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La importancia del hilo histórico

¿Presente furibundo o historicidad comprensiva?

Fuentes: Rebelión

https://revistafuturos.noblogs.org

Bombardear ciudades, afectando sus fuentes energéticas, sus redes de suministro de agua, sus viviendas, sus hospitales, sus escuelas, es una matanza (y abusiva, si se lo hace, como Israel, amparándose en mayor y más cómodo poder de fuego); no es “lucha contra el terrorismo”.

Matar niños, tronchar sus vidas, mutilándolos, no puede ser luchar contra el terrorismo.

Y sin embargo, eso afirma claramente la dirección israelí, ante el atentado violento y generalizado del 7 de octubre en el sur de Israel, que fue el más cruento de los llevados a cabo por la resistencia palestina a lo largo de todas sus décadas.

Solo que ante las atroces acciones del 7 de octubre, Netanyahu nos anuncia que profundizarán todavía más toda la violencia que despliegan con acciones, cada vez más mortíferas. Porque para la dirección israelí lo acontecido el 7 no tiene marco histórico; no responde a acciones previas, ésas sí, forjadas desde el sionismo; una Franja de Gaza, bajo régimen carcelario, sin salida, con la comida estrictamente regulada, impedida casi toda acción propia, de producción elemental, alimentaria, porque los campos están contaminados, resecos y dependen del agua “israelí” luego de que los militares israelíes hicieran explotar las instalaciones de potabilización locales, apenas pueden alejarse de la costa para pescar (actividad antes significativa en este costa), sometidos permanentemente a fuego de artillería; porque derriban mediante artillería edificios de vivienda, y barriadas en general arrasando toda la actividad civil y comercial que una vida urbana necesita; escuelas, farmacias, almacenes (muebles, herramientas, hilos, clavos, tornillos, papel, repuestos, cemento para reconstrucción). Una verdadera cárcel a cielo abierto, celosamente confeccionada por el sionismo, que haría la envidia Jeremy Bentham con su Panóptico.

Repongamos el lenguaje sobre sus pies: aterrorizar, matar niños eso es terrorismo.

Es lo que lleva haciendo Israel con apenas pequeñas interrupciones, desde hace décadas.

Como si una política asesina llevada a adelante por judíos no pudiera ser una política asesina. La lleva adelante con sus organismos de la seguridad, los militares conscriptos y con la tolerancia más menos cómoda de su población colonizadora.

¿Qué sobrevino entonces el 7 de octubre?

Una acción terrorista, violenta, asesina de una red políticorreligiosa; Hamas, de inusitado alcance. No se trató de un golpe de mano con un objetivo único, sino de una serie de copamientos, donde se estima participaron mil guerrilleros, valiéndose de parapentes, motocicletas y, según primeros informes, una máquina excavadora. Para cumplimentar esa operación, copando no ya una institución o un sitio sino toda una región, quebrando el aislamiento forzado de la Franja de Gaza, totalmente sitiada por aire, mar y tierra, abriendo unos 30 boquetes en las murallas, en las alambradas (debajo, por el costado, no sé, no vi fotos).

¿Cómo integrar estos datos con aquellos del sitio férreo y feroz tendido alrededor de la FdG, que lleva ya más de década y media?

¿Cómo se explica lo de la sorpresa en el copamiento con unas treinta infiltraciones simultáneas en la frontera? ¿No despertaron alarma alguna? ¿Ni una? ¿Cómo se explican las declaraciones de Netanyahu señalando que el Shin Beit estaba “en autos” con lo acontecido el 7 octubre?

Netanyahu, tal vez mencionando la soga en la casa del ahorcado, comparó la acción de Hamas con el ataque sufrido por EE.UU. en Pearl Harbor. Todos sabemos que las fuerzas norteamericanas le ofrecieron un gambito a los japoneses… cuesta creer que Netanyahu lo ignorara…

Si la feroz pero muy disciplinada acometida de Hamas estuvo de algún modo “coordinada”, cambiaría radicalmente el significado, el valor de los pasos dados. Por tirios y troyanos.

No me voy a introducir en esta cuestión de la filtración y los tironeos entre servicios infiltrados. Es hipotética, prefiero mostrar, analizar el discurso efectivo, directo, de Beniamin Netanhayu difundido abundantemente por cadenas televisivas (rtve, 30 oct. 2023).

Empezó comparando lo acaecido con el comienzo de la intervención de EE.UU. en la 2GM, a fines de 1941. El ataque sorpresa en Pearl Harbor de los japoneses mató a más de dos mil hombres de la Armada de los EE.UU. pero los análisis históricos ya no ignoran la celada que le tendieron los yanquis al ejército nipón, acelerando el ingreso a la guerra entonces. La dirección norteamericana había empezado a percibir claramente que la baza de ese juego infernal, que estaba desgastando tanto a ingleses, alemanes, franceses, rusos, iba a ser toda o principalmente, para su cosecha.

Si la referencia levanta una ceja, su incongruencia la hace más patética: “EE.UU. no aceptó un alto del fuego tras el bombardeo de Pearl Harbor […]” nos dice Netanyahu, pero ¿cuándo, quién, cómo pudo alguien suponer que viniera un “alto del fuego” tras el ataque en la bahía de las perlas? Y nos deja la ceja más levantada, si cabe.

A medida que avanza en su corto discurso de barricada, vamos más hacia atrás en el tiempo.

