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Reflexiones sobre el Discurso de Fidel castro el 17 de Noviembre en la Universidad de la Habana

Profundizar la revolución socialista: única vía de salvarla

Fuentes: Rebelión

Los revolucionarios nos quedamos paralizados el pasado viernes 17 de Noviembre: En el Aula Magna de la Universidad de la Habana, sin aviso previo y sin miramientos de cortesía, volvió el Comandante Fidel a declararle la guerra al Capitalismo, su más visceral enemigo. Esta vez al enemigo capitalista de intramuros. Son estas las veces que […]

Los revolucionarios nos quedamos paralizados el pasado viernes 17 de Noviembre: En el Aula Magna de la Universidad de la Habana, sin aviso previo y sin miramientos de cortesía, volvió el Comandante Fidel a declararle la guerra al Capitalismo, su más visceral enemigo. Esta vez al enemigo capitalista de intramuros. Son estas las veces que más vale que usted deje cuanto esté haciendo y se disponga a no perderse ni una palabra, ni una inflexión de la voz, ni un solo movimiento de esas largas manos. No ocurre siempre, pero cuando ocurre es como si nos invitara nuevamente a tratar de hacer la revolución…aunque fuese con aquellos siete legendarios fusiles.

He aprendido(gracias a Dios) a distinguir muy bien cuando habla el Comandante en Jefe de la Revolución Cubana y cuando lo hace el Presidente de los Consejos de Estados y de Ministros de la República de Cuba y está demás decir a cuál de los dos le grito ¡Ordene! sin la menor vacilación. El Presidente debe realizar tareas propias de los presidentes de este infeliz planeta. Algunas tareas que en lo personal me resultan incomodas, recibir a ciertas dudosas personalidades, ir a Misa cuando se muere un Papa, y otras más. Pero el Comandante siempre está en pie de lucha y siempre luciendo su radiante traje de guerrillero.

Pues bien: A punto de estallar el temprano ocaso de este ardiente invierno, con motivo de conmemorar el 60 aniversario de su entrada a la mil veces revolucionaria Universidad, empuñó Fidel el micrófono. No sería cualquier discurso. Yo lo sabía, pues la mirada filosa anunciaba algo más que clases de historia o recuerdos personales de estudiante.

El que no ha estudiado bien a Fidel, no entenderá -como de seguro no se entiende el discurso del viernes- que el revolucionario Fidel Castro, siempre en vigilia acuse con vehemencia las prácticas de su propio gobierno, incluyendo al presidente y sus ministros. Lo hace duramente y en público sin el menor recato.

Sucede que el comunista Fidel no piensa en esos instantes en absolutamente nada que no sea la revolución, ni en puestos, ni partidos, ni ministros, ni presidentes. Desde su tribuna convocaba a los revolucionarios a tomar nuevamente el poder.

Es correcto: Pues ya es suficiente el tiempo que hemos tenido que caminar coqueteando con el capitalismo en nombre de la salvación económica. Ya es hora que Fausto eche a Mefistófeles, el cual con la experiencia ancestral de siglos, sabe penetrar sutil y paciente en nuestras vidas.

La destrucción del engendro socialista de Europa casi nos mata. De la noche a la mañana nos quedamos sin tener a dónde voltear la cabeza. De la amenaza nuclear mutua, los «socialistas» comenzaron a besar los labios del Imperialismo (por no mencionar otras partes) y como si llegaran atrasados al baile corrían a ingresar en sus organizaciones internacionales anudándose todavía las corbatas nuevas.

Los cobardes de la Florida se aprestaron a comprar valijas y todo el mundo apostaba en cuántas horas se destruía la única obra valiente y humana que quedaba en pie. Pero perdieron las apuestas y las valijas pasaron de moda. En medio de las penalidades más grandes la revolución cubana permanecía erguida.

Sería oportuno entender cuáles fueron los resortes a los que debemos nuestra supervivencia, y a cuáles nuestros fracasos.

A diferencia de lo que plantean muchos compañeros, no me gusta llamar Período Especial a la tragedia vivida desde el 1990 al 1994, cuando con hambre y necesidades múltiples apoyamos a Fidel y se bautizó la Consigna de «Socialismo o Muerte». Aquello se llamaría Comunismo de Guerra u otra cosa, pero en aquellos difíciles instantes la unidad del pueblo se basó fundamentalmente en mecanismos de igualdad. Vencimos en esos años porque ante la adversidad del mundo nos reconocimos socialistas, y planteamos la necesidad de seguir haciendo esa sociedad, aunque el Sol dejara de salir.

Recuerdo con una rara mezcla de angustia y piedad las calles de mi ciudad inundadas de bicicletas chinas. No circulaba un auto. Los apagones continuos, las epidemias. Aun así, pocas veces fue más humana la revolución cubana, nuestros científicos fabricaron las poli vitaminas que se entregaban gratis a la población Sabíamos todos que dejar de atrincherarnos en las banderas rojas del socialismo implicaría perder la bandera de la estrella solitaria. Recuerdo que frente al desdén por Lenin Fidel gritó «Si no lo quieren que nos lo manden». De hecho Lenin estaba aquí, descansando en el pequeño pueblo Regla, en el Olivo plantado en 1924, primer monumento fuera de la URSS que se le dedicara al buen bolchevique. Allá andan viendo donde lo colocan. Nosotros vemos crecer el Olivo permanentemente, con hojas cada vez más verdes. No sé si será para bien que en Cuba la palabra capitalismo está ligada de manera indisoluble con el exterminio de la nación. Cuba fue creada para ser revolucionaria. O es socialista o simplemente…no es.

¡El Período Especial vino después! Y todavía no sé si ha concluido, cuando el desprestigiado dólar ingresó en nuestra economía Triunfamos en el Comunismo de Guerra porque ante la pobreza desarrollamos actitudes comunistas dignas de ser relatadas en algún momento.

Maldito fue aquel día que tuvo que entrar el capitalismo en nuestros hogares en forma de papel moneda. Maldito el día en que todos, absolutamente todos debíamos conseguir divisas de una u otra manera y las shopings comenzaban a ser cotidianas en nuestros paseos y en el alma de nuestros niños.

