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Sobre la campaña «Aún queda mucho por hacer»

Fuentes: Rebelión

«La verdadera medida de cualquier sociedad reside en cómo trata a sus miembros más vulnerables«(Mahatma Ghandi) Pues sí, es completamente cierto, a la gente del PP les queda todavía mucho por hacer para alcanzar la sociedad que ellos quieren, aunque están en el buen camino. Viene esto a cuento de un vídeo promocional de su […]

«La verdadera medida de cualquier sociedad reside en cómo trata a sus miembros más vulnerables«
(Mahatma Ghandi)

Pues sí, es completamente cierto, a la gente del PP les queda todavía mucho por hacer para alcanzar la sociedad que ellos quieren, aunque están en el buen camino. Viene esto a cuento de un vídeo promocional de su próxima campaña electoral, que han colgado en su web, y en el sitio http://aunquedamuchoporhacer.es/, donde algunos de sus dirigentes charlan apaciblemente en un salón, tomando un cafetito, sobre los logros y virtudes de su Gobierno, para intentar convencernos de que estamos en la buena dirección, pero que debemos seguir votándoles a ellos, porque «aún queda mucho por hacer». Bien, pues vamos a comprobar efectivamente cómo les queda bastante por hacer, contemplando la línea evolutiva hacia la que va derivando su gobierno. Les queda por ejemplo continuar disminuyendo los fondos a la Cooperación y al Desarrollo de terceros países, contribuyendo más a su podredumbre social y cultural, a la vez que les impiden su entrada en la Unión Europea, cuando intentan saltar unas vallas repletas de cuchillas, o los expulsan en caliente (algo declarado ilegal por el propio Comisario de Derechos Humanos de la UE).

Les queda aún por desarrollar y aprobar, también en el contexto europeo, el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y la UE, cuya aprobación está prevista para este mismo año 2015, lo que resultará en un mayor atropello si cabe a la soberanía de los Estados miembros y a la democracia, y supondrá la consolidación del poderío y de la hegemonía empresarial, manifestada en los campos sanitario, alimentario, de propiedad intelectual, farmacéutico, medioambiental, energético, etc., previendo además la existencia de Tribunales pensados para que las empresas puedan denunciar a los Estados si entienden que con sus normativas y leyes están atacando la posibilidad de incrementar sus beneficios. Les queda continuar en la campaña de acoso y derribo contra Rusia, a través de la fascista instrumentalización de Ucrania, tapadera que está sirviendo únicamente para la expansión de la OTAN a escala global. A nivel interno, les queda continuar en su acoso y derribo a los servicios públicos, a la independencia de los medios informativos públicos, todavía les quedan sectores que pueden privatizar, les quedan precios y tasas públicas que imponer a muchos servicios, les queda continuar desmantelando el Estado del Bienestar (bajo el falaz pretexto de que son insostenibles), haciendo inviable la Ayuda a la Dependencia, inaccesible la Educación Pública y la Universidad a los estudiantes, y recortando instalaciones, hospitales y profesionales en la Sanidad Pública.

Les quedan todavía muchos profesores que despedir, muchos sanitarios que jubilar, muchos enfermos y dependientes a los que dejar en la estacada, abandonados a su suerte, les quedan muchos empleos fijos y estables que destruir, les quedan muchos empleos precarios por crear, todavía pueden «subir» un poquito menos las pensiones, o el Salario Mínimo Interprofesional, haciéndolo todavía más ridículo e indecente.

Todavía les quedan muchos desahucios por practicar, y aún les queda mucha «movilidad exterior» que fomentar, causando que cientos de miles más de jóvenes sean expulsados de nuestro país, buscando salidas laborales y profesionales en el extranjero. Les queda todavía continuar aumentando los presupuestos ocultos del Ministerio de Defensa, para seguir adquiriendo planes de armamento, aumentando también la deuda. Les queda continuar fomentando las grandes obras públicas, el fomento de grandes negocios para las grandes empresas de sus amigos del IBEX-35, para luego presumir de que somos líderes en kilómetros de vías de alta velocidad. También somos líderes en energías limpias y renovables, pero como eso no les interesa, hostigan a las empresas que se dedican a promover un nuevo modelo energético, en aras a desmontar el chiringuito del oligopolio eléctrico en nuestro país, donde ellos se alinean con los más fuertes, que son los que se encargarán de darles buenos puestos como Consejeros en cuanto dejen la política.