Y podemos verificar que geopolíticamente, Netanyahu, con escasa creatividad, no hace sino repetir, punto por punto, los planteos sionistas de principios del s xx. Invoca la Biblia: “la Biblia dice que hay un tiempo para la paz y un tiempo para la guerra. Y éste es un tiempo de guerra.”

Opone civilización a barbarie. La vieja contradicción que ha tolerado todas las canalladas del progresismo.

De lo cual, el pensamiento crítico ha estado penosamente tratando de salir, para evitar que las motosierras del supremacismo terminen con nuestra maltrecha humanidad en un hábitat cada vez más degradado.

“Israel se enfrentará a las fuerzas de la barbarie hasta la victoria.” La puesta en escena del sr. Netanyahu pasa por alto, omite la genealogía de “la barbarie”, porque ese libreto inquietaría a algunos de sus émulos: ¿de dónde proviene la violencia, la muerte en sacudones trágicos en Palestina? Digamóslo claramente: de una estrategia sionista, a menudo tirando la piedra y escondiendo la mano: desde 1900 (y poco antes, incluso) con mucho dinero, los pioneros sionistas compran tierras palestinas, trabajadas inmemorialmente por campesinos palestinos.

No las compran a campesinos, que no son sus propietarios sino a los latifundistas, generalmente turcos, que viven en Constantinopla (hoy Estambul) o Angora (hoy Ankara).

La exclusión de los campesinos resulta incomprensible y solivianta. Y finalmente provoca levantamientos a lo largo de las primeras décadas del siglo xx. Hasta una rebelión en regla: ya no malestar social sino políticamente definido, para desembarazarse del colonialismo británico y el copamiento sionista: la huelga general violenta de 1936 a 1939 que fue ahogada en sangre y terror por británicos y sionistas unidos.

Deshistorizado, Netanyahu prosigue, poniendo a Israel cada vez más al frente del ejército civilizatorio. Y ofreciendo, magnánimo, un puesto al lado para quienes opten por la civilización y apoyen a Israel.

Les sugiere finalmente que eso es lo que les conviene. Porque la lucha de Israel es para extirpar “el eje del mal”. Y les advierte, casi les reconviene, que si “Hamas y el eje del mal” llegaran a ganar, van a venir por “ustedes”.

Así que pocas y resumidas opciones: Israel (es decir dios) al frente, contra lo barbárico y ustedes [todos o casi todos nosotros] acompañando a Israel.

Pocas veces podemos leer tan claramente un discurso como inversión fraudulenta de lo verdadero.

Ariel Sharon dijo en 2005: cuesta quitarlos de en medio [son tenaces y resistentes, diría yo], pero ¡le vamos a hacer la vida imposible!

No dejarlos producir, no dejarlos consumir, no dejarlos viajar, no dejarlos curarse, nada: los vamos a introducir en la pura dependencia: para comer, para curarse, para encender una luz… llevarlos a la era de las cavernas. Por eso, un viaje que a un israelí le lleva 15 minutos, un palestino necesitará 4 o 5 horas… si no tiene inconvenientes.

Israel les ha dosificado todo. TODO. Las calorías por habitante. La cantidad irrisoria de elementos de construcción para evitar que Hamas los use para sus túneles: por eso la gente vive en ruinas, cocina, si tiene todavía una gota de carburante, en habitaciones con muebles destruidos, techos bombardeados. Careciendo de lo más elemental; agua (que les sale triple de cara que a israelíes), pero también gasas, desinfectantes, alimentos frescos (las tasas de todas las enfermedades imaginables son aquí las más altas; desde enuresis hasta fracturas óseas, significativamente estas dos).

ALOCUCIÓN DE BENIAMIN NETANYAHU, 30 OCTUBRE 2023. rtve

«Al igual que EE.UU. no aceptó un alto del fuego tras el bombardeo de Pearl Harbor o tras el atentado terrorista del 11 de setiembre, Israel no aceptará un cese de hostilidades con Hamas, después de los horribles atentados del 7 de octubre.

Un llamamiento a un cese de fuego son llamamientos para que Israel se rinda ante Hamas, ante el terror, ante la barbarie. Eso no sucederá.

Señores: la Biblia dice que hay un tiempo para la paz y un tiempo para la guerra. Y éste es un tiempo de guerra. Una guerra para nuestro futuro común. Trazamos una línea entre las fuerzas de la civilización y las de la barbarie. Es hora de que todos decidan cuál es su posición. Israel se enfrentará a las fuerzas de la barbarie hasta la victoria. Espero y rezo para que las naciones civilizadas de todo el mundo apoyen esta lucha. Porque la lucha de Israel es vuestra lucha. Porque si Hamas y el eje del mal de Irán ganan, vosotros seréis el próximo objetivo.»

El embajador israelí en Argentina dijo: “Israel tiene derecho a defenderse y lo hace según todas las reglas internacionales». Luego agregó: «Esta no es una guerra contra el pueblo palestino. Es una guerra contra el odio, la barbarie y el antisemitismo». Ah!.

Configurás un enemigo acorde con tus necesidades geopolíticas, y luego lo tratás como putching-ball. Y proclamás su exterminio. No sabemos si exterminarán al engendro, pero el método rinde para matar al pueblo que lo alberga.

Que es lo que queríamos: una tierra sin hombres, para nosotros.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.