, socio de la firma legal Williams and Connolly. O’Donnell trabajó para el jefe de gabinete de la Casa Blanca de aquel entonces en la administración Ford, Cheney, y en la Oficina Legal del Pentágono cuando Cheney era Secretario de Defensa del primer presidente Bush. Ha estado representando al vicepresidente en casos penales y civiles que involucraban la presidencia de Cheney en Halliburton. Estos incluyen una investigación de Halliburton por el Departamento de Justicia por presuntos pagos de sobornos a dirigentes políticos nigerianos y un juicio legal por fraude de accionistas contra Halliburton. O’Donnell también representó al ex director de la CIA John Deutch cuando fue acusado de violación de la seguridad nacional por llevar su ordenador de la CIA a casa y navegar por Internet mientras éste contenía cientos de documentos de inteligencia altamente confidenciales.
ARMANDO LA TRAMPA
Ahora, en lo que tiene la apariencia de ser algo repentino, Bush y Cheney se encuentran en la mira. Cheney ha sido interrogado por Fitzgerald durante la semana pasada.
El trabajo del director de la CIA es, por definición, les guste a otros o no, ser capaz de ir donde su presidente y aconsejarlo sobre los datos científicos reales sobre los recursos extranjeros (especialmente el petróleo), advertirlo sobre la posible inestabilidad en un país estrechamente relacionado con la economía de EE.UU., y decirle en qué dirección debe planificar y qué prometer desde el punto de vista político en su política exterior. A la luz de su posición en la relación de la CIA con la ARAMCO saudí, la denuncia de Valerie Plame imposibilitó gran parte de esta tarea. En breve, la filtración de Bush amenazó la Seguridad Nacional.
Antiguo asesor especial de la Casa Blanca y personaje de Watergate, el abogado John Dean, escribiendo el 4 de junio para el prestigioso sitio en la red findlaw.com hizo algunas observaciones de muy mal agüero que parecen haber pasado desaparecidas por muchos.
Esta acción de Bush es un acontecimiento bastante sorprendente y extraordinario. El presidente de Estados Unidos está contratando potencialmente a un abogado privado de defensa penal. No sorprende que la Casa Blanca esté haciendo todo lo que puede por enterrar el asunto, suministrando muy pocos detalles o el contexto de la acción del presidente.
… Por lo que he oído de los que han sido interrogado por los investigadores de Fitzgerald parece poco probable que estén entrevistando al presidente sólo para completar su trabajo, o para poder defender sus acciones ante el público. Pedir a un presidente que testimonie – o incluso que sea entrevistado – sigue siendo una ocasión seria, delicada y rara. No se hace a la ligera. Hacerlo pone en cuestión la separación de poderes y causa la preocupación de mucha gente.
… Si es así, – y si la persona reveló la identidad del que cometió la filtración al presidente, o si el presidente prefirió no conocer la identidad del que cometió la filtración. – Entonces, este hecho podría entrar en conflicto con las declaraciones sorprendentemente amplias de Bush al público sobre el tema. Ha dicho que no sabía de «cualquier en [su] administración que filtró informaciones confidenciales». También ha dicho que quería «conocer la verdad» sobre esta filtración.
Si Bush es convocado ante el jurado de acusación, es probablemente porque Fitzgerald cree que sabe mucho más sobre esta filtración de lo que ha declarado en público.
Tal vez Bush pueda tener conocimientos no sólo sobre el que cometió la filtración, sino también sobre esfuerzos por dejar de lado el tema – si, por cierto, ha habido algunos. Es notablemente fácil obstruir la justicia, y este asunto ha pasado por varias fases de una investigación por el Departamento de Justicia desde que fue remitido por la CIA el verano pasado…
… A propósito, hablé con un experimentado antiguo fiscal federal que trabaja en Washington, especializado en la defensa penal administrativa (pero que no conoce a Sharp). Ese abogado me dice que le extraña la acción de Bush – a menos que Bush conozca la filtración. «No parecería que el presidente necesite consultar a un abogado personal, preservando así el privilegio abogado-cliente, si no sabe nada sobre la filtración» me dijo.
¿Qué consejo podría recibir Bush de un abogado privado de defensa? El abogado que consulté opinó que: «Si tiene conocimiento de la filtración y no tiene intención de divulgarla, el único consejo legal podría ser protegerse con la Quinta Enmienda, en lugar de mentir. La repercusión política es otro tema».
Mencioné el aspecto de si el presidente podría invocar el privilegio ejecutivo respecto a esta información. Pero el abogado que consulté – que está bien versado en el área legal – opinó que «Ni «la puesta al descubierto» de Plame, ni la cobertura de los perpetradores podrían caer dentro del alcance de algún privilegio ejecutivo que yo conozca».
