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Ciclo de debates online

Sublevaciones de la Tierra

Fuentes: Rebelión

En un marco de colapso global, reunimos a activistas locales e internacionales para reflexionar sobre las estrategias de protesta y movilización por la defensa del territorio y la construcción de alternativas en un ciclo de debate organizado por la Revista SABC y la Fundación Rosa Luxemburgo.

Vivimos en una sociedad que ha normalizado las agresiones contra la tierra y, por extensión, también contra culturas y formas de vida diferentes a la hegemónica, a las que subordina, maltrata y explota. La activista y filósofa Joanna Macy la llama sociedad de crecimiento industrial, pero podemos también llamarla capitalismo, patriarcado, colonialismo… En cualquier caso, las consecuencias de estas agresiones cada vez son más difíciles de ignorar, puesto que ya se traducen en impactos que nos afectan directamente, como la crisis climática, la escasez de fuentes de energía fósil, gobiernos totalitarios, guerras o vidas cada vez más frágiles y precarias. Podemos hablar de crisis, de colapso, una situación que en Europa puede ser más o menos reciente, pero con la que multitud de personas en muchos territorios llevan décadas conviviendo y en la que nuestra forma de vida tiene mucho que ver.

¿Cómo puede detenerse esta espiral de sufrimiento y opresión? Entender las raíces de la barbarie y elaborar la crítica colectiva es un primer paso que debería dar lugar a muchos más, entre ellos la organización social de base para, por un lado, enfrentar y acabar con las dinámicas de destrucción y, por otro, fortalecer y crear sociedades autónomas que sustenten la vida.

Con esta propuesta de debates, queremos centrarnos en uno de esos pasos: cómo denunciar y detener las dinámicas de agresión y explotación de la tierra, de la vida. El título, «Sublevaciones de la tierra», lo tomamos de uno de los referentes de movilización cercanos, Les Soulèvement de la terre, en Francia, que nos inspira por reunir al campesinado con los movimientos climáticos y por la justicia social. ¿Qué estrategias de protesta y movilización estamos utilizando? ¿Son efectivas? Ocupación de tierras, desobediencia civil, sabotaje contra infraestructuras… ¿Cuáles son las posibilidades que nos ofrece la noviolencia para transformar la realidad?

Tenemos el convencimiento de que la reconexión con el territorio, con esos saberes que guardaron y mejoraron las sociedades campesinas y que mantienen los pueblos indígenas, es una de las claves para mirar hacia delante con confianza.

Geografías del combate

Para introducir brevemente la sesión de apertura de este ciclo (15 de noviembre), contaremos con Paul Nicholson, baserritara jubilado. Paul es uno de los fundadores de La Vía Campesina, el movimiento que dio origen al paradigma de la soberanía alimentaria, una articulación y un concepto fundamentales a la hora de resituar al campesinado como sujeto político en la defensa de un modo de vida y unas relaciones antagonistas al capitalismo. Más aún, La Vía Campesina, a nivel internacional y con sus organizaciones locales, ha sido un referente en la lucha noviolenta contra las instituciones centrales de la globalización capitalista, como la OMC y el FMI, y contra la privatización y el acaparamiento de la tierra, el agua o las semillas.

La intervención principal será del historiador y pensador anarquista y antidesarrollista, Miguel Amorós. «Las comunidades del placer emergerán de nuestra lucha aquí y ahora», una cita de Alfredo Bonnano con la que Miguel inicia uno de sus muchos artículos y que será el punto de partida para argumentar cómo, a su entender, en los últimos años los movimientos sociales en general «han limitado su crítica a cuestiones tácticas e ignorado todo lo demás, su aportación no ha sido cuantiosa». Esta afirmación nos incomoda e interpela, pero, todo el pensamiento crítico que se ha construido ¿puede ser la base para impulsar propuestas insurreccionalistas de acción? Cuando la agresión a la tierra y a la vida es tan descabellada, ¿son los movimientos por la defensa del territorio un nuevo sujeto político? ¿El colapso de la economía y del Estado puede derivar en la autoorganización y en la construcción de alternativas comunales? Exploraremos qué nos ofrece un recorrido por estos postulados. 