En el 1994 justo en Navidad me di cuenta de lo rápido que se cuela en nuestra vida el consumo. Aquel 24 de Diciembre, sin que hubiese tradición alguna de celebrar las burocráticas y anticristianas navidades en Cuba, muchas casas, la mía incluida, se llenaban de las parpadeantes lucecitas y de los plásticos arbolitos…chinos comprados en las infecciosas shopings, donde todos, absolutamente todo el que quería celebrar esa fiesta tenía que acudir a comprar bolitas, lacitos y adornos. No estoy por supuesto en contra de celebrar el nacimiento de un revolucionario como fue Jesús, estoy en contra de su comercialización. Estoy en contra de los mercaderes en el Templo ¡Porque eso fue lo que nos pasó! Se nos inundó el Templo sagrado de la revolución de mercaderes y ya cuando venimos a darnos cuenta nuestros hijos empezaron a lucir zapatos de diferentes precios en la escuela, diferentes meriendas, y lo recogíamos de diferentes maneras. Unos en auto recién sacados del taller otros seguían en la bicicleta china. Nuestros adolescentes comenzaron a saber cuánto ganaba un pelotero de las Grandes Ligas, antes de entender cuando en el béisbol se cantaba bola y cuando strike.

Es cierto que yo como toda mi generación desde que nací he vivido con el bloqueo económico, pero soy afortunada frente a mis hijos; los cuales desde que nacieron conviven con los mercados de divisas, donde nunca se entiende bien cómo se consigue ese dinero y los trastornos que implica ¡Esto sí debe ser transitorio! Los mecanismos capitalistas no deben ayudar jamás a construir esta sociedad por la que han dado la vida y todos sus esfuerzos los mejores revolucionarios.

Llevo como sembradas las palabras de Fidel en este memorable discurso cuando dijo: «Este país puede autodestruirse por sí mismo; esta Revolución puede destruirse, los que no pueden destruirla hoy son ellos; nosotros sí, nosotros podemos destruirla, y sería culpa nuestra.»

He tenido el privilegio de vivir muchos años, eso no es un mérito, pero es una excepcional oportunidad para decirles a ustedes lo que les estoy diciendo, a ustedes, a todos los líderes de la juventud, a todos los líderes de las organizaciones de masa, a todos los líderes del movimiento obrero, de los Comités de Defensa de la Revolución, de las mujeres, de los campesinos, de los combatientes de la Revolución, organizados en todas partes, luchadores durante años que en número de cientos de miles han cumplido gloriosas misiones internacionalistas, estudiantes como ustedes, inteligentes, preparados, saludables, organizados»1.

Por primera vez se señala que la revolución puede llegar a ser reversible por nuestros errores.

La revolución de Octubre no pudo ser destruida desde fuera. Fue un suicidio. La semejanza me hace temblar.

Es por eso que todos debemos reflexionar. Sí, la revolución es reversible ¡Lo dijo Fidel! Y como si se tratara de la disyuntiva de Engels a pequeña escala, en Cuba tendríamos o la batalla por el socialismo o la barbarie. Barbarie que anda esperando el menor tropiezo para inundarnos con el virus del egoísmo y el desaliento. Un paso atrás en la revolución cubana es un retroceso inimaginable en la historia revolucionaria del mundo. Entonces basta ya de patéticas consignas copiadas de los antiguos manuales estalinistas, muchas de ellas que parecen copias textuales de aquellos manuales:

De forma grandioelcuente, como una inamovible ley natural, se cita a Nikita Kruchov en el desdichado Manual a la economía política de la Academia de Ciencias de la URSS:

«Ya no hay en el mundo fuerzas capaces de restaurar el capitalismo en nuestro país, de hacer derrumbarse el campo socialista. El peligro de la restauración del Capitalismo en la Unión Soviética ha sido eliminado. Ello significa que el socialismo ha triunfado, no sólo plenamente, sino también definitivamente.»2

¡Ja! En algo tenían razón: no podría derrumbar lo que a la sazón ya habían destruido.

En Cuba lo que no pudo destruir el hambre, ni las amenazas, ni el bloqueo, ni Toricelli, ni Burton, ni la Armada Americana, ni las ojivas nucleares, lo podría destruir nuestra propia inconsistencia

Después del ejemplo que tuvimos en el Este de Europa no mereceríamos piedad, ni haber nacido en esta tierra. Por eso Fidel nos invita a volver a pensar sobre el futuro de la revolución. Ya sí no tenemos tiempo para equivocarnos.

La posibilidad de una restauración capitalista en esta bendita isla lo veíamos muchos de nosotros como una posibilidad muy lejana; pero si esa posibilidad la señala el revolucionario más veterano de la historia; el que ha guiado una revolución socialista a las narices del Imperio por más de cuatro décadas; ese mismo que vislumbró la desintegración de la URSS; entonces aquellas dudas se convierten en pesadilla y no nos queda otra posibilidad que saber que tenemos el reloj en nuestra contra y que lo que está en nuestras manos pudiera ser más delicado, más trascendente que lo que defendíamos en los días de 1962 , cuando parecía que colapsaría La Tierra bajo la reacción en cadena nuclear.

Es el momento de plantearnos sinceramente y con madurez el camino a seguir. Lenin está vivo en Cuba. El proletariado cubano cuenta con lo que no contaban los bolcheviques, cuando la burocracia estalinista se adueñó de aquellos sueños y no quedó ni un solo verdadero soviet. No acabo de comprender, por cierto, cuál era la Unión Soviética que defendían cuando habían extinguido su razón de ser y el origen de su propio nombre … los soviet proletarios.

Y ahora, si dejamos morir esta epopeya en los umbrales de la revolución latinoamericana, cuando el mismísimo Fukuyama se critica públicamente con aquello del fin de la historia; cuando el Imperio está éticamente más destrozado y la palabra socialismo empieza vertiginosamente a cobrar sentido; cuando los partidos comunistas (los que de verdad lo son y no los que quieren llamarse así y secuestran el nombre) empiezan a salir de sus claustros; cuando la joven revolución bolivariana empieza a pujar una revolución mucho mías radical; entonces más valdría que incineraran nuestros huesos y los echaran a condena perpetua en el espacio, no mereceremos ni el recuerdo de nuestros descendientes ni la paz de nuestras almas.