Puede o no que esto detenga a Bush en la intención de invocar el privilegio ejecutivo, sin embargo – o por lo menos de hablar con su abogado sobre esta opción. Como he discutido en una de mis columnas anteriores, el vicepresidente Dick Cheney ha tratado de evitar su invocación en circunstancias poco convincentes – en el caso que ahora se encuentra ante la Corte Suprema de EE.UU. En lugar de hacerlo, afirma que se encuentra más allá de la necesidad de usar el privilegio, y que simplemente no puede ser enjuiciado.
Baste con decir que sea cual sea el significado de la decisión de Bush de hablar con un abogado privado sobre la filtración de Valerie Plame, el asunto ha tomado una orientación que no presagia nada de bueno debido a la acción de Bush. Sólo se ha hecho más profético porque ahora Dick Cheney también ha contratado un abogado propio, sugiriendo que los dos podrían saber mas de lo que dicen. Evidentemente, la investigación se orienta hacia algún tipo de punto culminante. Y va a ser interesante.
Última pista final: Bajo el privilegio ejecutivo, un principio establecido para proteger la separación constitucional de los poderes, los funcionarios del poder ejecutivo no pueden testimoniar en un caso legal contra un presidente en ejercicio. La administración Bush ha invocado, o ha amenazado con invocar, repetidamente el privilegio. Dick lo hizo respecto a los archivos secretos de su equipo de energía y George Bush trató de utilizarlo para impedir que Condoleezza Rice testimoniara ante la comisión «independiente» que investigó el 11 de septiembre.
Antiguos funcionarios del poder ejecutivo, sin embargo, pueden testimoniar si ya no tienen una posición en el gobierno cuando se les cita o cuando son acusados.
[Para saber más sobre el privilegio ejecutivo, visite www.findlaw.com]
La administración Bush ha probado que es un grupo insular de directores ejecutivos ineptos, deshonestos y peligrosos de la corporación conocida como EE.UU. Se han hecho muy dañinos para el mundo de los negocios y el Consejo de Directores está entrando en acción. No hay que equivocarse, la CIA trabaja para «El Consejo» – Wall Street y el gran dinero. La agenda a largo plazo (muy corrupta e inmoral) del Consejo, ante las múltiples crisis globales que empeoran, debía llegar mucho más allá que la guerra inicialmente destructiva de Irak: hacia una reconstrucción efectiva y una reacción estratégica al Pico del Petróleo. Pero los neoconservadores se quedaron bloqueados en la peor etapa: matando a cientos de miles de personas; destruyendo la infraestructura industrial y cultural de Irak, mientras sus propias bombas y granadas RPG hacen volar todo por los aires; son descubiertos dirigiendo campos de tortura, y hacen que todo el mundo se sienta disgustado por EE.UU.
Estos gilipollas están haciendo un verdadero daño a los intereses de sus amos.
Pero (lo que no sorprende) Tenet y la CIA fueron y siguen siendo mucho mejores en las acciones clandestinas y en la planificación futura de lo que jamás ha sido la administración Bush. Tenet y Pavitt efectivamente prepararon y dejaron una pista de papel clara, irrefutable e incriminatoria, que no sólo prueba que habían rechazado y rehusado aprobar los documentos: la CIA tampoco apoyó las acusaciones nucleares y advirtió a Bush que nos las utilizara.
¿Dónde están ahora esos documentos? Forman parte de la investigación Plame del Departamento de Justicia – y están también en manos del congresista que con gran probabilidad los presentará y dirigirá los artículos de la impugnación, si se hace necesaria: Henry Waxman (demócrata), de California. Si desea ver hasta qué punto la trampa legal ha sido preparada coherentemente, sugiero que visite el sitio en la red de Waxman en: http://www.house.gov/waxman/.
EL ENJAMBRE
Hay una multitud de señales de que la administración Bush está siendo «enjambrada» en lo que se está convirtiendo en un frenesí mientras la oposición se manifiesta en muchos sitios dentro del gobierno, incluso entre los militares. No se hace difícil encontrar las señales.
La edición del 3 de junio de Capitol Hill Blue, el periódico publicado para los miembros del Congreso, llevaba el título «Bush sabía de la filtración del nombre de la agente de la CIA«. El artículo virtualmente garantizaba que la investigación Plame tenía suficientes antecedentes para procesar a Bush desde el punto de vista criminal. La frase inicial del artículo describe una ofensa criminal, procesable: «Testigos informaron a un jurado acusación federal que el presidente George W. Bush sabía de, y no actuó para impedirla, la revelación del nombre de un agente encubierto de la CIA a un periodista, en un intento de desacreditar a su esposo, crítico de la política de la administración en Irak».
