Las autoridades de esa ciudad norteamericana endurecieron medidas para frenar las protestas contra el racismo policial
Un toque de queda nocturno para jóvenes parece haber mantenido la calma en la ciudad de Milwaukee en la madrugada del martes, luego de un fin de semana de violencia que estalló por la muerte de un afro-estadounidense por disparos de la policía.
El toque de queda había sido decretado para menores de 18 años a partir de las 22:00 hora local del lunes.
«Al parecer muchos padres y responsables han tomado muy seriamente el toque de queda puesto en práctica durante la noche», dijo el alcalde Tom Barrett al cotidiano Journal Sentinel.
Tropas de la Guardia Nacional fueron desplegadas por precaución. Seis personas fueron arrestadas al anochecer y la estación de policía fue cerrada temporalmente luego de que se oyeran algunos disparos en las cercanías, reporta el JS.
No hubo mayores incidentes o daños a la propiedad», dijo el jefe de policía Ed Flynn hacia la medianoche, a la cadena NBC.
La noche anterior una multitud había apedreado vehículos policiales e incendiado comercios en esta ciudad de Winconsin (centro-norte), donde fue desplegada la policía antidisturbios en el barrio de Sherman Park para restaurar el orden.
Siete policías resultaron heridos y 14 personas fueron detenidas, había informado la policía el lunes, que precisó que durante los disturbios se escucharon unos 30 disparos.
La protesta se inició la tarde del sábado después de que dos personas interceptadas por la policía en su automóvil se dieron a la fuga a pie, según la versión policial.
«En la persecución, un agente abrió fuego contra un sospechoso armado con una pistola semiautomática», que falleció en el acto, dijo en un comunicado el Departamento de Policía de Milwaukee.
Se trata de Sylville Smith, un negro de 23 años con un prontuario judicial voluminoso, de acuerdo con el informe oficial, en el que se detalla que la pistola que llevaba consigo había sido robada en marzo.
El sospechoso recibió un par de disparos, uno en el pecho y otro en el brazo. El incidente desató una protesta y durante la noche la situación «se salió de las manos», explicó Barrett.
Vehículo blindado
Los manifestantes prendieron fuego una gasolinera, un banco, una tienda de cosméticos y otra de repuestos de automóviles, según el Milwaukee Journal Sentinel. Los incidentes ocurrieron en un contexto de tensiones por una serie de muertes en los últimos tiempos de negros desarmados en Minnesota y Luisiana.
Estas agresiones desencadenaron también el asesinato de varios policías en aparentes actos de represalia en ciudades como Dallas, en Texas, y Baton Rouge, Luisiana. «No nos habían desafiado de esta manera desde hace años», sostuvo Barrett.
Durante la noche del domingo, el parabrisas de un vehículo blindado fue alcanzado por varios disparos, lo que produjo heridas de esquirlas de vidrio en los ojos de dos policías. Las fuerzas de seguridad también utilizaron un vehículo blindado para rescatar a una víctima de un disparo que fue trasladada a un hospital.
Llamando a la calma, el gobernador Scott Walker recordó el domingo que Wisconsin «tiene una ley que exige una investigación independiente cada vez que un oficial de policía efectúa disparos mortales». El policía que disparó sobre Smith también era negro, según el jefe de policía de Milwaukee, Flynn.
Temiendo por su seguridad el oficial se encuentra fuera de la ciudad, habiendo sido puesto en licencia administrativa, como es de rigor en estas situaciones.