Porque no es imposible que la luminosa revolución de Fidel Castro y el Che Guevara, la revolución más duradera de la historia del mundo, con la historia más radical y con los próceres más luminosos pueda caer en el abismo de la contrarrevolución. Piensen no más que tal como las estatuas de Lenin, nos dinamiten los restos del Che en Santa Clara, que vuelvan a ultrajar a José Martí condenándolo al pueril poeta de la Rosa Blanca, o incluso lo veríamos canonizado por la Iglesia asesina, que defendió a los contrarrevolucionarios cubanos. Imaginen a los «maestros» promoviendo que nuestros niños odien a Fidel ¡Que desaparezca la Isla de Cuba si es que llegamos allí! Valdría la pena…sí… contar entonces los arsenales nucleares.

Tenemos sin embargo resortes y posibilidades últimas con las que no contó revolucionario alguno anteriormente. Tenemos una historia de arraigo profundamente radical. Tenemos una educación incomparable y tenemos también a los verdaderos comunistas del mundo a nuestro lado, que sabrán alzar nuestra voz y nuestro fusil en aquellos momentos, que tal vez cansados o confundidos podamos perder la fe.

Los bolcheviques, si es que alguno dejó en pie el estalinismo, no contaron con estas divisas.

Nos toca entonces llenarnos de valor e inteligencia. Debemos desprendernos en este instante de todo falso patriotismo y de tanta banalidad y pensar como nunca antes lo que se está jugando en Cuba.

Además tenemos la experiencia viva de otras realidades. De una vez y por todas los comunistas del mundo deberíamos hacer un Congreso Internacional tan sólo para entender que sucedió en los fríos parajes del Este europeo y cual es la verdad del socialismo en China ¡Pero juntos! y hacerlo tal como hacen los ecologistas, sin observar fronteras.

Ya no me preocupa que me digan «euro centrista». La experiencia se toma donde se encuentre. Tan sólo es posible crear a partir de lo acontecido, de otra forma corremos dos riesgos fundamentales: El primero sería cometer viejos errores que la historia tuvo a bien demostrarnos su invalidez. El segundo es descubrir el «agua tibia».

Eso sí debemos corregir el rumbo correctamente y fijarnos bien donde nos pudimos desviar. Tal como dijo el Che, en la famosa parábola del aviador: «En un momento dado el avión, el aviador se da cuenta que ha perdido el rumbo, está totalmente perdido. Este aviador en vez de volver a su punto de partida para tomar un punto verdadero, está corrigiendo el rumbo ahí donde se dio cuenta que lo había perdido. Pero el que él se haya dado cuenta que lo había perdido en esos momentos no quiere decir que es allí donde lo perdió. Y de esto es donde parte una serie de aberraciones»3.

Es equivalente que el motor del avión se haya descompuesto; o que el piloto se haya confiado con las señales falsas de la torre de control; o que nos azotara una tormenta, llamada derrumbe del socialismo europeo. Tormenta predicha ya por cierto, por dos buenos meteorólogos mucho tiempo antes León Trotsky y más de veinte años después por el Che Guevara. No creo que nos alcance el tiempo para otros pronósticos.

Tampoco me interesa ya que me critiquen por evocar el pasado, o me acusen de trotskista tardía, de Trosquizar al Che o Guevarizar a Trotsky y no sé de cuántas sentencias más sacadas todas de las cenizas estériles de aquel primer avión del Che. El pasado es imprescindible, y sobre todo cuando fue ocultado.

José Martí dijo: «El que pone de lado, por voluntad u olvido, una parte de la verdad, cae a la larga por la verdad que le faltó, que crece en la negligencia, y derriba lo que se levanta sin ella»4

Y pensar en el futuro de la revolución es en gran medida sacar cuentas de su pasado, pues no es ni con mucho la primera vez que en la historia revolucionaria se presentan estas contradicciones: Ni la primera vez en el mundo, ni la primera vez en Cuba.

En 1917 parecía ser que la historia verdadera del hombre cambiaba su primer pañal. Nacía con aquellos ruidos el amanecer de la era donde el hombre remontaría su instinto del reino animal y colocaría a la inteligencia humana a la cabeza del Universo. Lenin no inventaba nada. El socialismo no es un invento como he escuchado más de una vez. Lenin supo usar las herramientas trazadas después de un descubrimiento científico y supo adaptarla a la situación concreta de la Rusia atrasada de principios de siglo. Por supuesto que hay que crear, hay que proponer, hay coordinar esfuerzos, mas el pragmatismo vulgar, el falso concepto de resolver para hoy lo que será hipoteca mañana, no se llama creación, se llama irresponsabilidad que se paga a corto o largo plazo.

Por vez primera la voluntad de los hombres vencería al mercado. Eso es en esencia el socialismo, negarnos a ser presas del mercado y colocarlo a él bajo nuestras riendas.

Lenin lo sintetizó en aquella apurada frase Poder de los Soviet + Electrificación.

La URSS estuvo asediada, bloqueada, hambrienta, despedazada por una guerra. Ninguna de estas tragedias consiguió derrotar la revolución. El Imperialismo tampoco ¿quién es pues el asesino en serie de las revoluciones socialistas de cualquier tiempo y lugar? La burocracia, la mismísima burocracia a la cual atacó Fidel con el nombre de «nueva clase» o «nuevos ricos» En el Aula Magna hubo de dictarle pena de muerte. Porque los nuevos nepmen cubanos que nacieron justo con la despenalización del dólar y que son a la larga sostenidos por el capital de Miami o los kulaks que hoy nos venden en los mercados los productos a precios incompatibles con el jornal, tienen su puntal en Miami, con un invisible aliado: la burocracia

Los mecanismos de enriquecimiento ilícitos no son propiedad intelectual de la corrupción cubana. Siguen leyes objetivas. La Tierra sigue su velocidad de traslación y la velocidad de la luz no cambia su valor. Tal como los electrones se despresen del cátodo y viajan hasta el ánodo, los recursos financieros de desvían por leyes concretas y previsibles.

