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La revista de Ramiro Rodríguez Prada culmina su trayectoria de un cuarto de siglo

Tiempos de «Psilicosis»

Fuentes: Rebelión

      Psilicosis es la silicosis del alma, la enfermedad moral y mortal de nuestro tiempo. Acumulamos tantos compuestos nocivos en nuestro espíritu, que al fin sus alvéolos y cañerías quedan atascados. Creemos que vamos a asfixiarnos y estalla una tos sincopada y febril; esputamos vigorosos para librarnos del ahogo. No es un remedio, […]

 

 

 

Psilicosis es la silicosis del alma, la enfermedad moral y mortal de nuestro tiempo. Acumulamos tantos compuestos nocivos en nuestro espíritu, que al fin sus alvéolos y cañerías quedan atascados. Creemos que vamos a asfixiarnos y estalla una tos sincopada y febril; esputamos vigorosos para librarnos del ahogo. No es un remedio, pero trae algo de alivio. La revelación de esto le llegó a Ramiro Rodríguez Prada hace veinticinco años cuando trabajaba con los silicosos de las minas asturianas. Con su sufrimiento ellos le dieron la clave. Concibió entonces el plan de una revista en cinco entregas que irían nombradas como los estadios de la silicosis que se reflejan en los historiales de los enfermos: Normal vigilado, primero, segundo y tercer grado, y al fin «éxitus», o sea, fallecimiento. La publicación ha completado estos días su andadura y sus cinco números, con esos precisos rótulos, están a disposición de los lectores.

 

«Psilicosis» con su largo periplo de casi un cuarto de siglo refleja fiel la trayectoria de Ramiro Rodríguez Prada. Dibujo, fotografía, literatura y cómic se alternan y combinan con un mensaje único: el mal nos ha de matar, pero luchamos, y reímos, y tenemos el placer último de gritar estentóreos. Ramiro ha ido hilvanado en Psilicosis algo de lo mejor de novelas y relatos que yacen en sus cajones, de dibujos que allí también se guardan, fértil cosecha de su talento multiforme. Junto a sus infinitos heterónimos, se recogen en ella también colaboraciones de muchos que pasábamos por allí y compartimos su espíritu.

 

«Psilicosis» responde con toda energía a la pregunta esencial: ¿Cómo reacciona un artista ante el horror? ¿Qué creación corresponde en una exacta y justa simetría a este tiempo de espanto silencioso, de mentira convincente, de asesinato humanitario, de saqueo altruista? No la busquen en El Corte Inglés ni en sitios similares, «Psilicosis» es un mensaje que sólo puede circular por las redes clandestinas de la rebeldía y el pensamiento. Irá apareciendo información sobre ella en este blog: http://psilicosis.blogspot.com/

 

Dos fragmentos de Éxitus:

 

CONDICIONES LABORALES

 

Difícil olvidar al minero que saltó hacia las ocho

de la mañana cuando yo aparcaba para entrar a

trabajar. Sentí como si un colchón empapado se

estrellase contra el suelo. Cayó a la puerta de Sili-

cosis y estuvo allí un rato, tapado con una manta.

Salpicó de sangre la persiana del despacho de la

enfermera jefe, que me había citado a primera

hora para anunciar una nueva vuelta de tuerca al

garrote al que ya estaba amarrado.

 

Rígido ante la jefa, la persiana, aún echada, a

su espalda; al otro lado seguía tendido el paisa-

no, a quien conocía bien porque, además, éramos

tocayos pero, más que el cadáver, veía la persiana

regada de sangre y escuchaba el sonido, húmedo

y compacto, de lo que entonces, cuando apar-

caba, no sabía que era el cuerpo de un hombre,

mientras ella hablaba y hablaba y hablaba girando

la manivela…

 

Ramiro R. P. 1999-2006

A Berta Piñán, complemento agrio -salvaje- de

su «Rosa y Ramiro»

 

4 PSILICOSOS (Fragmento)

 

Aunque casi todos estamos muertos, el eco de la tos seguirá con vosotros. Goliat «Pies de barro» es

gigantesco y si ayer fue filisteo, hoy es judío, americano y hasta vallisoletano (no es cosa de razas o

patrias, es la guerra). Hay que insistir hasta dar con la piedra que encaje en la honda y en la frente y,

entretanto, leña al mono. ¡Salud y puntería!