No merecerá el Mundo el fin del mundo

Con estos mimbres daremos paso el 16 de noviembre a una mesa para conocer experiencias inspiradoras de movilizaciones en el Estado español y debatir sobre sus retos. Jeromo Aguado, campesino, abrirá la sesión reflexionando sobre la necesidad de que las luchas sociales vayan más allá de recogidas de firmas y manifestaciones por parte de las personas afectadas. Jeromo tiene una mochila cargada de experiencias en el terreno de la articulación rural y social, en la construcción de alternativas y en la defensa de la cultura campesina.

¿Qué significa ser «personas afectadas» por una agresión al territorio y a la vida? ¿Qué dolores provoca? ¿Qué respuestas requiere? Escucharemos a aquellas que ven directamente afectados su territorio y su medio de vida, como las plataformas vecinales del Valle de Baztán (Navarra), organizadas para impedir proyectos de minería y de turismo, y también la advertencia de «no pasarán» del pueblo de Bellprat, en Catalunya, que se declara en soberanía y desobediencia ante un cúmulo de agresiones derivadas de macroproyectos de renovables. Otra forma de afectación es lo que se ha denominado solastalgia, la angustia por lo que le sucede a la tierra, algo que la comunidad científica que participa en el movimiento Rebelión Científica está cansada de demostrar y cuantificar ante la inacción de las administraciones.

Intuimos que estas «sublevaciones» actuales pueden aprender de otras más maduras como las ocupaciones de fincas de terratenientes ejecutadas por el Sindicato Andaluz de Trabajadoras (SAT) y concretamente del relato de María Montávez, una de las ocupantes de la Finca Cerro Libertad (2017). Con una mirada de proceso, podrá compartir su vivencia desde un plano más emocional. ¿Qué se aprendió de aquella lucha? ¿Podría replicarse hoy? Como el verso de Wislawa Szymborska, quizá mientras sucedan estas acciones, «no merecerá el Mundo el fin del mundo».

Sembrar, devolver al seno de la madre tierra

Con estas presentaciones aún resonando en la cabeza, el 17 de noviembre se cerrará este ciclo de debates con una mesa internacional en la que participarán también quienes llevan décadas —siglos— sufriendo ataques a sus formas de vida, resistiendo el colapso como algo cotidiano. La socióloga Paz Aedo introducirá la mesa desde Chile, donde recientemente los movimientos sociales han sido golpeados con el rechazo de la nueva constitución en el referéndum. Escucharemos a Clementina Lepío Melipichún, autoridad mapuche huilliche, que se conectará desde Chiloé (Chile), su tierra originaria, amenazada por macroproyectos energéticos. También contaremos con la participación de Abel Coicue, líder indígena nasa del norte del Cauca (Colombia) e integrante del movimiento Liberación de la Madre Tierra, que consiste en convertir hectáreas de cañaverales de las empresas que se dedican a la producción de agrocombustibles en tierras campesinas. Abel ha convivido con el conflicto armado y con el extractivismo, y, en los procesos de resistencia, ha sufrido las muertes de personas queridas: «hemos tenido que sembrar, que devolver sus cuerpos al seno de la madre tierra».

Será interesante el diálogo de Clementina y Abel con Inés y Thomas, representantes de dos de los movimientos de defensa del territorio y desobediencia civil anticapitalista más activos de Europa, el ya citado Les Soulèvements de la Terre y Ende Gelände (Alemania), que, sin mordazas luchan contra los proyectos extractivistas: «Lo hemos prometido, volveremos hasta que se pare la última excavadora».

Esta mesa tendrá interpretación simultánea en francés, así que os animamos a compartirla entre vuestros contactos de habla francesa.

Esperamos contar con vosotras en estos debates.

Inscripciones aquí: https://forms.komun.org/sublevacionesdelatierra

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.