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Primero el 11-S, luego el 777: ¿Será Irán el próximo Irak?

Fuentes: Media Monitors

Traducido para Rebelión por Germán Leyens

Hace cerca de una semana, escribí a una amiga diciéndole que pensaba que el Partido de la Guerra estaba a la defensiva y que los memorandos de Downing Street tenían un impacto creciente y positivo en la opinión pública. Agregué que el plan de los neoconservadores de que EE.UU. invada Irán pasaría pronto a la historia. Mi única preocupación, expliqué, era que pudiera «crearse» un «incidente» para invertir la tendencia. Entonces, el 7 de julio de 2005, alias «777» (súmese el 2 y el 5 en 2005 y se obtiene un 7), mi peor temor se hizo realidad. ¡Terroristas habían atacado Londres, Inglaterra! Mataron a 49 personas inocentes e hirieron a unas 700 más, en un despiadado ataque coordinado con todas las características de una operación profesionalmente entrenada. ¿Cui bono? Ahora, Irán, gracias al belicismo persistente de los neoconservadores (2), y otros de la misma calaña, volverá probablemente a ser el objetivo del Partido de la Guerra, dirigido por la sedienta de sangre banda Bush-Cheney. (3)

En la televisión, ningún comentarista, incluyendo a la presentadora de NBC News, Andrea Mitchell, (esposa de Alan Greenspan), se atrevió a mencionar la conexión de los atentados de Londres con las fracasadas políticas de la Guerra de Irak del presidente George W. Bush, Jr. EE.UU., con sus aliados británicos, en lugar de llevar ante la justicia a los responsables por el 11-S, lanzaron una guerra contra Irak, por razones que resultaron ser todas nada más que condenables mentiras. Los memorandos de Downing Street dejan claro que la inteligencia fue «amañada» alrededor de la política. (4) Ahora, Irak arrasado se ha convertido en bastión de militantes islámicos. Al Qaeda nunca tuvo mejores amigos para realizar su reclutamiento, que el maniático Bush y su perro faldero británico, el primer ministro Tony Bair. ¿Se darán cuenta alguna vez los ciudadanos del Reino Unido y de EE.UU. de la realidad de esta situación?

En cuanto a la historia, los responsables políticos basados en Londres fueron los principales arquitectos, a menudo junto con sus homólogos de Washington, o viceversa, de gran parte de la miseria, la muerte y el caos sufridos actualmente por el Medio Oriente. (5) La infame Declaración Balfour (6); el complot para deponer a Mohammad Mossadeg en Irán, en 1953 (7); el golpe que derribó a Abdel Karim Kassem en 1963, en Irak, y que finalmente llevó al poder al dictador Sadam Husein en 1979 (8); junto con la Guerra del Golfo Pérsico de 1991 (9), son los pasos que recuerdo de inmediato.

Mientras me tambaleaba bajo las dimensiones humanas del 777, (los ataques de Londres) y también su impacto negativo sobre el Movimiento Contra la Guerra, Michael Chertoff, el nuevo zar del Departamento de Seguridad Interior, se presentó en la televisión. Abandonó un puesto de juez federal altamente apreciado para hacerse cargo del DSI, porque supuestamente quería «servir a su país»-. Me cuesta creerle. Tiene vínculos estrechos con algunos de los neoconservadores y también con los manipuladores de AIPAC, el poderoso lobby de Israel-Ante-Todo. (10) Dos de sus ex empleados están siendo investigados actualmente por el caso de espionaje Larry Franklin. (11). Mientras observaba y escuchaba a Chertoff, pensé que era como si hubiera ensayado sus líneas de antemano, ¡aunque los atentados de Londres acababan de ocurrir esa misma mañana! ¡Nada de lo que dijo fue espontáneo! Estaba seguro de que los ataques eran «obra de Al Qaeda». Tenía todas las respuestas. Todo fue un poco demasiado perfecto para mi gusto. Todo parecía, ¿cómo decirlo? – ¡amañado!