Soy acusada, también de mecanicista, de querer extrapolar las leyes de la naturaleza a la sociedad…Pero José Martí lo expresó mucho más categórico y nunca he visto que le acusaran de lo mismo:

«Las leyes de la política son idénticas a las leyes de la naturaleza. Igual es el Universo moral, el Universo material. Lo que es ley en el curso de un astro por el espacio, es ley en el desenvolvimiento de una idea por el cerebro. Todo es idéntico»5

Las desviaciones asombrosas de recursos denunciadas por Fidel, como el caso de las gasolineras particulares, los desvíos desde el mismísimo puerto, los robos que rebasaban en algunos casos lo recaudado por el Estado, no pueden ser, tan sólo por lógica elemental, obra de unos cuantos ladronzuelos sueltos. Es obra de la «nueva clase» que señala Fidel. Es en gran medida generada por la burocracia, pues tampoco es comprensible en términos de lógica, que estos nepmen cubanos no cuenten con algún apoyo institucional. Ellos a la larga, sin saberlo muchas veces, buscan la restauración capitalista y a la larga pactaran con Miami.

No debemos permitir que la gusanera inmunda pueda volver a comprar las valijas. La restauración capitalista tiene dos aliados: La burocracia y el reformismo. Ambas bacterias se disfrazan de revolucionarias. Ambas tienen capilares de comunicación.

Dijo Trotsky: «Es indigno de un marxista considerar que el burocratismo es sólo el agregado de los malos hábitos de los poseedores de cargos. El burocratismo es un fenómeno social en el sentido que es un sistema de administración de personas y cosas definido. Sus causas profundas residen en lo heterogéneo de la sociedad, en las diferencias entre los intereses cotidianos y fundamentales de distintos grupos de población»6

Eso es: la burocracia constituye uno de los grandes peligros en la construcción del socialismo, de la cual no estamos exentos en Cuba por el hecho de que transitemos el siglo XXI, o que por estos lares brille más el Sol; y para nada es sinónimo de ineptitud administrativa o falta de motivación. Todo lo contrario

Dice Ted Grant y Alan Woods: » Lejos de considerar a la burocracia como un estado mental o un simple residuo del capitalismo que se extingue automáticamente con la llegada del socialismo Trotsky advirtió de que las condiciones imperantes en Rusia era inevitable el surgimiento de una capa privilegiada de funcionarios que supondrían un gran peligro . Bajo cierta condiciones -una división en el Partido y la alianza del campesinado, los pequeños capitalistas y parte de la burocracia en torno a un programa de restauración del capitalismo-era posible una contrarrevolución -como Lenin había advertido en repetidas ocasiones»7

Y de alguna manera como acaba de advertirnos Fidel en ese memorable discurso, la utilización indiscriminada de las leyes del mercado con el objeto de la «recaudación de divisas» durante 10 años consecutivos, no sólo ha dado pie a las diferencias sociales, sino que nos hizo débiles ante la corrupción y la burocracia.

Hoy se habla de la distribución socialista, «A cada cual según su trabajo, de cada cual según su capacidad» Ojala que arribemos rápidamente a ese principio, mas no basta. El socialismo no sólo se distingue de sistemas anteriores por la manera justa de distribuir la riqueza. Las nuevas relaciones de producción deberán ir creándose con una nueva conciencia en la medida que los trabajadores se reconozcan como actores, gerentes y dueños de la producción material. El socialismo no es sólo distribución es una renovadora forma de producir.

I Un bendito fantasma que nos sigue recorriendo…

Y esta no es la primera vez que se sostiene en nuestro país una batalla por comprender los caminos a seguir en el período de transición.

Las veces anteriores estuvo esta discusión presidida de alguna forma por aquel ser humano que cada día que pasa se nos vuelve más imprescindible. El Che. El Comandante Guevara es el fantasma recurrente de mi revolución. Nos ha acompañado en todos los momentos difíciles. Esté vivo o muerto, eso es tan solo un detalle…

La primera vez estaba vivo. Y bajo su liderazgo se desató un riquísimo debate teórico donde participaron figuras de altísimo calibre y de convencido criterio revolucionario, pero de concepciones discrepantes.

El hecho en sí de suscitarse un debate de esta dimensión fue un verdadero éxito, y un mérito del Che.

El Gran Debate se desarrolló en plena faena de la estructuración de la economía cubana. Para aquellos que creen que debatir y teorizar es una pérdida de tiempo en momentos fundacionales, ahí está como un símbolo lo que sucedió en aquellos años con el recién estrenado Ministro de Industria. En él participó todo aquel que tuviera conocimiento y liderazgo para hacerlo.

Ernest Mandel por ejemplo, conjugaba ser un economista de reconocimiento mundial, un marxista de esmerada formación teórica y más que nada un verdadero revolucionario. Veamos lo que pensaba Mandel de este debate y de la contribución del Che «(…) Entre tanto es preciso reconocer que este debate, todavía mal conocido en Occidente ocupa un lugar particular en la historia del pensamiento marxista sobre todo en la contribución del camarada Guevara. La originalidad práctica de la revolución cubana precedió ampliamente su aporte original a la teoría marxista contemporánea. Pero Che Guevara ha expresado su aporte original no sólo en lo que respecta en la guerra de guerrillas, sino también en el campo de la teoría económica (…)

El mérito de Guevara- continúa Mandel- reside en haber expresado claramente la particularidad de la revolución Cubana reside en haber expresado claramente la particularidad de la revolución cubana sin haber caído nunca en el pragmatismo vulgar»8

Pues los dos peligros en los que incurrimos cuando tratamos de enlazar la teoría y la práctica revolucionaria son precisamente el pragmatismo por una parte y por la otra el dogmatismo. La obra y sobre todo el quehacer revolucionario del Che esquivaba de manera impresionante ambos peligros. No ha habido (según mi criterio) una conjunción viva entre teoría y práctica revolucionaria como esos escasos años del Che, cuando ingresó en las filas de Fidel siendo un médico argentino hasta que murió en Bolivia y se convirtió en el paradigma sin réplica de un revolucionario…Poco más de dos lustros.

