Sin importar quienes somos o nuestra fuente de noticias, no tenemos que ir lejos para encontrar una nota mediática que felicite a la policía. Un oficial rescata a una señora de un coche en llamas, otro ayuda a una viejita a cruzar la calle. Estos son las historias elementales que alimentan la máquina mediática. Pero […]
Sin importar quienes somos o nuestra fuente de noticias, no tenemos que ir lejos para encontrar una nota mediática que felicite a la policía. Un oficial rescata a una señora de un coche en llamas, otro ayuda a una viejita a cruzar la calle. Estos son las historias elementales que alimentan la máquina mediática.
Pero desde que la agencia de información AP publicó su reciente exclusiva sobre cientos de actos de opresión sexual, violación, sodomía y abuso sexual infantil cometidos por la policía en todas partes del país, el silencio ha sido ensordecedor.
El retrato de casi mil policías, incluyendo ayudantes del sheriff y los llamados funcionarios de recursos escolares, violando, sodomizando y obligando a mujeres, niñas, niños y hombres a asumir posiciones sexuales perjudiciales-es realmente espantoso, por no decir otra cosa peor.
El artículo a página completa en el Sunday Times de Scranton, Pensilvania, ofrece un escalofriante relato sobre una mujer cincuentona que regresaba a su casa después de jugar al dominó con amigas. Un policía le ordenó parar el auto. La mujer le obedeció. Fue cacheada para «la seguridad» del oficial, quien la obligó a levantarse el vestido y bajar sus pantaletas. Otra revisión. Obviamente desarmada, la mujer fue obligada a darle sexo oral al policía en la patrulla del Departamento de Policía de la Ciudad de Oklahoma. «Apúrate,» ladró el agente. «No tengo toda la noche.»
La AP investigó cientos de casos como este en 44 estados del país. Los periodistas Matt Sedensky y Nomaan Merchant encontraron casos en los que los supuestos oficiales de recursos escolares abusaron de niños y niñas en sus escuelas. Encontraron casos en los que adolescentes inscritos en programas de capacitación policial fueron perseguidos, hostigados y violados por sus entrenadores.
Tan alarmante como repugnante, ésta es la historia de policías fuera de control que sólo sirven y protegen a ellos mismos, mientras tratan como basura a las personas que les pagan.
Si no te has enterado de estos casos en tu periódico local, la radio o un noticiero local o nacional, estás terriblemente mal informado sobre la verdadera naturaleza de la policía.
Esto no tiene nada que ver con la ley y el orden. Son las acciones de criminales que promueven el desquicio, disfrazados como oficiales de la paz. Esta es la cultura de la violación en Estados Unidos. Violencia callada y oculta contra la gente frágil, desarmada, joven, indefensa. Ésta es «América» al comienzo de un nuevo siglo bajo el dominio de la barbaridad policial.
Desde la nación encarcelada soy Mumia Abu-Jamal.
Audio grabado por Noelle Hanrahan: www.prisonradio.org
Texto circulado por Fatirah [email protected]
Traducción Amig@s de Mumia, México
Mumia Abu-Jamal ha pasado 34 años en prisión. Ante un nuevo ataque contra su vida, esta vez por la vía médica, les invitamos a doblar los esfuerzos para llevarlo a casa, participando en un acto por su vida, salud y libertad el sábado 5 de diciembre a las 2 de la tarde afuera de la embajada de Estados Unidos u organizando una acción en su ciudad.
Para participar en la campaña gráfica, envía tu imagen tamaño doble carta a [email protected]
Fuente: https://amigosdemumiamx.wordpress.com/2015/11/18/servir-y-proteger-o-azotar-y-violentar/#more-3439