Una investigación encargada por la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos sobre las armas de destrucción masiva en Irak llevó a la conclusión de que los únicos agentes químicos o biológicos que desarrolló el gobierno de Saddam Hussein fueron pequeñas cantidades de veneno, que tan sólo podrían servir para cometer asesinatos. Los datos principales […]
Una investigación encargada por la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos sobre las armas de destrucción masiva en Irak llevó a la conclusión de que los únicos agentes químicos o biológicos que desarrolló el gobierno de Saddam Hussein fueron pequeñas cantidades de veneno, que tan sólo podrían servir para cometer asesinatos.
Los datos principales contenidos en un borrador del «informe final» de mil 500 páginas, cuya preparación tardó 15 meses y estuvo a cargo del jefe de inspectores estadunidenses en Irak, Charles Duelfer, fueron dados a conocer hoy por el diario The New York Times. El documento comenzó a circular a principios de este mes durante una reunión de expertos en fabricación de armas de destrucción masiva, celebrada en Londres.
El reporte confirma y detalla los hallazgos del antecesor de Duelfer, David Kay, quien concluyó en octubre de 2003 que «estuvimos casi totalmente equivocados» al pensar que Hussein almacenó armas.
Los inspectores lograron apenas reunir información que confirma la supuesta intención de Hussein de producir armas de destrucción masiva, pero el periódico neoyorquino no presentó más aspectos.
De acuerdo con el diario, el documento será difundido la semana próxima, un mes y medio antes de que se realicen las elecciones presidenciales en Estados Unidos, donde el tema de la guerra en Irak es uno de los ejes del debate entre los candidatos más fuertes, el republicano George W. Bush y el demócrata John Kerry.
Bush utilizó el argumento de que Hussein escondía armas de destrucción masiva en el territorio iraquí para justificar la invasión en marzo de 2003, al frente de una coalición de ejércitos de 30 países, incluida Gran Bretaña.