Mientras seguía reflexionando sobre cómo los medios controlados de EE.UU. reaccionaban selectivamente a 777, me sentí agradecido por lo menos por una cosa- ¡el Congreso de EE.UU. no estaba en sesión! Había suspendido sus actividades por el verano. Esto significaba que los insufribles halcones belicistas, el representante Tom Lantos (demócrata de California) y el senador Joseph Lieberman (demócrata de Connecticut), dos de las luminarias de Israel-Ante-Todo, no pudieron tramitar a la rápida, sin una audiencia pública, otro artefacto como la Ley Patriota USA, tal como lo hicieron con la Ley Patriota original. En noviembre de 2005, sin embargo, cuento conque que Lantos y Lieberman terminarán su sucio trabajo y que la república estadounidense degenerará hasta convertirse en una plaza fuerte.

A la mezcla mencionada, se suman las historias conflictivas sobre cómo Benjamin Netanyahu, el ex primer ministro de Israel, que estuvo en Londres el 7 de julio, recibió una advertencia de Scotland Yard para que no fuera a una reunión planificada para esa mañana por la posibilidad de un ataque terrorista. Scotland Yard ha negado que haya formulado una advertencia semejante y los israelíes han estado cambiando repetidamente su versión sobre lo que se dijo. (12) Hay que recordar que fue Netanyahu, quien mintió sobre el hecho de que Jonathan Pollard haya sido un traidor sionista que trabajaba para Tel Aviv. Netanyahu ha tratado de hacer pasar a ese bribón por un agente solitario.

Finalmente, los ataques del 777 en Londres podrían terminar con mucho en común con la extremadamente sospechosa tragedia del 11-S en Nueva York. El Partido de la Guerra utilizó el 11-S como excusa para que EE.UU. invadiera y ocupara Irak. Ahora, pronostico, el 777 será manipulado también como pretexto para que, junto con otras afirmaciones falsas, ayude a cumplir con sus ambiciones rapaces en Medio Oriente. (3) Ante la ausencia de la intervención de Rusia como protector de Irán, el show de terror de «Impacto y temor» (13) perpetrado de modo tan cruel en Bagdad por fuerzas de EE.UU: y Gran Bretaña, pronto se dirigirá hacia Teherán. Esta última demencia será posibilitada en primer lugar por un Partido de la Guerra desquiciado: el perro faldero de Bush, Tony Blair; un Congreso en su mayoría cobarde; medios cómplices; y, por cierto, esos astutos neoconservadores.

Notas:

[1]. http://www.irmep.org/Defaults.asp

[2]. http://batr.net/neoconwatch/

[3]. Vea: «The Sorrows of Empire,» de Chalmers Johnson respecto a cómo los intereses especiales del «Gran Petróleo», del Complejo Militar-Industrial y de Israel Sionista, se juntan para robar a Irak por sus propias y rapaces razones.

[4]. http://www.afterdowningstreet.org/

[5]. http://www.hermes-press.com/impintro.htm

[6]. http://www.leftcurve.org/LC27WebPages/IsraelLobby.html

[7]. De modo típicamente imperialista, los británicos, que no eran dueños de Palestina, se la dieron a los sionistas como «patria» para los judíos. Naturalmente, los arrogantes británicos no consultaron a la gente que había estado viviendo en esa tierra durante siglos – los palestinos. Vea: http://en.wikipedia.org/wiki/Balfour_Declaration_1917

[8]. http: «All the Shah’s Men,» de Stephen Kinzer.

[9]. http://www.countercurrents.org/iraq-morgan21403.htm

[10]. http://en.wikipedia.org/wiki/Persian_Gulf_War

[11]. «Espionage and the Israel Lobby,» de Jeffrey Goldberg, The New Yorker, 4 de julio de 2005.

[12]. http://www.antiwar.com/justin/?articleid=6585

[13]. http://www.commondreams.org/views03/0127-08.htm

William Hughes es un abogado basado en Baltimore y autor de «Andrew Jackson vs. New World Order» (Authors Choice Press) y «Saying ‘No’ to the War Party». Contribuyó este artículo a Media Monitors Network (MMN) desde Maryland, EE.UU.

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Fuente:

by courtesy & © 2005 William Hughes

http://world.mediamonitors.net/content/view/full/16613/