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En la práctica, la política española, como la europea, es la de 'dejar hacer, dejar pasar' sea en Beit Hanun como en otras agresiones sionistas

Rodríguez Zapatero fortalecerá la industria de muerte israelí

Fuentes: Comité de Solidaridad con la Causa Arabe

Cuan neoliberales economicistas, haciendo suya la máxima de la mano invisible que reordena oferta y demanda, logrando que la búsqueda de beneficio máximo individual logre, también, aunque en una fase posterior, el punto de equilibrio entre oferta y demanda y la máxima satisfacción, y ya señaló en una célebre frase Keynes, que a largo plazo, […]

Cuan neoliberales economicistas, haciendo suya la máxima de la mano invisible que reordena oferta y demanda, logrando que la búsqueda de beneficio máximo individual logre, también, aunque en una fase posterior, el punto de equilibrio entre oferta y demanda y la máxima satisfacción, y ya señaló en una célebre frase Keynes, que a largo plazo, todos muertos, así se comporta la política europea y de paso, la española, con las pretensiones sionistas de ocupar una tierra, la palestina, haciendo por la fuerza que la abandonen o que se sometan gentilmente a sus designios.

Porque a los palestinos, la parte débil de esta película, abandonados por los gobiernos de la zona, algunos temerosos de caer en desgracia y ser derribados por el amigo americano y otros que sólo gesticulan apoyos cuando su práctica política es de continua aceptación de los planes estratégicos imperialistas, también son abandonados, día a día, por la real politik europea, que les promete a largo plazo toda clase de rutas seráficas, mientras su día a día es un infierno.

¿Cuántas veces la Unión Europea se ha quejado de la política israelí? ¿Cuántas veces ha considerado la política israelí contraria a derecho? ¿Cuántas veces ha votado Resoluciones de las Naciones Unidas que condenan acciones sionistas y su política de expoliación palestina?

¿Ha habido consecuencias?

Parece que la real politik española y europea, con escaso aprecio por una moral sujeta a la declaración de los derechos humanos, hace tiempo que valora escasamente el beneficio de hacer una política acorde al derecho y a la justicia defendiendo al pueblo palestino para alinearse por el beneficio que reporta estar junto a esa concepción sionista de la política.

Esa es la explicación de que a cada fechoría sionista se responda sólo con gestos y palabras. El último cuando las portadas se llenaban de las imágenes de la invasión israelí de Líbano, dado que los crímenes sionistas en Gaza habían dejado de ser noticia, el Presidente socialista Rodríguez Zapatero se puso o dejó que le pusieran el pañuelo palestino, la kufiya, y las palabras cuando ayer el Gobierno español y la UE se quejaron del uso desproporcionado de la fuerza terrorista del Ejército israelí, como hoy, tras semanas de silencio ante el ‘pico’ de violencia de la matanza de familias en Beit Hanun. Palabras que revelan su inconsistencia porque a continuación, sin alterarse la política de hechos consumados sionistas, la construcción del Muro del Apartheid, las políticas racistas, la expoliación económica, la destrucción de infraestructura y medios de vida palestinos, la construcción de colonias, los asesinatos y el encarcelamiento de presos y un largo etcétera, permanecen los hechos de los Acuerdos Preferenciales comerciales y de los demás tipos.

Entre los otros acuerdos que se tienen con el sionismo, además de los que privilegian los comerciales y permiten el robo de las rentas palestinas, están los de la política de vecindad de la OTAN con un país invasor y ocupante, que se tienen que realizar por unanimidad, es decir cuentan con el apoyo del Gobierno español, las maniobras militares y el ejercitar a sus naves y aviones.

No satisfechos con ello, el Gobierno de Rodríguez Zapatero está dispuesto a reforzar la industria de muerte israelí. Les vende equipos de entrenamiento de vuelo simulado. Les piensa comprar misiles.

Un nuevo hecho real que sólo deja sus palabras hueras.