Un día después, el 4 de junio, Capitol Hill Blue lanzó otro tiro duro a la administración. Intitulado «La conducta imprevisible de Bush preocupa a los asesores de la Casa Blanca«, los primeros cuatro párrafos del artículo lo dicen todo.
La conducta crecientemente imprevisible del presidente George W. Bush y sus considerables cambios de humor hacen resonar últimamente las salas del Ala Oeste a medida que los asesores expresan en privado su creciente preocupación por el estado mental de su líder.
En reuniones con altos asesores y funcionarios de la administración, el presidente pasa de citar la Biblia en un instante a obscenas rabietas contra los medios, los demócratas y otros que clasifica como «enemigos del estado».
Asesores preocupados de la Casa Blanca presentan un retrato de un hombre al límite, cada vez más receloso de los que están en desacuerdo con él y paranoico ante un público que ya no confía en sus políticas en Irak o en el interior.
«Me recuerda los días de Nixon», dice un antiguo consultor político del partido republicano con contactos en la Casa Blanca. «Todos son enemigos, todos quieren dañarle. Es el humor que prevalece allí.»
Los ataques no se han detenido. El 8 de junio, el mismo periódico continuó con otro artículo intitulado: «Los abogados informaron a Bush que podía ordenar que torturaran a los sospechosos».
El periodista Wayne Madsen, un veterano de Washington con excelente acceso a numerosas fuentes ha indicado para este artículo que a los neoconservadores les quedan pocos amigos en algún sitio. Todo esto es coherente con un golpe dirigido por la CIA.
Ahmed Chalabi
Madsen informó que la investigación Plame viene junto con otra investigación a alto nivel de funcionarios del Pentágono por filtrar información criptológica clasificada a Irán a través del jefe del Congreso Nacional Iraquí, Ahmed Chalabi. Agentes del FBI han poligrafiado y entrevistado a una serie de funcionarios civiles de nombramiento político en el Pentágono en relación con la filtración de inteligencia, que se dice ha perturbado severamente la capacidad de la Agencia Nacional de Seguridad de interceptar las comunicaciones diplomáticas y de inteligencia cifradas de Irán.
La filtración de Chalabi ha obligado de nuevo a Irán a cambiar de equipamiento, resultando en un daño de la recolección de comunicaciones confidenciales de Irán. La investigación de la filtración de Chalabi se concentra en funcionarios del Pentágono que han sido cercanos a Chalabi, incluyendo al funcionario de la Oficina de Evaluación de Red, Harold Rhode, a los funcionarios del director de política y planes Douglas Feith y William Luti, al Subsecretario de Inteligencia Stephen Cambone, y al Secretario adjunto de defensa Paul Wolfowitz. Además, se está considerando en la investigación a otros antiguos consejeros del Pentágono.
Muchos informes de la prensa durante 2003 indicaron que Chalabi, del que la CIA desconfiaba y que había sido virtualmente descartado por la agencia, había sido resucitado e insertado en la mezcla política iraquí por órdenes de Donald Rumsfeld, Paul Wolfowitz y los otros neoconservadores mencionados anteriormente.
Abu Ghraib y la tortura
Un ex funcionario de la CIA informó a Madsen que entre la filtración Plame y el problema de la tortura en Abu Ghraib, la administración Bush enfrenta algo que será «peor que Watergate».
PLANEANDO LA SUCESIÓN
Si tanto Bush como Cheney son destituidos o renuncian, ¿qué sucederá? Madsen informó que tanto lobbyistas como consultores políticos en Washington están sacándole el polvo a sus copias de la Constitución y revisando la línea de sucesión presidencial.
Un lobbyista dijo que pronto visitará al senador republicano por Alaska, Ted Stevens, quien, como presidente por el momento del Senado, es el segundo en línea del Presidente del Congreso, Dennis Hastert, para ser presidente en caso que tanto Bush y Cheney se fueran.
Una de las mayores ironías del asunto Plame es que la administración Bush, producida y nutrida por el petróleo, podría haber cometido suicidio por una venganza personal vengativa, cruel e irreflexiva, contra una oficial de inteligencia que no había cometido ninguna ofensa, y que estaba, con gran probabilidad, suministrando a la administración inteligencia relacionada con el petróleo que el presidente necesitaba para dirigir por un tiempo más nuestra tambaleante economía y asuntos de estados, para lograr pasar por un pelo la re-elección. A nuestro juicio, nada resume mejor la verdadera naturaleza de los neoconservadores.
Habiendo dicho eso, tienen que irse. FTW desea que sea seguro y que lo que venga después de ellos sea mejor.
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