Hay algo espeluznantemente inconfortable en la gran manifestación de dolor nacional para honrar a la que fuera pionera de los derechos civiles, Rosa Parks. La multitud de rostros «oficiales» – los rostros de los políticos – me incomoda. Ver ese desfile de blancos racistas con rostros pálidos, muchos de ellos conservadores inveterados que han hecho […]
Hay algo espeluznantemente inconfortable en la gran manifestación de dolor nacional para honrar a la que fuera pionera de los derechos civiles, Rosa Parks. La multitud de rostros «oficiales» – los rostros de los políticos – me incomoda.
Ver ese desfile de blancos racistas con rostros pálidos, muchos de ellos conservadores inveterados que han hecho su carrera de destruír la esperanza y los sueños de los Negros, pagar sus «respetos» al féretro de Rosa Parks, da un significado totalmente nuevo a la frase, «lágrimas de cocodrilo.» Muchos de ellos se opusieron en su juventud a los derechos civiles, hicieron campañas políticas con temas que difícilmente ocultaban la explotación del miedo entre los blancos, ayudaron a hacer fraudes electorales para favorecer en sus distritos a los de su raza; y una vez en el poder, se dedicaron a construir más y más prisiones – pero ahora, marchan muy contritos ante el ataúd de la Sra. Parks, como si a lo largo de sus vidas hubieran ayudado a hacer realidad los sueños y las metas de esa gran mujer!
Ese es evidentemente el ejemplo más grosero de situaciones creadas para sacar fotos.
Conservadores de la extrema derecha, que ayudaron a construír y a mantener esta era de neo-segregacionismo, «honrando» a una mujer que luchó toda su vida contra esas ideas!
Digo neo-segregacionismo simplemente porque mientras las barreras legales han sido ya borradas hace mucho tiempo, segregación *por clase* aún existe; puede verse en cualquier escuela primaria, media o secundaria en cualquier parte de los Estados Unidos. En muchas de esas escuelas, «educación» es sólo una preparación para la cárcel, y los alumnos, si aprenden algo después de todo, comprenden cuanto los odia la sociedad a la que ellos supuestamente se van a unir, si tienen la suerte de graduarse.
Los distritos escolares reflejan los modos de vivienda que por lo común son tan segregados por raza y clase como lo son las escuelas. Quizás ya no existen las barreras legales, pero barreras aún existen; y son tan reales y tan fuertes como el acero.
Sociólogos nos enseñan que mientras el Movimiento de Derechos Civiles facilitó el desarrollo y la emergencia de la clase media Negra, dejó a millones de Negros en la calle, ahogándose en la miseria urbana donde la llamada «revolución» los pasó por alto. En verdad, mientras los ingresos promedio, la propiedad de las casas, y los logros educativos entre los blancos y los Negros sigue en su mayoría sin ningún cambio desde los ’60s, el golfo, la separación, entre la clase media Negra y los Negros pobres, ha crecido.
Rosa Parks, quizás sin quererlo, llegó a simbolizar esa distancia en los últimos años de su vida cuando enjuició al grupo hip-hop OutKast por las referencias irreverentes a ella en el título de una canción y en una línea descortés. Esa línea, («Oh… Que vainas!– callen esa alharaca, que los Negros vallan a los asientos de atrás!» ‘Awwww, shucks–hush that fuss, everybody git to the back of the bus!’), como el mismo nombre del grupo, OutKast, era una expresión de la alienación y de la creciente distancia entre generaciones, clases y culturas.
Hay millones de jóvenes Negros adultos que crecieron oyendo sobre una «libertad» ajena a su experiencia. «Derechos Civiles» fué una cinta de película muy gastada que tenían que aguantar en la escuela en febrero (si iban a la escuela) o que veían en la televisión.
Por lo que a *esta* sociedad concierne, ellos *son* parias, marginados.
Habiendo crecido en pobreza extrema, ellos *saben* que no son libres. Porque, como la escritora Zora Neale Hurston dijo, «Hay algo en la pobreza que huele a muerte. Sueños muertos que caen del corazón como hojas en una estación seca…» Eso es lo que millones de Negros saben. Para ellos, «libertad» y «derechos civiles» son sólo palabras que quizás escucharon de labios de su abuela. «Rosa Parks» es sólo un nombre. La horrible y triste lucha por sobrevivir en una era de desindustrialización, ha empujado a demasiados jóvenes Negros a la economía de las drogas en la que la promesa de riqueza fácil es anunciada y difundida tanto en la industria de la música, como en la del cine.
Una canción hip-hop de estos días, basada en la película, «Todo Pagado-Paid in Full,» de tema neoyorkino, rodada en Nueva York, interpretada por los artistas Akon y Young Jeezy, tiene una línea que habla volúmenes del mundo diferente reflejado en el single Def Jam, «Sobreviviente único-Sole Survivor.» Jeezy, el rapero de voz ronca, entona: «No puedo dormir de noche/Vivimos en el infierno;/Primero nos dan trabajo/después nos meten a la cárcel.»
Símbolos, aún uno tan espléndido como Rosa Parks, son cooptados por los políticos, que ignoran su esencia. Entre tanto, millones de jóvenes Negros y blancos, bailan al son de ritmos diferentes, todavía en los asientos de atrás del bus.
Traducción libre del inglés circulado por Fatirah, en el Freedom Journal de Mumía