Les queda conseguir que la deuda pública rebase el 100% del PIB, y que el pago de los intereses de la misma alcancen una suma tan importante, que quede absolutamente justificado el recorte a todos los servicios públicos básicos, así como la intervención de todos los Ayuntamientos y Autonomías, cuyos presupuestos quedarán controlados por el Ministerio de Hacienda de Montoro. Les queda seguir subiendo los impuestos, aunque ellos lancen engañosas campañas propagandísticas diciendo que los bajan, mediante reformas fiscales disfrazadas de progresistas, cuando en realidad continúan beneficiando a los que más tienen y más ganan. Les queda aún llegar a un nivel de represión ciudadana que ellos consideren adecuado, generalizando las exageradas multas y sanciones administrativas para todos aquéllos que osen protestar o movilizarse en la vía pública, más si cabe cuando lo hagan en forma de escrache a cargos públicos, o delante de las Instituciones. Y además, bajo la excusa de garantizar la seguridad y luchar contra el terrorismo, les queda todavía rebajar aún más el listón de nuestros derechos fundamentales y nuestras libertades públicas. También les queda seguir atacando al mundo de la izquierda abertzale, en una campaña hostil sin ningún fundamento, sólo para dar la impresión de que son implacables contra ETA, cuando en realidad añoran, porque la necesitan para justificarse, la época donde se cometían atentados por la banda terrorista.

Les queda continuar desmantelando la Cultura en nuestro país, impidiendo el acceso popular a la misma, y provocando que tengan que cerrar empresas y servicios culturales que se vuelven inviables con la política cultural de este Gobierno. Así mismo, también les queda mucho por hacer en la Ciencia, la Investigación y el Desarrollo, para conseguir alcanzar su objetivo final de destruir todas las Instituciones públicas que se dedicaban a este sector, y que daban trabajo a miles de profesionales, cuyos proyectos han tenido que ser abandonados. Les queda aún mucho por hacer en el empleo, favoreciendo los ERE’s masivos de las grandes empresas, para viabilizar el despido de miles de trabajadores con puestos estables y seguros, e irlos sustituyendo progresivamente por empleos basura, empleos temporales y precarios, inseguros e inestables, con indignos sueldos e indecentes condiciones laborales, que impiden desarrollar un proyecto de vida. Les queda consumar su objetivo de que nos parezca normal vivir en la miseria, de que asumamos que tenemos que vivir en la pobreza y en la indigencia, en la exclusión social, mientras ellos y sus amiguitos los grandes empresarios continúan forrándose a costa de la «salida» de la crisis.

Y en este sentido, aún les quedan muchos montes que privatizar, muchas playas que destruir, muchos subsidios que abaratar o imposibilitar, mucha gente a la que desahuciar, mucha destrucción medioambiental que provocar, mucha contaminación a la que contribuir, muchos negocios insostenibles a los que fomentar, mucho cambio climático que ignorar, muchos enfermos a los que matar, muchos dependientes a los que abandonar, muchos empleados a los que parar, mucho adoctrinamiento religioso que garantizar, muchos profesionales a los que despedir, muchas comisiones ilegales que cobrar, muchos jueces a los que echar, muchos estudiantes a los que impedir estudiar, muchos servicios públicos que desmontar, mucha corrupción que esconder, mucha desigualdad que provocar, mucha involución democrática que conseguir. Todo eso es lo que les queda, y así, a fuerza de ir caminando en esa dirección, en la «buena» dirección según ellos, alcanzarán poco a poco (es algo que no se consigue sólo en una legislatura) el modelo de sociedad que desean. Así que, si nos gusta este modelo, ya sabemos que tenemos que votar al Partido Popular en las varias citas electorales de este año, porque «aún les queda mucho por hacer». Y es absolutamente cierto.

Blog del autor: http://rafaelsilva.over-blog.es

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.