En aquellos desbordantes años, después del triunfo del 59, cuando más peligroso era el enemigo y mientras más imperiosa era la necesidad de organizar la economía…mucho más recurría el Che a la teoría y mucho más radicalmente revolucionario era en sus conclusiones.

El gran pánico del Che fue que cayésemos presos de las leyes del mercado. El socialismo, incluso en su período de transición debería ser redentor y debería ser capaz de doblegar esas leyes por los hombres.

La toma del poder por la clase trabajadora no asegura el triunfo de la revolución. No pondré ejemplos por ser demasiados y por ser demasiado triste.

Carlos Tablada lo dice mejor, en su magnífico libro «El pensamiento económico de Ernesto Che Guevara»: «El triunfo revolucionario inicial abre la posibilidad del cambio social, pero no es una garantía per. se de éste. La vanguardia deberá promover de modo dirigido y conciente la creación de las estructuras que permitan generar la actitud comunista en las nuevas generaciones y no abandonar a la espontaneidad este delicado proceso»9

Justo en 1959 el Che, sin tener un conocimiento estructurado sobre economía se aventura a dar un diagnóstico de la sociedad «socialista» yugoslava:

«Se podría decir a grandes rasgos , caricaturizando bastante que la característica de la sociedad yugoslava es la de un capitalismo empresarial con una distribución socialista de la ganancia, es decir tomando cada empresa, no como un grupo de obreros sino como una unidad esta empresa funcionaría aproximadamente en un sistema capitalista ,obedeciendo las leyes de la oferta y la demanda ,y entablando una lucha violenta por los precios y la calidad con sus similares , realizando lo que en economía se llama la libre concurrencia».10

Aunque reconoce que la distribución es en este caso según el principio socialista, el Che lo considera «peligroso porque la competencia entre empresas dedicadas a la producción de los mismos artículos, introduciría factores de desvirtuación de lo que presumiblemente sea el espíritu socialista»10

Pero el tiempo y las circunstancias no estuvieron esta vez cerca del Che. El cálculo económico, el desdichado manualito de economía política de la Academia de Ciencias de la de la URSS, el neoestalinismo, y de cierta forma aquella bonanza económica, decidieron el rumbo de la economía cubana. A la sazón el Che se marchó de la economía… y de mi patria para extender la revolución.

Pero 1987, en vísperas del derrumbe de las sociedades socialistas del Este de Europa Fidel, pronunció un discurso semejante al del 17 de noviembre.

En aquel entonces nos hallábamos en el Procesos de rectificación de errores y tendencias negativas, bien distinto al proceso desmoralizador que vino en llamarse perestroika.

Aquel discurso se pronunció un 8 de Octubre, veinte años después de ser tomado preso el Che en Bolivia. Allí Fidel, colocándose a veces en una suerte de auto-oposición, tal como el 17 de Noviembre «mandó a llamar» al Che para que juntos nos explicaran las atrocidades que se habían cometido en el diseño de el sistema económico cubano. Nadie se acuerda… precisamente porque unos escasos años después los hechos, siempre implacables, dieron al traste con aquella cosa europea que pretendió ser socialismo. No pudimos «rectificar a tiempo».

Poco después tan sólo nos quedó el comunismo de guerra (bendito sea) que nos permitió sobrevivir, precisamente por profundizar la revolución socialista. Que nadie se olvide ahora de los parlamentos obreros. Con sus defectos y sus temores, fue quizás el mejor intento que tuvimos de apelar a «consejos obreros», quizás nos faltó audacia o no era el momento. Momento que pienso, dicho sea de paso, viene acercándose en estos instantes, y temo no lo vuelva a hacer.

Debimos recordar mejor la polémica protagonizada por Guevara en el 63-64, pero Fidel lo hizo en aquel lujoso discurso de 1987, para entonces Carlos Tablada había publicado su libro donde le daba modernidad y vigencia a aquellos afiebrados e imprescindibles años del Che. Dijo Fidel:

«Si al Che le hubieran dicho que había unas empresas que cumplían el plan y repartían premios por cumplir el plan en valores, pero no en surtido, y que se dedicaban a hacer las cosas que les daban más valores y no hacían aquellas que les daban menor ganancia, aunque unas sin otras no sirvieran para nada, el Che se habría horrorizado.

Si al Che le hubieran dicho que iban a aparecer unas normas tan flojas, tan blandengues y tan inmorales que, en ciertas ocasiones, la totalidad casi de los trabajadores las cumplían dos veces, y tres veces, el Che se habría horrorizado.

Si le hubieran dicho que el dinero se iba a empezar a convertir en el instrumento principal, la fundamental motivación del hombre, él, que tanto advirtió contra eso, se habría horrorizado; que las jornadas no se cumplían y aparecían los millones de horas extra; que la mentalidad de nuestros trabajadores se estaba corrompiendo, y que los hombres iban teniendo cada vez más un signo de peso en el cerebro, el Che se habría horrorizado. Porque él sabía que por esos caminos tan trillados del capitalismo no se podía marchar hacia el comunismo, que por esos caminos un día habría que olvidar toda idea de solidaridad humana e incluso de internacionalismo; que por aquellos caminos no se marcharía jamás hacia un hombre y una sociedad nuevos.11

Sí. Si al Che le hubiesen dicho después que la URSS y todo el socialismo europeo se desplomó, restaurando en una noche el capitalismo, sin que un solo comunista saliera a hacer una huelga, no se habría horrorizado, diría que él lo advirtió y si después le hubiesen dicho que tuvimos que introducir en Cuba el mercado y la Ley del Valor para salir del período especial, pienso yo que nos estaría alertando que saliéramos rápido de eso, que jugar al capitalismo es como fumarse el primer cigarrillo. Repetiría lo siguiente: «Vencer al capitalismo con sus propios fetiches, a los que se le quitó su cualidad mágica más eficaz, el lucro. Me luce una empresa difícil»12

Y muchas cosas nos habría dicho el Che hoy, pero no tenemos tiempo para llorar, ni su espectro va a permitirlo. El momento es de echar lecha a la hoguera. Pero que esa leña sea con combustible socialista y no la paja capitalista que aparentemente quema rápido, pero en breve tiempo es cenizas.

