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Recordando a nuestros héroes y heroínas

Fuentes: Areítodigital

La nación cubana ha designado la fecha del 7 de Diciembre para honrar a los caídos en nuestras Guerras de Independencia como también a los caídos en Misiones Internacionalistas. Fecha justa ya que fue el 7 de diciembre de 1896 cuando cayó en combate en la finca Montiel, en el barrio rural de San Pedro, […]

La nación cubana ha designado la fecha del 7 de Diciembre para honrar a los caídos en nuestras Guerras de Independencia como también a los caídos en Misiones Internacionalistas. Fecha justa ya que fue el 7 de diciembre de 1896 cuando cayó en combate en la finca Montiel, en el barrio rural de San Pedro, en el término municipal de Punta Brava, el Lugarteniente General del Ejército Libertador de Cuba, el Mayor General Antonio Maceo Grajales.

En Antonio Maceo, por el color de su piel, su capacidad política y sus principios radicales, recayeron innumerables y únicas responsabilidades de fundacional importancia en la forja de la nación cubana. Su muerte en combate aquella fatídica tarde fue de excepcional importancia en el desarrollo de la guerra, así como de terribles consecuencias para poder alcanzar entonces la plena independencia y una sociedad republicana más justa a las que aspiraba la inmensa mayoría del pueblo cubano, y por las que murieron y se sacrificaron decenas de miles de cubanos y cubanas, luchando en todos aquellos arduos y largos años de guerras.

No es sólo a los caídos en combate o como consecuencias de las heridas en combate a los que debemos honrar en esta luctuosa y, al mismo tiempo, gloriosa fecha de la Patria. Sino que esta fecha nos obliga a recordar con profunda gratitud y respeto, a los formidables sacrificios de todos nuestros héroes, heroínas y mártires habidos en el transcurso de nuestras luchas por alcanzar y defender nuestra liberación nacional.

Porque si bien en esa terrible tarde la muerte del Mayor General Antonio Maceo significó un duro revés para las armas cubanas, la Guerra por la Independencia se mantuvo y se fortaleció durante los siguientes veinte meses hasta lograr la tácita derrota de los ejércitos del despotismo español, debido a la inquebrantable decisión de aquellas decenas de miles de hombres y mujeres, menores muchos de ellos y ellas, de ser libres. No sólo como soldados del Ejército Libertador, sino también como parte de la retaguardia: en prefecturas, talleres, hospitales de campaña, sembradíos; en pueblos y ciudades en la Isla y en la Emigración, todos partes integrales del esfuerzo liberador común.

Los más, mártires, héroes y heroínas de las causas de la independencia y las libertades de la Patria. Como así fueron más de cien bisoños reclutas pinareños desarmados que se precipitaron en primera fila de las tropas mambisas en el combate de Río Hondo, y que en obrar heroico, conmovidos ante la presencia del General Maceo, se arrojaron sobre las bayonetas de la infantería española para romper sus filas y hacer posible la victoria.

Como también esta fecha nos obliga a recordar a los miles de héroes, heroínas y mártires que murieron, o sin llegar a morir, sacrificaron sus vidas por lograr la independencia absoluta y las libertades fundamentales negadas a la Nación por el sistema neo colonial que sustentó los gobiernos de la República –con la notable excepción del Gobierno de los Cien Días– hasta el triunfo revolucionario de Enero de 1959.

En el tiempo histórico presente varias generaciones de cubanos y cubanas, fieles a las tradiciones patrióticas de nuestro pueblo y a las enseñanzas de su proceso revolucionario, también se han sacrificado, miles ofrendando sus vidas, por defender la plena independencia y las libertades de nuestro pueblo, así como, en obrar solidario, en contra de la brutalidad imperialista y las de sus aliados, y por el bien de la humanidad, también han sabido defender la independencia y las libertades fundamentales de otros pueblos.

La política de agresión permanente mantenida por más de medio siglo por los gobiernos de Estados Unidos en contra de Cuba ha tenido un alto costo para el bienestar de nuestro pueblo y de sus posibilidades de desarrollarse justamente y en paz.

En estos tiempos el derecho a la autodefensa, negada por los agresores a nuestro pueblo, ha tenido sobresalientes ejemplos de gallardía y heroísmo. Prototipo de este heroísmo son los Cinco. A ellos Cinco y a todos los demás héroes y heroínas que en silencio han cumplido con sus deberes patrios también en esta gloriosa fecha con gratitud recordamos.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.