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Terrorismo corporativo en el oeste de Texas

Fuentes: Counterpunch

Traducido para Rebelión por Silvia Arana

En su primera declaración sobre el atentado de Boston el presidente Obama dijo: «Michelle y yo enviamos nuestras sentidas condolencias y plegarias a las familias de las víctimas por esta pérdida sin sentido de sus seres queridos».

En su primera declaración sobre la explosión en las afueras de Waco, Texas, el presidente Obama dijo: «Nuestras plegarias para la gente de West, Texas, por la explosión con víctimas fatales de una fábrica de fertilizantes».

Al referirse a lo sucedido en Boston, el presidente Obama dijo: «Sobre cualquier individuo o grupo responsable va a caer todo el peso de la justicia».

Sin embargo, en relación a la explosión en Texas, el presidente Obama no dijo nada sobre la responsabilidad ni individual ni colectiva ni tampoco mencionó el peso de la justicia.

¿Por qué no?

Porque cuando se trata de crímenes callejeros, el presidente Obama es el policía número uno. Pero cuando se trata de violencia y delitos corporativos, es un jefe permisivo.

No nos equivoquemos, si se hiciera evidente que la explosión en Texas fue un ataque terrorista, al estilo de atentado de Oklahoma City, Obama comenzaría a mencionar «todo el peso de la justicia».

Pero cuando se trata de violencia y crímenes corporativos, de negligencia e inseguridad laboral, la retórica de «todo el peso de la justicia» brillará por su ausencia.

Después de todo, fue el Ministerio de Justicia de Obama el que en diciembre de 2011 llegó a un acuerdo para no entablar acción judicial por la explosión en Massey Energy Upper Big Brunch, que causó la muerte 29 mineros en abril de 2010.

En una decisión escandalosa, el Ministerio de Justicia dijo que no entablaría acción judicial a la empresa Massey, a pesar de que el Ministerio de Trabajo había llegado a la conclusión de que las «prácticas y políticas ilegales» de Massey habían sido la «causa de la tragedia».

Massey tenía antecedentes de eludir la ley y de mantener dos tipos de registros en su matriz Upper Big Branch -uno para el uso interno, que contabilizaba los peligros en el sitio de trabajo- y uno para las autoridades, que ocultaba esos datos.

David Uhlmnn, ex director de la sección Delitos del Medio-ambiente, del Ministerio de Justicia, y profesor en la Facultad de Leyes de la Universidad de Michigan, dijo que si él hubiera estado a cargo del caso de Massey Energy habría entablado acción judicial contra Massey.

Durante su permanencia en el Ministerio de Justicia entabló juicios contra varias corporaciones por delitos menos graves que este, que causó la muerte de 29 trabajadores.

Uhlman agrega que el acuerdo de no entablar acción judicial contra Massey es solo un caso de una cadena de casos similares. Esta tendencia de permisividad contra crímenes y delitos corporativos -haciendo acuerdos para postergar o suspender juicios- se ha fortalecido durante el gobierno de Obama.

Russell Mokhiber es el editor de Corporate Crime Reporter .

Fuente: http://www.counterpunch.org/2013/04/19/corporate-violence-in-west-texas/