¿Y quien es el instrumento económico en el socialismo que nos ayuda a mantener el mercado y la «sagrada» Ley del valor bajo redes?

El plan, que de una u otra forma los mejores teóricos socialistas le ofrecían el papel primordial.

León Trotsky fue uno de los que defendió la NEP en la Unión Soviética, dada las terribles del Comunismo de Guerra, pero, y un pero gigante, en su intervención en el XII Congreso del Partido de 1923 expresó «La NEP la arena que nosotros mismos hemos establecido para la lucha entre nosotros y el capital privado. La hemos establecido, la hemos legalizado, y dentro de su marco es como debemos llevar la lucha seriamente y por mucho tiempo……seriamente y por mucho tiempo, pero no para siempre. Hemos establecido la NEP para vencerla en su propio terreno, y en una amplia medida con sus propios métodos ¿De qué forma? Utilizando efectivamente las leyes de la economía de mercado…y también interviniendo por medio de nuestra industria de Estado en el juego de estas leyes y extendiendo sistemáticamente el dominio de la planificación. Así terminaremos por extender la planificación a toda la economía, lo que tendrá por resultado la absorción y la abolición de todo el mercado «13

Trotsky luchó por establecer el plan que contrastara con la economía de mercado abierta, dada las condiciones precarias de Rusia, incluso en contra del Buró Político y el propio Lenin. En su trabajo «Lenin y Trotsky y la transición al Socialismo«, Jean Devaux expresa: «Finalmente para que un tal plan pueda ser elaborado hay que dotar al Gosplan de todos los poderes necesarios, encargarle la misión de fijar unos objetivos de producción una vez hecho el recuento de los recursos disponibles. Hay que someter la política financiera a la política industrial, tener una estricta contabilidad «El kopeck socialista»14

Fue y será la planificación el primer instrumento económico de la liberación del proletariado. Es cambiarse de lugar en la barra, en lugar que la Ley del Valor te subyugue. Esta ley, si es que de verdad debemos tomarla en cuenta en el tránsito al socialismo, debe ser subyugada.

Pero el Che lo dice mejor: «Podemos, pues, decir que la planificación centralizada es el modo de ser de la sociedad socialista, su categoría definitoria y el punto en que la conciencia del hombre alcanza, por fin, a sintetizar y dirigir la economía hacia su meta, la plena liberación del ser humano en el marco de la sociedad comunista»15

Este 17 de Noviembre el Che nos toma nuevamente por asalto. El Gran Debate se cerró «justo» cuando el Che partió a desarrollar otras tareas, ¡No! Fue la misma tarea. La válvula de escape que tiene profundizar y radicalizar la revolución socialista es…la revolución internacional. En los marcos nacionales es prácticamente imposible ajustarse para concebir el socialismo. Los parámetros de la revolución, la que de verdad sirve es aquella que se profundiza y se extiende, parecería contradictorio, mas pregúntenle a los árboles frondosos que hacen con sus raíces, si pretenden sobrevivir en el tiempo. Ellos las profundizan y las expanden.

Nunca antes fueron más evidentes y más propicios lograr hacer ambas cosas.

Volvamos al Manual de la Economía Política de la Academia de Ciencias de la URSS:

«Con el triunfo del socialismo, la URSS ha entrado en una nueva etapa de su desarrollo, en la etapa final de la construcción del socialismo y en la fase del tránsito gradual del socialismo al comunismo».2

A esta afirmación responde el Che un año antes de su asesinato:

«Afirmación que va contra la teoría marxista ortodoxa, pero más importante contra la lógica actual. Primero en las condiciones actuales con el desarrollo del mercado mundial, el comunismo se haría sobre la base de la explotación y el olvido de los pueblos con quienes se comercia»16

Confirmación de la imposibilidad del socialismo en un solo país. En Matemáticas se llama condiciones de frontera. La frontera te impone una variación en tus propósitos. En el instante de comerciar debe usted comportarse como un capitalista y está aceptando de facto el robo de la plusvalía de trabajadores de otros países.

El preciso diseño teórico de la teoría de la Revolución Permanente tuvo su mejor comprobación en el Che Guevara. Profundizó raíces comunistas en Cuba y las extendió por el mundo.

No por gusto es Ernesto Guevara el árbol más frondoso de la Revolución.

II ¿Y ahora?

Es la tercera vez entonces que hay un punto nuevo de partida para ver donde cometimos los errores, y cual es el camino a seguir. Un slogan popular reza que a la tercera va la vencida. Es decir que esta vez deberemos precisar la brújula de aquel hipotético piloto del que hablaba el Che en la URSS

Dijo el Comandante Fidel en el discurso del 17 de noviembre:» El capital humano no es producto no renovable; es renovable, pero, además, multiplicable. Cada año el capital humano crece y crece, recibe lo que llamaban en mi tiempo interés compuesto: suma lo que vale y recibe intereses por lo que valía, y lo que ganó por lo que valía, a los cinco años es mucho más capital, y a los 100 no puede siquiera imaginarse»

Permítanme decirles que hoy prácticamente el capital humano es, o avanza aceleradamente para ser el más importante recurso del país, muy por encima de casi todos los demás juntos. No estoy exagerando»1

Estoy de acuerdo, tan sólo un apunte más. Que el capital humano, divisa fundamental de una revolución, se forja principalmente en las relaciones concretas de la producción socialista. El hombre nuevo del que hablaba el Che y del cual tenemos decenas de miles de compatriotas por todas partes se forjan en una nueva relación de trabajo. Los médicos, los maestros se reconocen en la relación directa del trabajo, con sus pacientes y con sus alumnos.»Producen» solidaridad.

«En un estudio de los Manuscritos económicos-filosóficos de Marx, Erich Fromm agrega que los trabajadores del sector de los servicios están, ahora, aún más «enajenados» que los obreros. En especial los que manipulan los símbolos y las personas en vez de las máquinas, porque venden al «patrón» su personalidad, su sonrisa, sus opiniones, su belleza física. Su trabajo depende de alguna destreza sino de su personalidad y, en consecuencia están más enajenados (separados) de su esencia humana, convertidos en objetos, no como los obreros, adosados a una máquina, sino simplemente en calidad de máquinas. Sin voluntad o identidad propias»17

Ya sé que esto se escribió para la sociedad capitalista. Pero nuestros trabajadores de servicio tienen contacto diario con el mercado. Y su «patrón» en virtud de la globalización puede hallarse en cualquier parte del planeta.

Un joven, sea trabajador social o no, que entra en el sector mercantil ( los que expenden combustibles, los que venden productos en divisas (CUC), etc.), en el instante de desplegar su trabajo desarrolla relaciones capitalistas y no socialistas. Y son estas las relaciones que lo van conformando como ser social

Durante el VI Congreso de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores El Ministro de Economía y Planificación José Luís Rodríguez anunció que este año cerraremos con un crecimiento del 9 % del Producto Nacional Bruto…pero en los servicios. Ahí se incluyen seguramente los servicios en divisas, las shopings, el turismo. Parece ser el destino de los países pobres y bellos. Como las mujeres…

Por supuesto que son divisas necesarias para el impetuoso desarrollo social y las tareas de nuestro inédito internacionalismo. Pero a decir verdad me gustaría ver aparejado un impetuoso desarrollo productivo, con fábricas llenas de obreros. No ver que se cierran fábricas, o si se cierran unas que se abran otras Que estos recursos recuperados vuelva a hacer rugir los motores fabriles.

El Che habló de esto criticando el desempeño de Yugoslavia:

«Y esto es (el piloto que corrige el rumbo donde lo perdió y no donde despegó) parte toda de una serie de aberraciones. Aberraciones que se producen en qué, ustedes van a ver: En Yugoslavia hay la Ley del Valor; en Yugoslavia se cierran fábricas por incosteables…en Yugoslavia hay delegados de Suiza y Holanda que buscan mano de obra ociosa.»10

Ernest Mandel, siendo un esmerado economista teórico, se pone decididamente del lado del guerrillero convertido en Ministro de Industria. Y para nada puede señalársele al brillante intelectual belga que lo hiciera por apegarse oportunistamente al prestigio de Guevara, pues no estaba necesitado de eso. Lo hace porque teóricamente coincide, en general, con esos criterios. En el marco del gran debate señala:

«En un país subdesarrollado, la agricultura es en general más rentable que la industria, la industria ligera más rentable que la industria pesada, la pequeña industria más rentable que la gran industria, y sobre todo la importación de bienes industriales del mercado mundial más rentable que su fabricación en el mismo país»18

Es por eso que en los países subdesarrollados debemos meditarla muy buen para realizar nuestro desarrollo. Nadie nos apura a crecer todos los años como el demente sistema capitalista. No tenemos la obligación de hacerlo a cualquier precio. La industria no sólo nos da autonomía económica, nos ofrece algo mucho más importante que los recursos financieros. La industria nos ayuda a fortalecer nuestra clase obrera, que es en definitiva la protagonista de la construcción del socialismo, y en cuyas manos están los resortes (en última instancia) del verdadero control.

No estoy diciendo que el proletariado no sea todo aquel asalariado, digo simplemente que el obrero que está vinculado a la producción directa …se diferencia bastante en su quehacer laboral con los que están en la esfera del servicio.

En el Granma del 26 de Noviembre se publica un editorial con el lamentable slogan «Sin economía no hay socialismo»19 Es una verdad trivial, que puede ser malinterpretada, A esa frase le contesta el Che «El socialismo económico sin moral comunista…no me interesa»20

Fidel lo dijo en el discurso del 17 de noviembre: «Vean algo nuevo, se va a batir una abundante serie de vicios, robos, desvíos, uno por uno, a todos ellos, en un orden que nadie sabe. ¿Lo sospechan?, ¡es muy bueno!

Pero qué nivel de arraigo tienen determinados vicios. Comenzamos por Pinar del Río para ver qué pasaba con los serví centros que venden combustible en divisas. Pronto se descubrió que lo que se robaba era tanto como lo que se ingresaba. Robaban casi la mitad y en algunos otros lugares más de la mitad». 1

Se corrompen precisamente por esa labor que realizan, en las condiciones concretas en que las realizan. El hombre es corruptible, como los que menciona el Comandante, pero es también capaz de hacer los que hacen nuestros brigadistas del Henry Reeve. Sólo es corruptible el hombre que todos los días está relacionado con formas capitalistas de trabajo.

Les quiero narrar el modelo del Convento, que expuse en mis palabras «Un libro salvado del mar» prólogo para la edición 30 del libro de Carlos Tablada:

Vamos a imaginarnos que un Convento de Monjas haya caído en desgracia económica. Y entonces la Superiora convoca a las novicias más hermosas a que se prostituyan para obtener dinero ¡Eso sí! El dinero proveniente de tal actuación, lo que sin dudas y por esencia las futuras esposas de Cristo llamarían como el Diablo, actuación por lo cual precisamente ingresaron en el Convento, sería utilizado de manera honrada en la restauración de la capilla, en comprar mejores vestuarios a los santos, en propina para los pobres, etc. Las novicias entonces estarán usando lo que odian por sus propios principios para salvar lo que aman ¿Terminarán éstas como vulgares rameras o como monjas salvadoras del Convento?

Si usamos las leyes del mercado para construir una sociedad cuyo objetivo es negarlas, ¿cuál será la sociedad que estamos construyendo? El socialismo tiene que ser renovador, no sólo en la forma de distribuir las riquezas, debe ser más que nada, un sistema diferente para poder obtenerlas. Una nueva forma de relacionarnos durante el proceso productivo».21

El Che nos vuelve a revolver las entrañas en este cálido invierno. Hay que profundizar la revolución socialista si pretendemos salvarla, ella no es irreversible de per. se. Depende de todos nosotros. Depende de los revolucionarios, más bien.

Sería interesante entablar de nuevo aquel gran debate del 63-64. Pero como aquella época: entre aquellos que tengan conocimientos de economía política en el socialismo y asuman responsabilidades de dirección, pero más que nada que sea de conocimiento público.

De alguna manera la aguda, fraterna y sobre todo pública discusión se desarrollaba in situ, es decir, con los libros de un lado; el azadón y el fusil del otro.

Carlos Rafael Rodríguez, Alberto Mora y el Che entre otros eran ministros, y en la práctica llevaban la responsabilidad del desarrollo económico del país. En esa polémica participaron extranjeros de renombre como Charles Bettelheim y Ernest Mandel. Eran visiones diferentes sobre el mismo problema. Todos estaban del mismo lado empuñando sin dudas el mismo fusil. El Gran Debate del 63-64 sería muy provechoso en nuestros días. Hoy contamos con muchos más especialistas, no tenemos a Moscú de por medio y contamos con un clarísimo escenario de izquierda en el continente. Baste recordar Mar del Plata, ¡cuán diferente a Punta del Este cuando el Che se vio solo y votó en contra de Kennedy y su Alianza para el Progreso!

Se abren las puertas de la revolución bolivariana que madura por días y está buscando sin dudas el camino al socialismo ¡Todo el poder a los soviet! Debería ser nuestra consigna

Las Empresas de Producción Social en Venezuela son un paso importante en el camino de crear los consejos obreros. Todo está por discutir, Chávez lo hace en sus Aló Presidente… públicamente todos los domingos, pero quizás sea el único que lo hace. Ya se habla de las relaciones de estas Empresas con el Estado, de las fábricas tomadas por los obreros en ese país hermano. Todo esto abre nuevos horizontes y retos. El Gran Debate tendría ahora un carácter internacional no sólo teóricamente, sino en la práctica.

La revolución del mundo está a nuestras puertas. Los revolucionarios cubanos debemos entregarnos a ella con todo el fervor y el derecho que nos da haber mantenido las banderas rojas del proletariado cuando estas fueron lanzadas al mar. Profundizar la revolución dentro de Cuba y extenderla o es nuestra salvación, y quizás la del mundo.

…Así será de verdad invencible y tal como dijera Fidel más o menos una vez: primero triunfará una revolución socialista en los Estados Unidos que una contrarrevolución en Cuba.

Termino con una frase de Carlos Marx que parece estar chorreando tinta, de lo fresquita, y que nos viene a los bolivarianos y a los comunistas cubanos bien ajustada al corazón y a los empeños.

«O se lanza la locomotora a toda velocidad por la pendiente histórica hasta la cima, o la fuerza gravitacional la arrastrará nuevamente hacia abajo y se precipitará en el abismo con todos aquellos que con sus vacilantes fuerzas intentaban retenerla a medio camino»22

¡Proletarios de todos los países uníos!

¡Hasta la victoria siempre!

Referencias

  1. Fidel Castro, Discurso pronunciado el 17 de Noviembre en conmemoración al 60 Aniversario de su entrada en la Universidad de la Habana.(2005)
  2. Manual de Economía Política de la Academia de Ciencias de la URSS Citado por Orlando Borrego en, Cuadernos de, Praga 1966. Editadas por Orlando Borrego. Cuaderno de la Fundación Che Guevara Nr 5 (2003) p 265
  3. Ernesto Guevara,»Reuniones trimestrales» 5 de diciembre 1964 El Che en la revolución cubana ,La Habana Ministerio del Azúcar, 1966 TomoVI p 570
  4. José Martí «Nuestra América» Tomo 6 Ed Ciencias Sociales La Habana 1973 p18
  5. José Martí «Escenas norteamericanas» tomo 10 Ed Ciencias Sociales La Habana 1973 p197
  6. León Trotsky The New Course, p 41 (Citado en Lenin y Trotsky, que defendieron realmente, Ted Grant y Alan Woods Ed. Federico Engels p129)
  7. Ted Grant y Alan Woods «Lenin y Trotsky que defendieron realmente» Ed. Federico Engels p. 129
  8. Ernest Mandel «El debate económico en Cuba durante el período 1963-1964″, Partisans Nr.37. París 1967
  9. Carlos Tablada «El Pensamiento Económico del Che Guevara» Ed. 29 Publicado por primera vez 1987) p 139
  10. Ernesto Che Guevara «Yugoslavia un pueblo que lucha por sus ideales». El Che en la revolución cubana. TomoI p 33
  11. Fidel Castro » Discurso pronunciado el 8 de Octubre de 1987 en la ceremonia Conmemorativa del Vigésimo Aniversario de la muerte de Ernesto Che Guevara»
  12. Ernesto Guevara «Carta a J. Mestre Febrero 1964» (Citado por Roberto Massari «Che Guevara Pensamiento y política de la Utopía»E. Texalparta 2004 Primera edición 1987 p147
  1. Isacs Deutsher «Profeta Desarmado» Ed. Era 1968 p.145
  1. Jean Devaux «Lenin Y Trotsky y la transición al Socialismo. Críticas de la Economía Política Nr 29 Ed. Caballito México 1984
  1. Ernesto Guevara «Planificación y conciencia en la transición al socialismo»: Sobre el Sistema Presupuestario de Financiamiento El Socialismo y el Hombre en Cuba

  1. Ernesto Guevara, Cuadernos de Praga Notas sobre el Manual de Economía Política de la Academia de Ciencias de la URSS, Praga 1966. Editadas por Orlando Borrego. Cuaderno de la Fundación Che Guevara Nr 5 (2003) p.266
  2. Héctor Mora Zebadúa «Vigencia del Marxismo. Trabajo enajenado. Emancipación de todos».Diálogos con el marxismo. 1ra Edición. Cultura Trabajo y Democracia México 2005 p47
  3. Ernest Mandel Citado por Roberto Massari «Che Guevara Pensamiento y política de la Utopía»E. Texalparta 2004 Primera edición 1987 p.192
  4. Editorial del Periódico Granma 26 de Noviembre 2005-12-07
  1. Ernesto Che Guevara Entrevista a Jean Daniel, Argel, Julio 1963
  2. Celia Hart Prólogo a la 30 Edición de «El pensamiento Económico del Che Guevara» de Carlos Tablada.

Karl Marx «las revoluciones son las locomotoras de la historia» Lucha de Clases en Francia 1848-1850, en KMarx,F. Engels, Obras (Editorial Verlag. Berlin 1960, Tomo 7 p 85.